La organizaci贸n ecologista Greenpeace ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en la que pide amparo para revocar la sentencia del Tribunal Supremo que en diciembre de 2022 dictamin贸 que el hotel construido por Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras (Almer铆a), no pod铆a ser demolido por tener licencia de obras.

Tras casi dos d茅cadas en los tribunales espa帽oles, el caso de El Algarrobico, un icono de la destrucci贸n de la costa, traspasa fronteras. Greenpeace ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo pidiendo amparo para revocar la sentencia del Tribunal Supremo (1) que en diciembre de 2022 dictamin贸 que el hotel almeriense no pod铆a ser demolido por tener licencia de obras.
“El Tribunal Supremo, de forma incomprensible, dictamin贸 que si el Ayuntamiento de Carboneras no cumpl铆a la sentencia, los terrenos pasaban a ser urbanizables hasta que el propio Consistorio decidiera cumplir la sentencia y modificar sus normas urban铆sticas. Se trata de un giro m谩s en esta historia repleta de sentencias incumplidas y retrasos injustificables por parte de las administraciones”, explica Jos茅 Ignacio Dom铆nguez, abogado de Greenpeace.
Con esta decisi贸n, el Supremo le otorga las competencias judiciales al Ayuntamiento de Carboneras, un hecho que se considera muy grave y que supone una violaci贸n del art铆culo 6.1 del Convenio de Derechos Humanos. Es un principio fundamental en todo Estado de Derecho que las sentencias firmes que anulan una disposici贸n de car谩cter general como es el Plan General de Ordenaci贸n Urbana (PGOU) de Carboneras tienen efecto desde el d铆a en que se publica el fallo. La primera sentencia firme que obliga al Ayuntamiento de Carboneras a modificar el PGOU fue publicada en el BOJA en noviembre de 2012. Supeditar los efectos de la sentencia a que el Ayuntamiento de Carboneras decida cumplirla y tramite el expediente administrativo de modificaci贸n del PGOU, supone trasladar a los consistorios la competencia de dar efectividad a las sentencias, privando as铆 a la ciudadan铆a del derecho a tener un juez independiente y una tutela judicial efectiva.
Igualmente, Greenpeace pide al TEDH que, en base al mismo art铆culo, se revoque el nombramiento como ponente de la magistrada del Tribunal Supremo de la Junta de Andaluc铆a (TSJA), Mar铆a del Mar Jim茅nez Morera, que junto a Jorge Mu帽oz Cort茅s dictaron sentencia declarando urbanizable El Algarrobico (2) en 2014 y dando la raz贸n a la promotora del hotel, Azata Patrimonio S.L. Esta sentencia fue anulada posteriormente por el Tribunal Supremo. Nada m谩s dictar sentencia, Mu帽oz Cort茅s pidi贸 una excedencia del TSJA y fue contratado por el despacho Mart铆nez-Echevarr铆a, donde sigue prestando sus servicios para el Ayuntamiento de Carboneras. En la sentencia donde Mu帽oz Cort茅s declar贸 urbanizable El Algarrobico particip贸 la actual ponente Jim茅nez Morera. Esto supone que Mu帽oz Cort茅s defiende los intereses del Ayuntamiento de Carboneras ante la misma Sala y Secci贸n de la que form贸 parte y adem谩s la magistrada que resuelve sus escritos es su antigua compa帽era de Sala. Salvemos Moj谩car solicit贸 su recusaci贸n, pero esta fue rechazada (3). Greenpeace considera que la magistrada Jim茅nez Morera no puede ser imparcial y por eso pide su recusaci贸n ante el TEDH.
Un s铆mbolo del maltrato al litoral espa帽ol
El hotel ilegal de 21 plantas situado en zona protegida del Parque Natural Cabo de Gata-N铆jar y a tan solo 14 metros del mar acumula 50 pronunciamientos judiciales en las 煤ltimas dos d茅cadas. Tan s贸lo el Tribunal Supremo acumula 14 sentencias. La sentencia que ahora denuncia la organizaci贸n ecologista en Estrasburgo viene a contradecir otra del mismo tribunal que en 2018 dictaminaba que el paraje de El Algarrobico no era urbanizable (4).
El hotel ilegal comenz贸 a construirse en 2003 tras conseguir una licencia de obras a pesar de estar en zona protegida tanto por las normas del parque natural como por la Ley de Costas. Las primeras actuaciones judiciales contra el edificio de 411 habitaciones comenzaron en 2005, cuando Greenpeace, Ecologistas en Acci贸n y Salvemos Moj谩car denunciaron estas irregularidades. A comienzos de 2006 se logr贸 la paralizaci贸n cautelar de las obras y, desde entonces, el periplo judicial ha sido interminable. La presentaci贸n de la demanda ante el TEDH supone el fin del recorrido por todas las instancias judiciales posibles.
Adem谩s de las denuncias ante los tribunales, en estas dos d茅cadas Greenpeace ha llevado a cabo casi una decena de acciones de protesta pac铆fica para visibilizar la ilegalidad del hotel. M谩s de un centenar de activistas se han enfrentado a acusaciones y multas. En mayo de este a帽o se celebrar谩 el juicio contra 28 activistas a los que la Fiscal铆a no acusa pero para los que la promotora del hotel pide un a帽o de c谩rcel por persona.
“Son 20 a帽os luchando contra un edificio que es el s铆mbolo del maltrato al litoral espa帽ol y, por desgracia, no sabemos a煤n cu谩ntos a帽os quedan por delante. Hemos recorrido todos los tribunales en estas dos d茅cadas y el mamotreto sigue ah铆. Confiamos en que el Tribunal de Estrasburgo dictamine que el hotel ilegal tiene que desaparecer de la playa de El Algarrobico”, ha concluido Mar铆a Jos茅 Caballero, portavoz de Greenpeace.

Tras casi dos d茅cadas en los tribunales espa帽oles, el caso de El Algarrobico, un icono de la destrucci贸n de la costa, traspasa fronteras. Greenpeace ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo pidiendo amparo para revocar la sentencia del Tribunal Supremo (1) que en diciembre de 2022 dictamin贸 que el hotel almeriense no pod铆a ser demolido por tener licencia de obras.
“El Tribunal Supremo, de forma incomprensible, dictamin贸 que si el Ayuntamiento de Carboneras no cumpl铆a la sentencia, los terrenos pasaban a ser urbanizables hasta que el propio Consistorio decidiera cumplir la sentencia y modificar sus normas urban铆sticas. Se trata de un giro m谩s en esta historia repleta de sentencias incumplidas y retrasos injustificables por parte de las administraciones”, explica Jos茅 Ignacio Dom铆nguez, abogado de Greenpeace.
Con esta decisi贸n, el Supremo le otorga las competencias judiciales al Ayuntamiento de Carboneras, un hecho que se considera muy grave y que supone una violaci贸n del art铆culo 6.1 del Convenio de Derechos Humanos. Es un principio fundamental en todo Estado de Derecho que las sentencias firmes que anulan una disposici贸n de car谩cter general como es el Plan General de Ordenaci贸n Urbana (PGOU) de Carboneras tienen efecto desde el d铆a en que se publica el fallo. La primera sentencia firme que obliga al Ayuntamiento de Carboneras a modificar el PGOU fue publicada en el BOJA en noviembre de 2012. Supeditar los efectos de la sentencia a que el Ayuntamiento de Carboneras decida cumplirla y tramite el expediente administrativo de modificaci贸n del PGOU, supone trasladar a los consistorios la competencia de dar efectividad a las sentencias, privando as铆 a la ciudadan铆a del derecho a tener un juez independiente y una tutela judicial efectiva.
Igualmente, Greenpeace pide al TEDH que, en base al mismo art铆culo, se revoque el nombramiento como ponente de la magistrada del Tribunal Supremo de la Junta de Andaluc铆a (TSJA), Mar铆a del Mar Jim茅nez Morera, que junto a Jorge Mu帽oz Cort茅s dictaron sentencia declarando urbanizable El Algarrobico (2) en 2014 y dando la raz贸n a la promotora del hotel, Azata Patrimonio S.L. Esta sentencia fue anulada posteriormente por el Tribunal Supremo. Nada m谩s dictar sentencia, Mu帽oz Cort茅s pidi贸 una excedencia del TSJA y fue contratado por el despacho Mart铆nez-Echevarr铆a, donde sigue prestando sus servicios para el Ayuntamiento de Carboneras. En la sentencia donde Mu帽oz Cort茅s declar贸 urbanizable El Algarrobico particip贸 la actual ponente Jim茅nez Morera. Esto supone que Mu帽oz Cort茅s defiende los intereses del Ayuntamiento de Carboneras ante la misma Sala y Secci贸n de la que form贸 parte y adem谩s la magistrada que resuelve sus escritos es su antigua compa帽era de Sala. Salvemos Moj谩car solicit贸 su recusaci贸n, pero esta fue rechazada (3). Greenpeace considera que la magistrada Jim茅nez Morera no puede ser imparcial y por eso pide su recusaci贸n ante el TEDH.
Un s铆mbolo del maltrato al litoral espa帽ol
El hotel ilegal de 21 plantas situado en zona protegida del Parque Natural Cabo de Gata-N铆jar y a tan solo 14 metros del mar acumula 50 pronunciamientos judiciales en las 煤ltimas dos d茅cadas. Tan s贸lo el Tribunal Supremo acumula 14 sentencias. La sentencia que ahora denuncia la organizaci贸n ecologista en Estrasburgo viene a contradecir otra del mismo tribunal que en 2018 dictaminaba que el paraje de El Algarrobico no era urbanizable (4).
El hotel ilegal comenz贸 a construirse en 2003 tras conseguir una licencia de obras a pesar de estar en zona protegida tanto por las normas del parque natural como por la Ley de Costas. Las primeras actuaciones judiciales contra el edificio de 411 habitaciones comenzaron en 2005, cuando Greenpeace, Ecologistas en Acci贸n y Salvemos Moj谩car denunciaron estas irregularidades. A comienzos de 2006 se logr贸 la paralizaci贸n cautelar de las obras y, desde entonces, el periplo judicial ha sido interminable. La presentaci贸n de la demanda ante el TEDH supone el fin del recorrido por todas las instancias judiciales posibles.
Adem谩s de las denuncias ante los tribunales, en estas dos d茅cadas Greenpeace ha llevado a cabo casi una decena de acciones de protesta pac铆fica para visibilizar la ilegalidad del hotel. M谩s de un centenar de activistas se han enfrentado a acusaciones y multas. En mayo de este a帽o se celebrar谩 el juicio contra 28 activistas a los que la Fiscal铆a no acusa pero para los que la promotora del hotel pide un a帽o de c谩rcel por persona.
“Son 20 a帽os luchando contra un edificio que es el s铆mbolo del maltrato al litoral espa帽ol y, por desgracia, no sabemos a煤n cu谩ntos a帽os quedan por delante. Hemos recorrido todos los tribunales en estas dos d茅cadas y el mamotreto sigue ah铆. Confiamos en que el Tribunal de Estrasburgo dictamine que el hotel ilegal tiene que desaparecer de la playa de El Algarrobico”, ha concluido Mar铆a Jos茅 Caballero, portavoz de Greenpeace.