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Venezuela: elecciones, mentiras e incomprensiones

Por Omar Rafael Garc铆a Lazo*       

Venezuela se prepara para un proceso electoral complejo y decisivo. Todo el andamiaje medi谩tico corporativo occidental ya ha desatado su campa帽a para desacreditar los comicios y estigmatizar la Revoluci贸n Bolivariana.



Demostrado est谩 el ensa帽amiento estadounidense contra la Venezuela chavista. El desajuste geopol铆tico que provoc贸 la emergencia del ideario bolivariano y la pr谩ctica pol铆tica de Hugo Ch谩vez puso en alerta a Estados Unidos. Desde 1998, cuando el candidato Hugo Ch谩vez derrot贸 electoralmente a la diversa e incoherente derecha venezolana, los gobiernos de Estados Unidos no han dejado de buscar v铆as para derrotar este proceso.

Todas las cartas han estado en la mesa. Intentos de asesinato, terrorismo, guerra econ贸mica, campa帽as medi谩ticas, financiamiento a la oposici贸n, aislamiento diplom谩tico, amenaza militar, son algunas de las t谩cticas usadas contra Venezuela, muchas veces de forma combinadas, con expresiones coyunturales de alto impacto.

Lo ocurrido en abril de 2002 anunci贸 todo lo que vendr铆a. En aquel momento, durante su primer mandato, Ch谩vez enfrent贸 un golpe de Estado que fracas贸 gracias a su sagacidad y valent铆a, a la denuncia oportuna de Fidel Castro, a la movilizaci贸n popular, y a la lealtad de los principales mandos militares. Desde entonces, la subordinaci贸n de la derecha venezolana, con todo su poder econ贸mico y medi谩tico, a los planes agresivos de EE.UU., ha sido total.

Tras el fiasco golpista, la CIA y la 茅lite venezolana desarrollaron un paro petrolero que puso en tensi贸n al pa铆s durante meses. Las consecuencias econ贸micas, sociales y pol铆ticas a煤n persisten. Sin embargo, la extraordinaria capacidad pol铆tica de Ch谩vez le permiti贸 derrotar esta otra ofensiva.

Al morir el Comandante, el proceso continu贸 bajo la conducci贸n de Nicol谩s Maduro, quien tampoco ha tenido sosiego. La ofensiva estadounidense ha incluido la arremetida econ贸mica con el bloqueo a las exportaciones de petr贸leo y a las importaciones de medicamentos y alimentos; el ataque a la moneda, la inflaci贸n inducida, la complicidad de parte del empresariado nacional, el robo de activos nacionales en el exterior, y los ataques a la infraestructura el茅ctrica y energ茅tica.

En paralelo, las agencias estadounidenses con la colaboraci贸n de aliados regionales han desarrollado planes subversivos que derivaron en violentos enfrentamientos superados gracias a la determinaci贸n y la transparencia del Gobierno, que super贸 acciones armadas provenientes del exterior.

El protagonismo de Washington ha sido incuestionable. Basta recordar aquel indignante cap铆tulo de la pol铆tica estadounidense marcado por la creaci贸n de un “presidente interino” en Venezuela, Juan Guaid贸, quien, adem谩s de “gobernar” en las p谩ginas de los medios de comunicaci贸n occidentales y sus adl谩teres latinoamericanos, y romper las reglas del sistema de relaciones internacionales, sirvi贸 para robar de manera burda parte importante de los activos econ贸micos que el Estado venezolano ten铆a en el exterior.

La comparsa de Corina

Esta vez, la direcci贸n principal del ataque medi谩tico y pol铆tico se centra en la inhabilitaci贸n de Mar铆a Corina Machado, l铆deresa de un min煤sculo sector de la “oposici贸n” venezolana.

Sobre Corina Machado hay que subrayar varios elementos. En primer lugar, tras la algarab铆a por su inhabilitaci贸n, continu贸 su “carrera electoral” designando una sucesora, lo que evidencia que es consciente de la legitimidad de la sanci贸n y sabe que debe mantenerse en el “juego pol铆tico” porque, ni ella es la l铆deresa que nos pintan, ni es la 煤nica candidata antichavista.

La llamada oposici贸n venezolana, como tal, no existe. Durante a帽os, las divisiones, las contradicciones, el choque de intereses grupales y personales, y las ambiciones econ贸micas han caracterizado a los grupos que confrontan al chavismo. Indudablemente, esa cualidad gen茅tica que distingue a la “oposici贸n” ha sido bien aprovechada por los seguidores de Ch谩vez.

Volviendo a Corina Machado, se debe a帽adir algo que los medios han obviado con alevoso cinismo. Cualquier pa铆s bajo agresi贸n permanente hubiera inhabilitado a una candidata que, adem谩s de exigir una intervenci贸n armada contra su propio pa铆s, fue parte del entramado de corrupci贸n que desangr贸 a Venezuela y que fue liderado el exdiputado Guaid贸.

Juntos, Corina y Guaid贸, adem谩s de facilitar el despojo de activos venezolanos en el exterior, entre ellos las empresas Citgo y Mon贸meros, con un da帽o al patrimonio de la Naci贸n por m谩s de 30 mil millones de d贸lares, metieron en sus bolsillos cifras indeterminadas de dinero proveniente de estas ilegales acciones.

Con este pedigr铆, en cualquier pa铆s Mar铆a Corina Machado podr铆a estar presa. Sin embargo, goza de libertad gracias a la “dictadura chavista”, y contin煤a destilando odio, apoyada incluso por fascistas europeos.

Elecciones y pretensiones

El proceso electoral venezolano es hoy el carril que privilegia Estados Unidos para impulsar en el corto plazo sus planes antivenezolanos. Washington apuesta al desgaste del chavismo y al cansancio de la poblaci贸n, castigada por los efectos de la guerra econ贸mica. Todo combinado con los planes subversivos y las campa帽as medi谩ticas.

Esas son sus principales cartas, pues tiene completa seguridad de que la divisi贸n de la derecha no permite derrotar en las urnas a la Revoluci贸n Bolivariana.

La apuesta estrat茅gica de Washington se afinca en mantener la narrativa de la “dictadura venezolana” para justificar sus medidas de guerra econ贸mica; aislar progresivamente al Gobierno y al PSUV; debilitar el liderazgo de Maduro; desvirtuar el simbolismo del chavismo frente a su pueblo y los pueblos latinoamericanos; desarticular la integraci贸n regional atacando uno de sus principales ejes; y provocar roces y deslindes al interior de la izquierda regional, sobre la base de falsos preceptos democr谩ticos “as茅pticos” que, aunque vigentes para algunos, carecen de toda legitimidad.

Caer en una injusta y superficial cr铆tica contra el proceso venezolano y sus pr贸ximas elecciones, sin tener en cuenta el contexto, los antecedentes, los actores y la trascendencia de su desenlace, es un ejercicio contraproducente; m谩s cuando, parad贸jicamente, durante estos 25 a帽os de Revoluci贸n, se desarrollaron cerca de 30 procesos electorales entre presidenciales, regionales, legislativos y tambi茅n referendos, en los cuales la oposici贸n ha tenido triunfos parciales, siempre respetados.

Si la Am茅rica Latina y el Caribe, en medio de sus tel煤ricas disputas, ha llegado hasta este momento de hoy, se debe, en gran medida, a la resistencia de la Revoluci贸n Bolivariana que, como toda obra humana, tiene sombras, pero como pidi贸 Jos茅 Mart铆, los agradecidos vemos solo la luz. No es fe ciega, es historia y pol铆tica.

*Omar Rafael Garc铆a Lazo
Analista politico internacional
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