ANHA.- Hoy se cumple el vigésimo aniversario de la masacre de Qamishlo, que fue cometida por el gobierno de Damasco (régimen de Baath) el 12 de marzo de 2004 en el estadio de la ciudad (Estadio Municipal), que más tarde fue nombrado "Estadio de los Mártires del 12 de marzo" en honor a sus mártires.
Como resultado de la masacre cometida por los servicios de seguridad del régimen de Baath, 38 civiles fueron martirizados, docenas resultaron heridos y casi 5.000 personas fueron arrestadas más tarde.
La masacre se convirtió en un levantamiento masivo contra el régimen baathist, como resultado de los dolorosos acontecimientos que los ciudadanos experimentaron durante un partido entre los equipos del Club al-Jihad y el Club al-Fatwa, que se planificaron de antemano, con el fin de encender conflictos entre el pueblo de los componentes kurdo y árabe en la región, y trataron de incendiar aún más la situación.
La conciencia y la solidaridad de los componentes de la región en ese momento contribuyeron a eliminar los conflictos, pero los regímenes hostiles a la voluntad y el proyecto de la nación democrática no han detenido sus intentos hasta el día de hoy, y tal vez los intentos de crear conflictos en Deir ez-Zor en agosto de 2023 sean un ejemplo de ello.
El jefe del Consejo de la Tribu Árabe Taiy, y miembro de la Notable de la Región del Norte y Este de Siria, Hassan Al-Farhan Al-Taiy, explicó que "los componentes de la región siempre han vivido dentro de los valores de la hermandad y han conservado el tejido sirio, pero las fuerzas del régimen sirio y a través de sus medios de comunicación desempeñaron un papel importante en la difusión de conflictos".
Hassan Al-Farhan Al-Taiy hizo hincapié en: "El levantamiento del 12 de marzo representó un punto de inflexión y un serio y nuevo comienzo para la lucha pacífica del componente kurdo y se convirtió en un faro para todo el pueblo sirio frente a la máquina de asesinato y opresión que ha gobernado durante décadas".
Al-Taiy declaró que: "Las políticas y los planes continúan hasta el día de hoy, y los eventos de Deir ez-Zor y las políticas especiales de guerra que son gestionadas por varios partidos, ya sea el gobierno de Damasco y varios partidos externos como Turquía, para desestabilizar la seguridad y la estabilidad de la región y difundir el caos para luchar contra el proyecto democrático en el que participan todos los componentes, representados por la Administración Autónoma, es una prueba irrefutable de ello".
Hassan Al-Farhan Al-Taiy hizo hincapié en su adhesión, como tribus árabes, a la unidad y la solidaridad, como siempre lo han sido durante la crisis siria, para disuadir a todos los proyectos de sedición y preservar los logros logrados durante la revolución en el norte y el este de Siria.