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Un atlas de todos los seres vivios*

Por Teodoro Rentería Arróyave 

A mi nieto benjamín, mexicano-catalán, Arnau Rentería Vila por el portento de su tocayo y paisano Arnau Sebé Pedrós
 

Barcelona, la ciudad capital de Catalunya, se ha convertido en un centro científico de primer nivel, sobre todo en medicina y biología, es seguro que a partir de ahora que se ha anunciado el proyecto más ambicioso y sorprendente de la historia que, a primera intención parecería improbable llevarlo a cabo, según los escépticos; nosotros como periodistas que somos apasionados de estos temas que van en la dirección comprometida de preservar la salud de la humanidad, estamos ciertos que alcanzará el éxito que se han trazado un grupo de médicos lidereado por el joven biólogo catalán, Arnau Sebé Pedrós. 

Neuronas motoras observadas en el microscopio. ISTOCK. National Geographic


Se trata de crear “El Atlas de todos los seres vivos célula a célula”. A la convocatoria de  Arnau Sebé Pedrós, ha respondido un abigarrado grupo de los mejores científicos del mundo, quienes se reunieron el pasado 15 de mayo en Barcelona para conocer, aprobar e iniciar los estudios y trabajos de investigación  correspondientes; por lo pronto ya cuentan con 3.6 millones de euros que han donado los esposos, Gordon y Betty quienes sostienen la Fundación Gordon y Betty Moore de la ciudad de Palo Alto, California, Estados Unidos, Gordon es el cofundador de la empresa Intel, líder mundial en semiconductores. 

La tarea que se han impuesto estos “sabios” es enorme, ¿cuánto tiempo les llevará? no lo sabemos, es probable que concluya tras varias generaciones. Precisemos, se trata de “estudiar cada especie de ser vivo, célula a célula, para completar un Atlas capaz de iluminar la evolución de la vida en la Tierra y el origen de fenómenos como el pensamiento humano y las enfermedades”. 

En efecto, la idea, la iniciativa, que parece una locura porque a primera intención sería inalcanzable, surgió en la mente de Arnau Sebé Pedrós, un biólogo nacido hace 37 años en el pueblo leridano de La Fuliola. Se ha dedicado a estudiar las células, sin embargo, su auténtica pasión es la ornitología que vive, que es su obsesión, viaja constantemente a lugares exóticos e “intenta ver absolutamente todas las especies de aves, aunque tenga que dedicar una semana a perseguir un anodino pájaro marrón. Esa ambición totalizadora podría explicar su determinación para realizar lo que ha denominado ‘El Atlas Celular de la Biodiversidad’”. 

Sebé Pedrós es investigador del Centro de Regulación Genómica, ubicado frente a la playa barcelonesa del Somorrostro, un lugar ocupado por chabolas -chozas-, hasta 1966 y hoy es sede de media docena de institutos científicos de vanguardia. 

El despacho del biólogo es pequeño y sobrio. Tres medusas, llamadas Gary, Gerry y Cherry, suben y bajan en una pecera circular. Sentado frente a ellas. El investigador proclama que su proyecto ha dejado de ser un sueño inalcanzable.  

Sebé Pedrós ya fue noticia mundial en septiembre pasado. “Su equipo analizó célula a célula las cuatro especies conocidas de placozoos, unas extrañas criaturas animales con forma de tortita minúscula. Son organismos marinos de apenas un milímetro, con unas 50.000 células cada uno, que se separaron del grupo de los humanos hace 800 millones de años. El trabajo minucioso de Sebé Pedrós y sus colegas ha revelado que esos seres diminutos, carentes de cerebro y de cualquier otro órgano, poseen algo parecido a las neuronas, las células responsables del pensamiento humano”. 

Ahora el biólogo argumenta para justificar la urgencia de crear el Atlas Celular de la Biodiversidad, porque desvelaría o descubriría la multitud de secretos de la naturaleza. “Tenemos que estar preparados para toparnos con hallazgos inesperados. Nuestro estudio de placozoos lo hicimos para entender la evolución de las neuronas y el sistema nervioso. Esa motivación naturalista es lo que más me gusta. Somos exploradores”, sostiene. 

Al iniciar este proyecto que se gesta en Catalunya, calificado muy bien, como el más ambiciosos de la historia, puesto que se trata de cartografiar por completo la variedad celular de los organismos, el joven científico Arnau Sebé Pedrós, explica, además: “Nos interesa saber cómo funcionan los genomas, más allá de sus secuencias lineales”, para conseguir esta información, los laboratorios utilizan tecnologías de Single-cell transcriptomics, que permiten medir los genes que se expresan en cada una de las células del organismo, de ahí nuestro proyecto “de célula a célula”. “Tenemos estas tecnologías y tenemos también los genomas secuenciados, que han sido una revolución de los últimos años. En este sentido, ¡Es genial!”, remata Arnau.

 

Los secretos de la mente humana, el origen de fenómenos como el pensamiento humano y las enfermedades nos serán revelados, indudablemente, con este Atlas Celular de la Biodiversidad ¿Quién lo logrará? la propia mente humana, la inteligencia humana, de ninguna manera la llamada “inteligencia artificial”, y nuevamente lo reiteró esa “inteligencia artificial”, es una herramienta y nada más, creada precisamente por la propia mente humana. 

*Las informaciones han sido tomadas de varios medios internacionales. 




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