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Activistas realizan en Valencia una línea silenciosa defendiendo a todos los animales acuáticos

Un grupo de activistas del colectivo antiespecista València Animal Save se han concentrado en la céntrica plaza de la Virgen de Valencia realizando una línea silenciosa en defensa de todos los animales acuáticos concienciando a favor de la liberación animal.





Las personas vestidas de negro han mostrado  imágenes de la realidad que sufren los animales en la industria de explotación, mientras otras activistas conversaban informando del sufrimiento de los animales y explicando el veganismo, "una filosofía de vida con cada vez más tendencia en la sociedad", dicen.

Desde València Animal Save han aprovechado este acto para volver a pedir la paralización inmediata de la granja de pulpos que se pretende abrir en Gran Canaria contando incluso con el rechazo de diferentes científicos y veterinarios.

Además, han vuelto a reclamar el cierre de todos los acuarios donde los animales en lugar de estar en su hábitat permanecen en cautividad y son entrenados duramente para espectáculos de entretenimiento explicando el colectivo que el oceanográfico de Valencia es el mayor delfinario de Europa.

La bióloga Valenciana Rosa Más explica que, tanto a nivel de crueldad como de impacto medioambiental, la industria pesquera es insostenible. 

«Los animales acuáticos se comunican entre sí y, al igual que entre los pájaros, el sonido juega un importante papel en la vida subacuatica. Lo que podemos percibir como gruñidos, silbidos, incluso vocalizaciones, son elementos básicos en diversas etapas o situaciones, incluyendo reproducción, alimentación y defensa del territorio, si bien apenas estamos empezando a apreciar la complejidad involucrada y a tener una idea rudimentaria de lo que está sucediendo en el ambiente acústico bajo el agua", explica.

"Por otra parte, La preocupación por la conservación de los ecosistemas acuáticos es contradictoria con el uso de los animales que en ellos viven, pues la pesca causa graves perjuicios sobre fondos de ríos, lagos y mares; consecuencia de considerar al entorno y a los demás animales como fuente de recursos que solo tienen valor según el beneficio que se pueda sacar de ellos. Cuidarnos implica cuidar la naturaleza y aprender a respetar a sus habitantes", zanja la bióloga.


PROMUEVEN LAS ALTERNATIVAS VEGETALES



"Hemos realizado este acto mediante cartelería referente a la pesca, a los pulpos y relacionada con el consumo de animales acuáticos en general mostrando la agonía y crueldad que representa para ellos ser sacados del agua con el fin de terminar formando parte del menú de la mayoría de las personas, alimentación que perfectamente puede ser vegana para todas las edades y sin tener carencias nutricionales si sabes cómo hacerlo correctamente por lo que también estuvimos orientando a las personas que quieren dar el paso y no se atreven o a las que no se lo habían planteado antes, pero al darse cuenta de la sintiencia y daño hacia las demás especies animales deciden cambiar sus hábitos alimenticios", ha declarado a los medios la coordinadora del colectivo, María Jesús Puertes.

"Los pulpos, los crustáceos, los peces... poseen capacidad de sentir dolor y asfixia. Comer animales conlleva millones de víctimas no solo las que acaban en los platos sino también por culpa de las capturas accidentales de otros animales que no se destinan al consumo humano, pero se quedan atrapados en los restos de las redes de pesca de arrastre que, por otro lado, llenan de plástico el océano.
Invitamos a las personas no veganas a que empaticen, que conecten con otros seres sintientes y que tomen la decisión más ética y responsable porque nosotros podemos escoger no consumirlos, pero ellos están totalmente indefensos y la mejor manera de ayudarles es transicionar al veganismo", zanja la coordinadora.

Desde el colectivo promueven la liberación de todas las especies de animales y se muestran muy críticos con los sellos de bienestar animal y sostenibilidad que la industria está poniendo en sus productos además de reclamar que se deje de perseguir a las empresas que elaboran productos similares al pescado para disfrutar del sabor evitando el sufrimiento de los animales y el daño medioambiental derivado de ello.

Diego Nevado, portavoz de prensa en València Animal Save señala que el especismo está definido por la RAE como la discriminación por especie "damos un trato diferente a los animales según la especie a la que pertenecen y eso es completamente discriminatorio además de que se inculca desde la infancia mediante el ocultamiento de la realidad de los demás animales que evidentemente rechazarían desde su inocencia", declara a los medios.

"Teniendo todo tipo de alternativas deliciosas y nutritivas, ningún sentido tiene seguir financiando el horror y sufrimiento diario estos seres que se cuentan por toneladas y no necesitamos ningún tipo de alimentación que venga de los animales, pero tampoco vestirnos, experimentar o entretenernos. El consumidor es el que tiene el poder de cambiar las cosas, pues a nadie nos gustaría ser un animal con una vida impuesta de miseria y sufrimiento", zanja Nevado.

Uno de los documentales que recomiendan visibilizar, es Seaspiracy.




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