Por Lucha Internacionalista
Las elecciones europeas del 6 al 9 de junio vienen cruzadas por la profunda crisis econ贸mica del capitalismo, con la invasi贸n rusa de Ucrania y el genocidio del pueblo palestino. La pol铆tica de la Uni贸n Europea y de los gobiernos europeos es descargar sus consecuencias sobre los y las trabajadoras. Esto se expresa en todos los gobiernos de Europa, sean de derecha liberal como Macron en Francia o Montenegro en Portugal; o socialdem贸cratas como los de Pedro S谩nchez en el estado espa帽ol u Olaf Scholz en Alemania o los de ultraderecha de Meloni en Italia u Orban en Hungr铆a.
Estos gobiernos son c贸mplices de la masacre y el exterminio palestino, armando Israel, manteniendo con las instituciones y empresas israel铆s relaciones privilegiadas. Las declaraciones de 脷rsula von der Leyen de apoyo incondicional a Israel han tenido que ser matizas tras las enormes manifestaciones en toda Europa. A los imperialismos europeos se les caen la careta. Alemania es el segundo exportador de armas a Israel (30% del total), y su gobierno con socialdem贸cratas y Verdes defiende Israel contra la demanda de Sud谩frica ante el Tribunal Internacional de la ONU, mientras reprime con fuerza el enorme movimiento de solidaridad en apoyo del pueblo palestino, como hacen tambi茅n en Francia, Gran Breta帽a, Holanda o Italia.
Hoy la juventud europea, en el mismo movimiento iniciado por las universidades norteamericanas, ocupan campus universitarios para denunciar la complicidad de los gobiernos y las instituciones universitarias con el estado genocida de Israel. Al imperialismo le resurge el fantasma del Vietnam, donde las enormes movilizaciones de masas fueron esenciales para la derrota imperialista. Los pueblos ven en la lucha palestina el s铆mbolo de la lucha de los pueblos contra el imperialismo. La creciente represi贸n que hoy se aplica contra la solidaridad con Palestina ma帽ana la aplicar谩n contra las protestas sociales. Estamos con la resistencia palestina, por acabar con el estado sionista y su r茅gimen de apartheid. Por la ruptura de relaciones a todos los niveles con Israel. Por una Palestina libre del rio hasta el mar.
Si para los intereses imperialistas Israel es una parte estrat茅gica, ah铆 radica su impunidad, Ucrania es moneda de cambio en las negociaciones con el imperialismo ruso. Fue la resistencia del pueblo ucraniano que impidi贸 la ocupaci贸n completa de Ucrania en tres d铆as, la que oblig贸 al imperialismo norteamericano y los de la Uni贸n Europea a posicionarse. Ese apoyo militar con la entrega de armas no reduce lo m谩s m铆nimo el derecho del pueblo ucraniano a defenderse ante la agresi贸n del imperialismo ruso. En un enfrentamiento entre un imperialismo (sea mayor o menor) y un estado semicolonial como Ucrania, desde el rechazo a la OTAN, estamos del lado del pa铆s oprimido independientemente de su gobierno. Por la derrota de la invasi贸n rusa. Con la resistencia del pueblo ucraniano. Hemos realizado 4 convoyes de material y seguiremos apoyando de la izquierda antiautoritaria ucraniana y los sindicatos combativos.
La agresi贸n rusa ha conseguido el efecto contrario al que dec铆a perseguir, permitido a la OTAN renacer de su estado de coma tras la derrota de Afganist谩n. Un renacimiento con la entrada de nuevos pa铆ses a la Alianza y un aumento de los gastos militares generalizado. No es la entrega de armas a Ucrania la que justifica este aumento del militarismo. Cuando tambi茅n es harto evidente que tanto EE.UU. como la UE han limitado en env铆o de armas pesadas y municiones como de aviones de combate, mostrando que su centro es buscar una negociaci贸n con Putin y no su aplastamiento. La tendencia de los imperialismos europeos a perder peso espec铆fico se profundiza en manos a otros imperialismos, como el norteamericano, China o Rusia. Es evidente en t茅rmino econ贸micos y tambi茅n pol铆ticos, como el reciente retroceso de Francia en el 脕frica Subsahariana. Estamos contra el aumento de gastos militares, por la disoluci贸n de la OTAN y el fin de les bases del imperialismo norteamericano en Europa.
La crisis econ贸mica capitalista internacional lejos de estar resuelta todo indica que tiende a profundizarse. Con Alemania, motor de Europa, en recesi贸n. La Uni贸n Europea es un acuerdo entre estados al servicio de las multinacionales. Mientras la gran patronal consigue altos beneficios, las movilizaciones obreras del a帽o pasado reclamando el aumento de salarios ante la alta inflaci贸n, o las grandes movilizaciones para parar la reforma jubilatoria en Francia, fueron la respuesta obrera al deterioro de las condiciones laborales y de pensiones. Hace unos a帽os fueron las movilizaciones de los chalecos amarillos hace unos meses las movilizaciones del campo en toda Europa reflejan un empobrecimiento creciente tambi茅n de la peque帽a burgues铆a de la ciudad y del campo.
La Uni贸n Europea permite a las multinacionales un nuevo reparto del trabajo. Los estados mediterr谩neos como Portugal, el estado espa帽ol o Grecia, desmantelaron su capacidad industrial con la excusa de su falta de competitividad al servicio de reforzar el peso de los grandes industriales alemanes. Su destino en la nueva distribuci贸n del trabajo era convertirse en zona agr铆cola, de servicios y turismo, un sector que supone precariedad laboral, bajos salarios, desregulaci贸n de las condiciones de trabajo. Lejos de tender a igualarse las diferencias econ贸micas entre los pueblos, las diferencias particularmente con la crisis se intensifican. A trav茅s de los gobiernos capitalistas, las instituciones y las condiciones econ贸micas dictadas por el centro y con el instrumento del euro. El euro ha actuado sobre econom铆as m谩s d茅biles de Europa como una dolarizaci贸n bajo control alem谩n: ampliando las diferencias y impulsando la creaci贸n de una enorme deuda externa que para renegociar sus tramos obliga a los estados y a los gobiernos del sur a aplicar los planes que dictan las multinacionales alemanas y francesas
La Uni贸n Europea se levanta contra los y las inmigrantes. Mientras sus multinacionales, junto a las de otros imperialismos EE.UU., China o Rusia, saquean esos pa铆ses y mantienen a dictadores a su servicio contra los pueblos, la Uni贸n Europea- convierte sus costas en una fortaleza y es responsable de miles de muertes que se ahogan en el Mediterr谩neo. Financia a terceros estados sin importar que no respeten los m铆nimos derechos de los y las inmigrantes, para dificultar el acceso. Pero la UE sabe que la represi贸n no parar谩 la huida de miles del hambre, las guerras o las dictaduras. La muerte en el camino y la represi贸n policial es utilizada por las patronales de sectores como la agricultura, atenci贸n a personas mayores, hogar para imponer unas condiciones que no aceptar铆a un trabajador con convenio.
Las grandes movilizaciones surgidas al calor de la resistencia en la primera etapa de la crisis del 2008-2009, tuvieron su expresi贸n en la b煤squeda de nuevos referentes pol铆ticos, crecieron los Syriza en Grecia, Podemos en el Estado espa帽ol, Corbin en el laborismo brit谩nico, La Francia Insum铆sa o el Bloque de Izquierda en Portugal. Pero todas ellas fueron expresiones de un neoreformismo incapaz de responder a las necesidades de la clase obrera y los sectores populares, y, como subieron, se hundieron. Hoy, ante la nueva agravaci贸n de la crisis y las crecientes tensiones sociales que se van a producir, un sector del gran capital financia la extrema derecha que busca profundizar el ataque contra la clase obrera y las libertades democr谩ticas. El pasado 19 de mayo se exhib铆an en Madrid, Abascal de Vox, con Meloni, Le Pen, Morawiecki, Orab o Andr茅 Ventura, junto Milei de Argentina y Kast de Chile, para lanzar la campa帽a de las europeas.
Parar a la extrema derecha supone levantar una alternativa, desde la movilizaci贸n obrera y popular, Una alternativa de ruptura con el sistema capitalista.
Ni los trabajadores/as ni los pueblos pueden esperar nada bueno de la Uni贸n Europea. La Uni贸n Europa se configura como un club de estados y gobiernos capitalistas por eso los pueblos no pueden esperar que apoyen a los pueblos oprimidos. La UE no es reformable. Nuestra alternativa contra la Uni贸n Europea no pasa por volver a la soberan铆a de los viejos estados, sino por enfrentar el proyecto de la UE con una Europa de los y las trabajadoras y los pueblos, una Federaci贸n de rep煤blicas socialistas.
Por eso desde la UIT-CI, los socialistas revolucionarios llamamos a las y los trabajadores y a la juventud a seguir luchando contra los recortes sociales y por sus reivindicaciones en cada pa铆s y en todo Europa. Y en las elecciones europeas del 6 al 9 de junio, llamamos a no votar por los candidatos de los Macron, Pedro S谩nchez, Georgia Meloni, Olaf Scholz, ni a ning煤n candidato de los partidos capitalistas sean liberales, socialdem贸cratas o de la ultraderecha.
Llamamos a votar diciendo No al genocidio de Israel en Gaza. No a los recortes sociales. Llamamos a votar por la defensa de salarios y pensiones, contra la precariedad laboral y la brecha de g茅nero. En defensa de los servicios 100% p煤blicos. Basta de privatizaciones. Por la nacionalizaci贸n bajo control de los y las trabajadoras de la banca y las empresas estrat茅gicas. Por la derogaci贸n de las leyes de extranjeria: plenos derechos para los y las migrantes. Contra la destrucci贸n ambiental capitalista. Por la defensa de los derechos democr谩ticos, de las mujeres y del LGBTI. Por el derecho de autodeterminaci贸n de las naciones oprimidas. No al pago de las deudas. El dinero de las deudas y de aumento de impuestos a las grandes empresas para levantar un plan obrero y popular de urgencia. Solidaridad con los pueblos que luchan contra los imperialismos. Por gobiernos de trabajadores y trabajadoras.
Lucha Internacionalista (LI), del Estado Espa帽ol
Movimiento de Alternativa Socialista (MAS), de Portugal
Movimiento Liga Marxista Revolucionaria (M-LMR), de Italia
Partido de la Democracia Obrera (IDP), de Turqu铆a
Secciones de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) de Europa