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Legitimidad

OPINI脫N de Samuel Schmidt

Hay dos conceptos centrales en la Ciencia Pol铆tica, legitimidad y consenso. La vulgarizaci贸n de la ciencia mete contenidos err贸neos o inadecuados a los conceptos, y este caso no es la excepci贸n; pensar que el comportamiento individual puede ser leg铆timo es err贸neo, porque la categor铆a se refiere al Estado.

Hay dos definiciones de legitimidad. Una creada por el soci贸logo Max Weber a fin del siglo XIX y otra producto de la sociolog铆a pol铆tica estadounidense, esbozada por Seymour Lipset.

Para Weber la legitimidad consiste en un mandato v谩lido y obligatorio porque est谩 basado en la autoridad y reclama obediencia y sumisi贸n, de aqu铆 se desprende la dominaci贸n. Hay dominaci贸n leg铆tima y no legitima, por ejemplo la lograda a partir de procesos ilegales, como un golpe de Estado, o un proceso electoral fraudulento. La compra de votos en esencia deslegitima al vencedor, aunque es posible que el proceso jur铆dico pos electoral legitime de jure al defraudador, como sucede con caciques por ejemplo. 

Hay qui茅n considera que la legitimidad es un contrato entre la sociedad y el Estado, donde la electa se encarga de administrar el contrato y los gobernados se obligan a respetar los t茅rminos del mismo. La dificultad consiste en que al no existir un contrato per se, el administrador llega a imponer el contenido y las formas de aplicarlo, mientras el gobernado obedece y se somete, de aqu铆 que haya un autoritarismo leg铆timo.

En la ra铆z de la legitimidad hay un elemento fundamental de legalidad que seg煤n Weber “puede valer como leg铆tima: a) en virtud de un pacto de los interesados; b) en virtud del otorgamiento-imposici贸n de una autoridad considerada como leg铆tima y del sometimiento correspondiente”. La autoridad adquiere un papel central y tiene las siguientes formas:

“Autoridad racional-legal se basa en un sistema de reglas que se aplica administrativa y judicialmente de acuerdo con principios conocidos. Las personas que administran esas reglas son nombradas o elegidas mediante procedimientos legales. Los superiores tambi茅n est谩n sujetos a reglas que limitan sus poderes, separan su vida privada de los deberes oficiales y requieren documentaci贸n escrita.​

Autoridad tradicional se basa en un sistema en el que la autoridad es leg铆tima porque "siempre ha existido". Las personas en el poder suelen disfrutarlo porque lo han heredado. Los funcionarios consisten en criados personales (en un r茅gimen patrimonial) o de aliados leales personales, como vasallos o se帽ores tributarios (en un r茅gimen feudal). Sus prerrogativas suelen ser similares a las del gobernante por encima de ellos, simplemente reducidas en escala, y a menudo tambi茅n se seleccionan en funci贸n de la herencia. (Algo similar se encuentra en los sistemas de partido 煤nico como el PRI, PC Chino, PC cubano).

Autoridad carism谩tica se basa en el carisma del l铆der, que demuestra que posee el derecho a liderar en virtud de poderes m谩gicos, profec铆as, hero铆smo, etc. Sus seguidores respetan su derecho a liderar debido a sus cualidades 煤nicas (su carisma), no por tradici贸n o reglas legales. Los funcionarios son aquellos que han mostrado devoci贸n personal por el gobernante y aquellos que poseen su propio carisma..” (Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Los_tres_tipos_de_legitimidad)
De aqu铆 se desprende la centralidad de las elecciones que deben ser un proceso honesto y correcto.

Para Lipset la legitimidad, y algo de esto est谩 en Weber, consiste en la aceptaci贸n por parte de la sociedad del Estado, como algo correcto y adecuado. Es de aqu铆 de d贸nde se alimenta la dominaci贸n no legitima.

Toda vez que no hay procesos totalizantes. Ni toda la sociedad acepta al gobierno ni toda la rechaza. Hay sectores sociales que sienten al gobierno como leg铆timo mientras otros lo rechazan y hasta luchan contra 茅l. Ese es el juego de la pol铆tica y de la democracia siempre y cuando los que rechazan lo hagan dentro de las reglas aceptadas hist贸ricamente, o porque se generaron en procesos pol铆ticos leg铆timamente impuestos al todo social.

La pol铆tica no es un juego puro y puede resultar que quienes aceptan y apoyan a un dominador ileg铆timo como resultado del fraude, le otorgan legitimidad, es el caso de los fraudes electorales de Salinas y Calder贸n, apoyados por la oligarqu铆a y sectores amplios de la burgues铆a y parte de las clases medias, cuya fuerza vence a los que reclaman la ilegitimidad, que en ciertas circunstancias recurren a pr谩cticas pol铆ticas extra legales, como la insurrecci贸n o la guerra de guerrillas, y se enfrentan al Estado y a las facciones que lo apoyan.

Hace d铆as me enviaron un mensaje en contra de la reforma judicial que se aproxima. Respond铆 que al haber ganado las elecciones de forma honesta, haber planteado el tema en campa帽a mostrando intencionalidad pol铆tica, y tener un apoyo amplio, el gobierno cuenta con legitimidad para realizar esa y muchas otras reformas.

Por supuesto que en el camino se enfrentar谩 a la correlaci贸n de fuerzas que es din谩mica, hoy actuaron los especuladores financieros. Las diversas clases sociales apoyan ciertas medidas y rechazan otras, ni aprueban ni rechazan todo aunque sin deslegitimar.
Este es el segundo gobierno que gana las elecciones por muy amplio margen y con un conflicto pos electoral muy reducido, y cuenta con legitimidad para fijar rumbo, esperemos que lo haga con una visi贸n de futuro que nos lleve a la prosperidad y bienestar colectivos.

 @shmil50




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