Por Jorge Majfud
La Paz, Bolivia. 17 de julio de 1980—Los narcotraficantes presionan a la presidenta Lidia Gueiler para nombrar a su primo y graduado de la Escuela de la Am茅ricas, el general Garc铆a Meza, como Comandante del Ej茅rcito. El general Mesa es hombre de confianza del exdictador Hugo Banzer y pertenece a la facci贸n derechista del ej茅rcito boliviano, molesta por las investigaciones sobre abusos contra los Derechos humanos en el pa铆s. En este sangriento Golpe de la Coca, el nazi Klaus Barbie, funcionario de la CIA, tiene una participaci贸n relevante.
De la misma forma que en Estados Unidos la poderosa ideolog铆a racista de la superioridad anglosajona atraviesa el siglo pasado y termina influyendo e inspirando hasta el mismo Adolf Hitler, los nazis alemanes tuvieron una influencia ideol贸gica y moral relevante en la alta sociedad estadounidense antes de la Segunda guerra hasta que la traum谩tica experiencia los convierte en enemigos oficiales y los env铆a a los s贸tanos de sus altas torres ejecutivas. Terminada la guerra y comenzada la caza de nazis, ser谩n estos mismos agentes cruciales para el establecimiento de la CIA en Europa y para la fundaci贸n de la NASA a trav茅s de Operaci贸n Paperclip. Por estos a帽os se produce un fen贸meno fundacional: el principal aliado de Estados Unidos contra Alemania, la Uni贸n Sovi茅tica, se convierte en el 煤nico enemigo restante y, consecuentemente, en casi la 煤nica obsesi贸n y excusa para continuar una tradici贸n de intervenciones ilegales y por la fuerza que procede del siglo pasado. Uno de los grupos cruciales de Washington que informaban de las actividades sovi茅ticas era la Organizaci贸n Gehlen, red de espionaje creada por Hitler y adoptada por la CIA. La direcci贸n qued贸 a manos del general Reinhard Gehlen, asistido por un centenar de otros nazis criminales de guerra, ex miembros de la Gestapo y otras divisiones del grupo paramilitar SS. Para la vieja guardia nazi, los comunistas eran los principales enemigos. La alianza con Washington no s贸lo era una oportunidad de venganza sino una necesidad de sobrevivencia. Por esta raz贸n, los informantes de esta red de esp铆as nazis exageraban las capacidades militares y de operaci贸n de los sovi茅ticos que, por entonces luchaban por recuperarse de la devastaci贸n de la guerra, devastaci贸n que nunca afect贸 a Estados Unidos de igual forma sino todo lo contrario (la Segunda guerra hab铆a arruinado a las principales potencias europeas que, hasta entonces, hab铆an dominado el tablero geopol铆tico). De la misma forma, tanto la propaganda de la CIA en Am茅rica Latina como de las clases altas y dirigentes latinoamericanas emplear谩n este m茅todo: la CIA exagera la capacidad de Mosc煤 para actuar en Am茅rica Latina y las clases criollas en el poder agitan el fantasma del comunismo para asegurarse el flujo de la millonaria asistencia de Washington a sus dictaduras militares o a los grupos paramilitares de extrema derecha.
No es casualidad que ahora los militares golpistas desplieguen una bandera con la esv谩stica nazi ni ser谩 casualidad que esta tradici贸n sobreviva, aunque en los s贸tanos de algunos cuarteles, bien entrado el siglo XXI. D茅cadas antes la CIA hab铆a enviado alguno de estos criminales nazis, como Otto von Bolschwing y Klaus Barbie, para asesorar a las dictaduras en su lucha por la libertad.[1] Von Bolschwing es un veterano criminal del servicio secreto de Hitler, la paramilitar SS directamente responsable de la muerte de millones de jud铆os y otras razas inferiores, hasta el final de la Segunda guerra. La CIA lo contrata como esp铆a luego de servir brevemente en el Cuerpo de Contrainteligencia de Estados Unidos. El jefe de Bolschwing, Adolf Eichmann, fue secuestrado en Argentina por el Mossad y ejecutado en Israel en 1962, pero Bolschwing se mantiene intocable por su servicio contra todo tipo de movimiento popular en Europa. Para evitar su extradici贸n a Israel, fue enviado a California, donde trabaj贸 como vicepresidente de la Trans-International Computer Investment Corporation, compa帽铆a que manten铆a contratos con el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Este a帽o, algunos datos sobre el pasado nazi de Bolschwing se hicieron p煤blico. Un a帽o despu茅s el Departamento de Justicia no tendr谩 otra opci贸n que enjuiciarlo, acus谩ndolo de haber mentido ocultando su verdadero pasado. Bolschwing morir谩 el 7 de marzo de 1982, a los 73 a帽os, en un hogar de ancianos.
Como Eichmann y tantos otros, Klaus Barbie hab铆a logrado escapar por la popular ruta de las ratas con ayuda de los vencedores. Diferente a Eichmann, Barbie hab铆a logrado entrar en la n贸mina de sueldos de las agencias de inteligencia de Estados Unidos y de Alemania en 1947 y complementa sus ingresos con la venta de quinina y, junto con otros dos prominentes nazis, Friedrich Schwend y Hans Rudel, con el tr谩fico de armas. Seg煤n una publicaci贸n interna de 1986 que la CIA liberar谩 en 2010, el doctor Josef Mengele, el 脕ngel de la muerte de Auschwitz, hab铆a sido capturado por agentes de Washington en 1947 en Austria, y hab铆a sido dado por muerto ese mismo a帽o en Europa y luego varias veces en Am茅rica del Sur (antes de reaparecer en Per煤, Paraguay, Argentina y cas谩ndose en Uruguay), al igual que otros criminales de guerra como Friedrich Schwend, enviado a Per煤 y Walter Rauff, supervisor de las c谩maras de gas de la SS, responsable de la muerte de cien mil personas y empleado de la CIA, del Mossad israel铆 y de la polic铆a secreta de Augusto Pinochet, DINA. Seg煤n el informe publicado en el n煤mero 25 de CovertAction, republicado por la CIA el 3 de junio de 2010, “todos colaboraron en la represi贸n contra izquierdistas, sobre todo cuando la CIA tuvo que organizar el golpe de Estado contra Allende”.
Luego de la Revoluci贸n boliviana de 1952, la que Harry Truman no se atrevi贸 a suprimir de un solo golpe debido a la ausencia de un poderoso ej茅rcito nacional y a la presencia de fuertes milicias populares, armadas hasta los dientes, Estados Unidos sigui贸 una estrategia m谩s gradualista. Para apoyar un proceso de restauraci贸n de la democracia en Bolivia, en los a帽os 50 el gobierno estadounidense hab铆a al presidente V铆ctor Paz Estenssoro para que rearme al ej茅rcito y desarme las milicias populares. La sagrada Segunda enmienda en Estados Unidos, considerada por los conservadores de este pa铆s como la raz贸n principal por la cual, aparentemente, nunca hubo una dictadura en Estados Unidos, no aplicaba a pa铆ses pobres y poblados por indios que no saben gobernarse.
Por estos a帽os, el pa铆s vecino (el Chile de Augusto Pinochet, uno de los protegidos de la CIA y de Washington) manten铆a activa la c茅lebre y parad贸jica Colonia Dignidad, fundada por el nazi alem谩n Paul Sch盲fer Schneider. Aunque esta colonia ser谩 conocida por sus sistem谩ticos abusos sexuales de cientos de ni帽os y j贸venes, por el momento es reconocida en los cuarteles de Santiago por su conocimiento en materia de tortura. Lograr que un individuo sufra por horas y por d铆as sin morirse es un arte que Colonia Dignidad aport贸 al nuevo gobierno chileno, hasta entonces inexperiente en la materia.
Desde los a帽os sesenta, Klaus Barbie se hab铆a hecho respetar por la comunidad alemana de Bolivia (muchos de ellos jud铆os) y, en particular, por la alta sociedad de Cochabamba con el nombre de Klaus Altmann. Barbie fue conocido de importantes integrantes de la sociedad, como el oficial graduado de la Escuela de las Am茅ricas en Georgia y dictador Hugo Banzer, de Alberto Natusch Busch, nieto del expresidente Germ谩n Busch y presidente 茅l mismo por dos semanas en 1979, y de su sucesora, Lidia Gueiler Tejada.[2]
En 1980, Klaus Barbie, tambi茅n conocido como el Carnicero de Lyon por su asesinato sistem谩tico de prisioneros franceses durante los mejores a帽os de Hitler, se luce una vez m谩s como parte de la inteligencia detr谩s del sangriento golpe de Estado del general Luis Garc铆a Meza contra la presidenta Lidia Gueiler.
Gueiler tambi茅n pertenec铆a a la comunidad alemana, pero era jud铆a y un poco izquierdosa.
[1] Una de las operaciones secretas y de largo alcance en Europa y en Am茅rica Latina fue la Operaci贸n Bloodstone, por la cual la CIA trabaj贸 en coordinaci贸n con varios criminales nazis de alto rango para mantener su 谩rea de influencia en Am茅rica Latina y contener la nueva influencia de la Uni贸n Sovi茅tica.
[2] El primer esposo de Jeanine 脕帽ez (presentadora de Totalvisi贸n y futura presidenta de facto luego del golpe de Estado en 2019), Tadeo Ribera Bruckner, tambi茅n tiene ra铆ces germ谩nicas.
Jorge Majfud
Cap铆tulo del libro La frontera salvaje: 200 a帽os de fanatismo anglosaj贸n en Am茅rica latina