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La recuperación del Chocó: Una red de interacciones que renuevan la esperanza


Fundación de Conservación Jocotoco

La recuperación del Chocó: Una red de interacciones que renuevan la esperanza
Imagina que estás en un magnífico bosque en la selva tropical, que te rodea con inmensos árboles nativos, bejucos y lianas. Un entorno único, donde el sonido natural te cautiva y donde a cada paso descubres la belleza de las extraordinarias especies que alberga. Pájaros, anfibios, mamíferos, reptiles, insectos y cientos de plantas tienen su hogar aquí. Cada especie, grande o pequeña, contribuye a la compleja red de interacciones que sustenta la vida. Así es el Chocó de tierras bajas, uno de los ecosistemas más importantes y más amenazados del planeta.

jocotoco.org.ec


"El Chocó tiene casi el mismo nivel de biodiversidad que la Amazonía, pero está mucho más amenazado. Esta zona es el único lugar en Ecuador donde aún encontramos poblaciones sanas de jaguares, águilas arpías, osos hormigueros gigantes y pecaríes barbiblancos. En nuestra reserva Canandé, protegemos una gran porcentaje de aves endémicas y al mono araña de cabeza marrón, que está En Peligro Crítico, del cual se estima quedan menos de 500 individuos. En lo referente a plantas, el Chocó es el sitio más diverso y más importante en las Américas. En una hectárea (2,5 acres), encontramos 300 especies diferentes de árboles y 60% de ellas son endémicas" resalta Martin Schaefer, director general de Fundación Jocotoco.

Lamentablemente, este bosque se ve afectado por graves amenazas, principalmente la deforestación a causa de la expansión de las empresas madereras y la ampliación de la frontera agrícola y ganadera.

"La deforestación industrial corta todos los bosques para hacer tríplex, el producto más barato y con menos tiempo de vida que se puede hacer con madera. Además, los bosques de la zona ahora son sembríos, principalmente de palma. Entre 20 y 25% de los árboles del bajo Chocó son endémicos, entonces, al perder este bosque, esas especies se van a perder y son irremplazables." explica Martin.

Esta crítica realidad nos impulsó a asumir el reto de proteger los últimos remanentes del bajo Chocó en Ecuador, estableciendo un corredor de conservación que une nuestra reserva Canandé, que cubre actualmente 15.450 hectáreas (38 mil acres), con el Parque Nacional Cotacachi - Cayapas y el refugio de vida silvestre el Pambilar, que son áreas protegidas del Estado.

Sabemos que salvar el Chocó es posible, pero para lograrlo hay que volver a escuchar a la naturaleza y dejar que sea ella quien guíe su proceso de recuperación. Por eso surgió el Chocó Lab, la primera estación científica en el bosque bajo del Chocó. Ahí funciona el proyecto Reassembly, que se dedica a estudiar cómo se restablecen las redes de interacciones a medida que vuelve a crecer el bosque. Es un esfuerzo conjunto de 20 universidades, ecuatorianas y extranjeras.

"Aquí trabajamos todos en conjunto. Los investigadores con los parabiólogos, que con el conocimiento natural que tienen, porque crecieron aquí, nos ayudan muchas veces a cambiar ciertas perspectivas para que el proyecto funcione mucho mejor. Los guardaparques que rodean el bosque y contribuyen a tener información importante y a cuidar los bosques. Nuestros vecinos también nos ayudan. Así se puede ver la red de interacción que existe, igual que en el bosque" destaca Katrin Krauth, administradora del Chocó Lab.

Los resultados obtenidos por el laboratorio son prometedores porque muestran que en solo una generación humana, alrededor de 20 años, podemos recuperar un ecosistema tan complejo como la selva del Chocó, hasta un nivel muy cercano al de un bosque maduro.

"Casi todo el bosque se encuentra en fases relativamente tempranas de recuperación. Si comparamos con otras regiones, la velocidad de recuperación forestal que vemos aquí es sorprendentemente alta. Por eso lo llamamos ´Reassembly', porque es el reensamblaje de todo el ecosistema y de toda la comunidad, lo que es muy importante en la recuperación del bosque", detalla Nico Blüthgen, investigador principal en el proyecto Reassembly.

Además, para analizar cómo esta red de interacciones se restablece naturalmente y para poder consolidar los esfuerzos de protección y conservación, fusionamos la ciencia con la vanguardia tecnológica.

"El Chocó Lab ha desarrollado métodos innovadores para investigar el bosque, a través de modelos de inteligencia artificial,que permiten registrar e identificar especies en la selva tropical. Hemos identificado unas 300 especies de aves y unas 60 especies de ranas en las grabaciones que estamos usando para los modelos de inteligencia artificial. Esos datos los vamos a emplear para mejorar estos modelos y los compartiremos de una manera abierta, 'open source', para que otros científicos puedan usar estos resultados y modelos, para medir la biodiversidad en sus zonas. La innovación que estamos haciendo es un beneficio para todo el mundo de la conservación, no es algo que vamos a monopolizar" reitera Martin.

Nuestra visión es holística, para poder proteger todo el ecosistema del Chocó y lograr que sobreviva para las generaciones futuras, el trabajo en red con las comunidades vecinas es fundamental. Así, aumentamos la conectividad y reducimos las amenazas más grandes a los remanentes de bosque.

Trabajamos cercanamente con la nacionalidad Chachi que se encuentra en el corazón de este corredor de conservación y custodia un territorio colectivo de más de 100 mil hectáreas. Como vecinos brindamos apoyo en el manejo sostenible de sus territorios y respaldamos sus esfuerzos para protegerlos y revitalizar sus formas de vida vinculadas a la naturaleza, que les permiten mejorar sus ingresos económicos y su calidad de vida.

"Todos podemos conseguir mucho más, colaborando con nuestros vecinos para proteger los recursos naturales de los que dependemos hoy y en el futuro. Lo que vemos en la reserva Canandé nos da esperanza. En tan solo 20 años el ecosistema de la selva se está recuperando y esto es un ejemplo de que la naturaleza tiene mucha resiliencia. Si seguimos invirtiendo recursos para protegerla podemos salvar la riqueza natural de nuestro mundo y podemos brindar esperanza, a esta y a generaciones futuras", concluye Martin.

¿Quieres brindar esperanza y ayudarnos a salvar el bosque? Apoya nuestra gestión de conservación y dona para #SalvarElChocó

https://www.jocotoco.org.ec/wb#/ES/LaFundacion




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