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València Animal Save vuelve a mostrar en pleno centro la realidad que conlleva comer animales

OPINIÓN de Diego Nevado Martínez


"Los mataderos son lugares sucios y mugrientos. Hay heces de animales en el suelo, ves y hueles tripas, y las paredes están cubiertas de sangre. Y el olor... Te chocas con él como si fuera un muro cuando entras por primera vez y luego permanece en el aire. El olor de los animales moribundos te rodea como vapor".




Este es el demoledor testimonio público de una veterinaria que acudía a un matadero.

Pronto empezó a sufrir pesadillas por lo que presenciaba en el interior del matadero. "Al final de la línea de sacrificio había un gran hueco que estaba lleno de cientos de cabezas de vacas. Cada una había sido desollada y toda su carne vendible eliminada. Pero todavía tenían sus globos oculares. Cada vez que pasaba por ahí, no podía evitar sentir que tenía cientos de pares de ojos mirándome", dice la veterinaria.

Uno de los testimonios más terribles no lo vivió ella, sino un matarife: "Nunca olvidaré cuando, llevando yo algunos meses en el matadero, uno de los chicos abrió una vaca recién sacrificada para destriparla y el feto de una ternera cayó de ella. Estaba preñada. El joven empezó a gritar y tuve que llevarlo a una sala de reuniones para calmarlo; lo único que podía decir era: 'Simplemente, no está bien, no está bien', una y otra vez".

Lo que supone la terrible y sádica industria de trata de animales, poca gente lo quiere presenciar, pues poca tendría estómago para meterse un trozo de carne, pescado, yogur, huevo u otros productos de origen animal si realmente viera todo el horror desde el primer aliento torturados, hacinados y modificados genéticamente en esos campos de concentración similares a los que llevaban a cabo los nazis.

Respecto a esto, personas altruistas con ganas de ayudar a las incontables víctimas de esta alimentación antinatural salen a la calle a mostrarlo y a dar información a la gente de lo sencillo que es dar el paso al veganismo. 

El pasado viernes activistas de València Animal Save volvieron a mostrar en la céntrica plaza de la Virgen de Valencia duros vídeos de la industria "alimentaria".

Realmente el mundo podría ser maravilloso. Quienes lo convertimos en miserable, cruel e insoportable somos los seres humanos.

"Nuevamente, hemos salido a la calle a realizar nuestra acción más habitual consistente en mostrar las consecuencias que les ocasiona a los animales ser considerados como objetos con los que sacar un beneficio económico por parte de las empresas cárnicas, pesqueras, lácteas y las que venden huevos y también de haber normalizado que sean  parte de la alimentación", ha explicado a los medios María Jesús Puertes, una de las coordinadoras de València Animal Save.

"En la tarde del viernes nos hemos vendado los ojos en un acto simbólico representando que tristemente para los demás animales la inmensa mayoría de la sociedad no ha visto la violencia y sacrificio de millones de seres sintientes que conlleva comer animales ni ha reflexionado acerca de la posibilidad de llevar un estilo de vida vegano en el que no se consuman alimentos de origen animal ni se opriman o usen para ningún fin como podría ser: espectáculos, vestimenta, diversión, experimentación, compraventa, transporte ni salir a acabar con sus vidas en actividades como la pesca o la caza en su tiempo de ocio", zanja la coordinadora. 

VÍCTIMAS INCOMPRENDIDAS, HUMILLADAS Y ESCLAVIZADAS DESDE EL PRIMER MOMENTO DE SUS VIDAS 

¿Te imaginas nacer para que alguien por ti decida hacer de tu existencia un infierno para obtener un beneficio? 

Pues simplemente tienes que ponerte en la piel de los animales para comprender que es injusto, pues la empatía consiste en ponerse en el lugar del otro, en este caso un animal cuyo único interés es ser libre. 

Claro que se puede vivir saludable excluyendo todos los productos de origen animal y de hecho es mejor para la salud y así lo han tenido que reconocer múltiples nutricionistas, pediatras o asociaciones representantes como la academia Americana de nutrición y dietética o la asociación española de pediatría (entre muchísimas otras).

El pasado jueves pasando por el centro comercial nuevo centro observaba como todas las niñas y niños querían acariciar y hacerse una foto con la tierna vaquita del ale-hop, pero desconocen totalmente y se le oculta de manera intencionada el infierno que tienen que soportar en los lácteos o la sanguinaria industria cárnica. 

¿Ocultarles a la infancia la realidad de los demás animales para que crezcan, haciéndoles sufrir y destrozando el planeta sin saberlo? 

Ellos son inocentes y tienen empatía con todos los animales con los que crecen en los entretenidos dibujos de animales felices, los mismos animales torturados hasta la muerte por la industria de trata de animales. 

Mínimo 3.000 animales mueren cada segundo para consumo humano, a lo que hay que añadir las toneladas de animales marinos asfixiados en la industria pesquera lentamente y suponiendo las redes de pesca casi la mitad de plásticos en el mar, liquidando a otros animales marinos. 

El veganismo va más allá porque también excluye todo el resto de desgracias a las que sometemos a los animales como la industria peletera, cuero, lana, seda, miel, una interminable lista de entretenimientos o la inútil experimentación animal de la que pronto València Animal Save realizará en la propia plaza de la Virgen una línea silenciosa cuya información pondré al final del artículo para que participes o al menos, vengas a charlar con las activistas que fuera estarán dando información.

DAR CAMBIOS ES NECESARIO Y MUY SENCILLO 

Si algo no me cabe duda escribiendo este artículo es que cualquier persona que lo lea no querría estar en el lugar de los más indefensos, los animales sometidos a la maldad humana.

"La trata de humanos y no humanos está, pareja casi con la mafia de la droga, en aquello que nutre el grueso y oscuro capitalismo que está destruyendo la tierra, el abstracto y desde cada consumidor y sus hechos y pasos", aparece en un artículo de opinión firmado por el poeta antiespecista Ángel Padilla en uno de los artículos de opinión que nos publicó para siglo XXI.

La urgencia climática que estamos atravesando avanza cada vez más y uno de los mayores motivos está en la cruel y destructiva ganadería, la pesca o industrias como la peletera. 

¿Cuánta agua se destina a los animales que se crían para explotar cuando a la gente dice preocuparle la sequía o cuantos recursos vegetales, soja y cereales hacen falta para criar animales explotados? 

Si esos recursos directamente fueran a los humanos habría para alimentar diez veces a la población y por eso existe el hambre en el mundo y lo confirma hasta la ONU: "una alimentación completamente vegetal es necesaria para salvar al mundo del hambre, escasez de combustible y crisis climática. 

¿Cuánto contaminan los barcos pesqueros o casi la mitad de plásticos encontrados en los mares por culpa de las redes de pesca?

Respecto a la salud, ya he explicado antes la posición de las fuentes expertas por mucha ignorancia que tengamos que soportar por parte de personas prejuiciosas y que solamente buscan hacer mal durante su existencia, pues lo que les molesta es el veganismo sin saber ni por qué, sin tener la más mínima información y especialmente utilizando una cínica e inexistente preocupación por los niños que además de estar sanísimos y crecer en la verdad, a esa misma gente no le preocupa la obesidad infantil o los niños que de verdad se alimentan de manera perjudicial (tampoco les he visto nunca hablar del problema de la anorexia o la bulimia).


JUICIO POR VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES CONTRA LA INFANCIA VEGANA

Gracias a la asociación Feumve (búscala en redes sociales) en abril habrá un juicio frente a un juzgado de primera instancia por la discriminación que un colegio creó contra dos niñas veganas de manera intencionada negándoles algo tan sencillo como un menú vegano de calidad con excusas incoherentes y actitudes que quedan muy lejanas a lo que se espera de un centro educativo, pues al final se han tenido hasta que cambiar de colegio por sentirse señaladas y sufrir bullying por culpa de la actitud fomentada en el centro. 

Sin embargo, cuando somos pequeños todo el mundo nos dice que tenemos que comer verduras, cereales o legumbres para crecer sanos, pero luego quien lo hace tiene que ser perseguido. 

Además a este centro escolar (cuyo nombre tienes en las redes sociales de la asociación) se les ha ofrecido incluso un catering gratuito con "pollo" vegano y otros productos, pero ni aún así han querido eliminar sus prejuicios, su orgullo y su odio a dos niñas que al saber la realidad de los animales no quieren perpetuarla (ojalá a todas las niñas y niños se les explicara toda la realidad y veríamos cuanta gente quería seguir ingiriendo esa comida de crimen).

En consecuencia, además de hablar de los derechos de los animales, este tema también influye a los derechos de la infancia y a los derechos humanos, pues me imagino que la gente que nos lea (independientemente de si es vegana o no) estará en contra de las actitudes discriminatorias y del bullying. 

En definitiva, este caso tiene que ganarse sí o sí y te invito a colaborar con la asociación para llevar a cabo su labor de defensa a la infancia vegana y el procedimiento que tendrá lugar a finales de abril bajo la dirección letrada de la abogada animalista Lola García. 





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