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Vivir de

Por Samuel Schmidt

Hay dos conferencias dictadas por Max Weber en 1919 que se usan como gu铆a para diferenciar a dos tipos de pol铆ticos: el pol铆tico que vive de la pol铆tica y el que vive para la pol铆tica. La diferencia entre ellos, por supuesto, es sustancial.

Yehezkel Dror, en su ensayo sobre los pol铆ticos que se requieren para salvar a la humanidad de si misma, se refiere a Weber pero anota un elemento central; el pol铆tico debe responder al llamado para actuar de una forma altruista.




Fernando Savater hace una apolog铆a del ego铆smo porque debe arrancar lo mejor de cada individuo, pero lo condena en los pol铆ticos, ciertamente contradice el llamado al que se refiere Dror.

Esto implica, agrego yo, que ese pol铆tico de Dror debe mezclar las dos formas weberianas y debe responder y actuar de forma altruista, debe desprenderse del ego铆smo, no solamente el personal, sino inclusive aquel que lo lleve a ver su acci贸n estrictamente a favor de su comunidad, porque corre el riesgo de defender y promover intereses tribales, que se contraponen al bien de la humanidad.

Adivin贸 usted bien, este tipo de pol铆tico no abunda, por eso Dror sugiere que debe prepar谩rseles para atender los serios riesgos para la sobrevivencia de la especie humana que est谩 generando la metamorfosis que esta viviendo la humanidad. Ya sea la investigaci贸n que genera virus que pueden decimar a la humanidad, avances tecnol贸gicos que pueden alargar la vida humana pero que la pueden poner en peligro. Nuestros pol铆ticos por lo general carecen de inteligencia y visi贸n de futuro para enfrentar los riesgos profundos, como est谩 sucediendo con la inteligencia artificial, que no se sabe de que manera afectar谩 a la vida sobre el planeta.

Si aterrizamos en M茅xico encontraremos tal vez lo que podr铆a ser el peor pol铆tico posible, no solamente por su ego铆smo, que vive de la pol铆tica, sino que la defensa de valores tribales les puede parecer avanzado, debido a que defienden valores familiares, o sea ver la manera de beneficiar a la familia.

En 2004, Esteban David Rodr铆guez public贸 el libro Los due帽os del Congreso: el poder legislativo, secuestrado por dinast铆as familiares y clanes del dinero, donde analiza por partido pol铆tico cu谩l de ellos registra el mayor n煤mero de familias que se apoderan de las curules, se las transfieren entre familiares y hasta en los brincos entre las c谩maras.

Pero como los pol铆ticos van muy por delante de los acad茅micos, ahora resulta que esas familias rebasan el poder legislativo y hasta se expanden geogr谩ficamente. Un ejemplo es la familia Monreal, que tiene un senador, un gobernador, un presidente municipal en Zacatecas y promueve a una hija para alcaldesa de la Ciudad de M茅xico.

El clan Batres ya cubre el poder ejecutivo y legislativo de la CDMX y alcanz贸 a ocupar una posici贸n en la Suprema Corte.

La familias Beltrones y Calder贸n tienen lo suyo. Nacionalmente se ha destapado ese apetito de las c贸nyuges por suceder a la pareja; intent贸 Margarita Calder贸n, Mari Carmen S谩nchez y encontramos varios casos en Puebla y otros lugares. El gobierno en familia.

El poder judicial le gan贸 a todos, se volaron la barda, porque colocan a los miembros de sus familias intercambi谩ndose favores entre s铆, de tal manera que violentan el nepotismo prohibido por ley, porque dicen que ellos no nombraron a sus familiares en 谩reas bajo su responsabilidad. Hasta parece la canci贸n de Chava Flores Llegaron los gorrones,

Por qu茅 hay tanto invitado
Ver谩 que tres los trajo aquel,
Que aquellos seis son de Miguel
Y cien de un diputado


 Yo soy amigo de la hermana de un se帽or que no vino a la fiesta
Pues yo soy cuate del sobrino de Nabor que toca con la orquesta
Cu谩l orquesta si aqu铆 hay puro mariachi,


Y ese es hermano de la criada que est谩 aqu铆
¡Y hasta le di贸 la llave!

 

Hay quien sostiene que buscan una curul para tener fuero, lo que en parte es cierto, pero creo que el ego铆smo, la sed de poder, seguir viviendo de la pol铆tica, aprovechar las ventajas que dar tener informaci贸n confidencial y colocarla entre los inversionistas, o hacer sus propios negocios.

La pol铆tica otorga impunidad y lo que podr铆amos considerar tr谩fico de influencia pol铆tica. Por esta condici贸n sostengo que ni siquiera encontramos valores tribales los que por si mismos previenen la creaci贸n de conciencias nacionales o de la humanidad entera.

La ONU que no se distingue por su eficacia sostiene que la equidad para la mujer tardar谩 varias centurias. La humanidad requiere de un nuevo pol铆tico que se preocupe por el mundo que recibir谩n las nuevas generaciones creando las condiciones actuales que generen florecimiento econ贸mico, cultural y por supuesto, una pol铆tica altruista guiada por valores humanitarios y que buscan el bien generalizado.

Es hora de ir pensando en eso a la hora de votar por los gobernantes de hoy para evitar los males del ma帽ana.

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