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Bloquear la verdad: Reino Unido criminaliza a periodistas que apoyan al pueblo kurdo

 Un cartel denuncia la complicidad del Reino Unido y la OTAN en los cr铆menes del Estado turco contra los kurdos, durante una protesta de «Stop Turkey’s War on the Kurds» en Londres en marzo de 2016.

The Kurdish Center for Studies – Matt Broomfield* –   

La detenci贸n de un cineasta griego en la frontera del Reino Unido en virtud de una controvertida y poco conocida ley antiterrorista ha suscitado preocupaci贸n tanto por la creciente persecuci贸n de periodistas de izquierdas por parte de la polic铆a brit谩nica como por la continua persecuci贸n y acoso de activistas, voluntarios y figuras de la comunidad del movimiento pol铆tico kurdo y su entorno. Ambos grupos se enfrentan a retos distintos pero relacionados, mientras que una ola m谩s amplia de criminalizaci贸n de la disidencia y represi贸n de las libertades civiles en el Reino Unido se est谩 precipitando por la influencia de potencias extranjeras. El galardonado periodista y veterano de la lucha contra ISIS, Alexis Damoulis, dice a KCS que cree que su propia detenci贸n fue «hecha a la medida de los intereses de la embajada turca». Estados Unidos y Francia son s贸lo dos de las otras potencias extranjeras que han ejercido una influencia indebida sobre las medidas de seguridad del Reino Unido, lo que suscita preocupaci贸n por la politizaci贸n de la polic铆a brit谩nica en beneficio de potencias extranjeras.

El caso de Damoulis es interesante porque pone de relieve la intersecci贸n entre estas dos esferas de la represi贸n estatal. El cineasta y periodista independiente ha producido documentales premiados tanto en Ucrania, hablando con activistas antiautoritarios y anarquistas que luchaban contra la invasi贸n rusa, como en Rojava (Kurdist谩n sirio). Durante este 煤ltimo conflicto, tambi茅n se uni贸 a cientos de otros voluntarios internacionales para participar en la lucha contra ISIS con las Fuerzas Democr谩ticas Sirias (SDF) dirigidas por kurdos. Como subraya Damoulis, como parte de las SDF, estuvo directamente asociado sobre el terreno con Estados Unidos y una coalici贸n internacional de ochenta pa铆ses, incluido el propio Reino Unido.

Ese conflicto es el tema de la pel铆cula de Damoulis ‘Belk卯 Sib锚: Un viaje a trav茅s de la guerra civil siria y la revoluci贸n de Rojava’. Su t铆tulo en kurdo, que significa «Tal vez ma帽ana», es un gui帽o c贸mplice a la estereotipada y poco rigurosa relaci贸n de Oriente Medio con el tiempo y la organizaci贸n formal, un reto con el que muchos voluntarios occidentales tuvieron que luchar durante los meses que pasaron esperando un despliegue o traslado prometido. En palabras del director:

«Esta es la pel铆cula de un soldado voluntario. Despliega un viaje de 18 meses a trav茅s de la guerra y la revoluci贸n, durante el avance y la victoria de las Fuerzas Democr谩ticas Sirias contra ISIS… retrata la vida militar y las batallas en el frente, as铆 como la vida civil en la retaguardia y la transformaci贸n social intentada por la Administraci贸n Aut贸noma.»

Damoulis, con doble ciudadan铆a del Reino Unido y Grecia, viajaba al Reino Unido en junio de 2024, «muy abiertamente, para asistir a una gira anunciada y difundida p煤blicamente» que proyectaba la pel铆cula en ciudades de todo el pa铆s. Pero cuando lleg贸 al aeropuerto de Luton, le esperaban polic铆as de paisano que actuaban bajo seud贸nimos («Alpha 31», etc.). Fue detenido en virtud del art铆culo 7 de la Ley de Terrorismo del Reino Unido (2000).

Los agentes de fronteras del Reino Unido pueden detener a quien les plazca y hacerle preguntas para determinar si «parece» ser una persona «implicada en la comisi贸n, preparaci贸n o instigaci贸n de actos de terrorismo». Dos aspectos de su poder la convierten quiz谩 en la legislaci贸n antiterrorista m谩s poderosa e invasiva de Europa. En primer lugar, y de forma excepcional, los detenidos en virtud de la lista n潞 7 no tienen derecho a guardar silencio. Si la polic铆a considera que no se responde adecuadamente a sus preguntas, el sujeto puede ser encarcelado. Y en segundo lugar, no revelar los n煤meros PIN de los tel茅fonos y las contrase帽as de los ordenadores port谩tiles es tambi茅n un delito penal, que puede acarrear penas de c谩rcel.

Damoulis fue interrogado exhaustivamente sobre su voluntariado en Siria, su trabajo y su documental: c贸mo y por qu茅 hizo el documental, qui茅n lo financi贸, de d贸nde sac贸 las im谩genes, etc茅tera. Tras negarse inicialmente a facilitar su n煤mero PIN, fue detenido y pas贸 la noche bajo custodia policial, antes de ser puesto en libertad al d铆a siguiente, una vez que la polic铆a hubo accedido a sus dispositivos.

Cartel de la pel铆cula de Alexis Damoulis ‘Belk卯 Sib锚: A Journey Through the Syrian Civil War And Rojava Revolution’ (izquierda). Una mujer kurda protestando en nombre de Rojava en Londres (derecha).

En el caso de Damoulis, la polic铆a reconoci贸 expl铆citamente que se trataba de material period铆stico. Tras un sonado caso en el que la polic铆a detuvo a David Miranda, el difunto socio del periodista Glenn Greenwald, y le oblig贸 a entregar dispositivos electr贸nicos bas谩ndose en que Greenwald informaba sobre filtraciones sensibles, las pr谩cticas policiales cambiaron. Ahora se supone que los agentes encargados de la investigaci贸n evitan examinar cualquier «material period铆stico», lo que ofrece cierto grado de protecci贸n a los reporteros que temen por su seguridad personal, ya que el anonimato y los datos de sus confidentes se ver谩n comprometidos si se les obliga a revelar informaci贸n sensible o a dar acceso a sus dispositivos electr贸nicos.

Pero, como dice Damoulis, los agentes encargados de la investigaci贸n dejaron claro que «ser periodista no es una defensa contra la lista n潞 7». El proceso nominal por el que un periodista debe revisar su ordenador port谩til y se帽alar qu茅 es y qu茅 no es material period铆stico no puede funcionar en la pr谩ctica, ya que es probable que cualquier material est茅 inextricablemente mezclado, como en una lista de contactos telef贸nicos; no hay garant铆as de que la polic铆a cierre los ojos ante otro material y, de hecho, es probable que cualquier material de inter茅s para la polic铆a sea de facto de inter茅s period铆stico. «No puede haber ning煤n proceso en el que yo se帽ale qu茅 es material period铆stico y qu茅 no», argumenta Damoulis». Mis dispositivos est谩n llenos de material period铆stico esparcido aqu铆 y all谩».

Por ello, varios periodistas se han negado a entregar material o se han enfrentado a interrogatorios en virtud de ese poder. Yo mismo fui detenido e interrogado el a帽o pasado por la polic铆a brit谩nica por mis reportajes sobre la cuesti贸n kurda, incluso en el Kurdist谩n sirio, lo que llev贸 al Sindicato Nacional de Periodistas (NUJ) y a Reporteros Sin Fronteras (RSF) a intervenir en mi nombre. Como en el caso de Damoulis, la polic铆a pareci贸 extralimitarse en sus funciones al interrogarme largo y tendido sobre mis reportajes, si consideraba que mi enfoque era objetivo, c贸mo encontraba mis fuentes y mis propias creencias ideol贸gicas y posturas sobre la pol铆tica turca y la del Reino Unido en Oriente Pr贸ximo.

En otro caso muy sonado, el editor franc茅s Ernst Moret fue detenido e interrogado por su papel en las protestas contra las reformas de las pensiones de Emmanuel Macron en Francia. Moret tambi茅n se neg贸 a entregar las contrase帽as de sus dispositivos y fue detenido. Tras las protestas y una investigaci贸n posterior, la polic铆a brit谩nica recibi贸 una reprimenda por la aparente extralimitaci贸n del Comisionado Independiente de Terrorismo del pa铆s.

En un acto celebrado recientemente en el Parlamento brit谩nico para debatir la tendencia al alza en el uso de la Lista 7, los ponentes, entre los que se encontraba el abogado de Moret, Richard Parry, sugirieron que se hab铆a utilizado a instancias de las autoridades francesas, dejando a la polic铆a brit谩nica con preguntas que responder sobre por qu茅 estaban haciendo el trabajo sucio de Francia por ellos. La mesa redonda se celebr贸 a ra铆z de otro documental, ‘Phantom Parrot’, que recoge las tribulaciones del activista de derechos humanos Muhammad Rabbani. Rabbani, que trabaja para denunciar los abusos contra los derechos humanos y la tortura en el marco de la guerra contra el terrorismo de Estados Unidos, fue considerado culpable y condenado a doce meses de pena en suspenso por negarse a revelar sus propias contrase帽as.

Cuando esto ocurre, los confidentes informantes pueden quedar expuestos, junto con datos personales y archivos pertenecientes al periodista o activista en cuesti贸n. Damoulis afirma que su port谩til conten铆a tanto fotos de su propio hijo junto con fotos de otros ni帽os tomadas en el marco de otro proyecto period铆stico. Pero los periodistas y activistas tambi茅n se encuentran en una situaci贸n peligrosa: si parece que ya no pueden proteger a sus fuentes o que pueden verse obligados a revelar informaci贸n sensible a la polic铆a, pueden perder el acceso o incluso sufrir amenazas ellos mismos.

Manifestantes kurdos sostienen una pancarta con la leyenda «Reino Unido deja de apoyar al Estado turco / ISIS» durante una manifestaci贸n en Londres contra la invasi贸n y ocupaci贸n turca de Ser锚 Kaniy锚 y Gir锚 Sp卯 en 2019.

Rabbani se enfrent贸 a la persecuci贸n aparentemente como resultado de su oposici贸n a las pol铆ticas de EE.UU. en Oriente Medio; m谩s concretamente, debido a su oposici贸n interna a Emmanuel Macron. Y como era de esperar, el movimiento pol铆tico kurdo y la di谩spora en el Reino Unido est谩n sometidos a un acoso, una persecuci贸n y un hostigamiento particulares bajo la presi贸n directa e indirecta de las autoridades turcas.

Esta persecuci贸n adopta m煤ltiples formas. Los voluntarios que regresan de la lucha contra ISIS, o que viajaron a Rojava en calidad de civiles, tambi茅n se enfrentan a detenciones e interrogatorios sistem谩ticos en virtud de la Lista n.潞 7. Como se帽ala Damoulis, esto a menudo da lugar a casos rocambolescos en los que las autoridades brit谩nicas interrogan a personas que lucharon con el apoyo de las Fuerzas A茅reas Reales Brit谩nicas, e incluso pasaron informaci贸n y datos sobre la actividad de sospechosos brit谩nicos de ISIS a las agencias de inteligencia brit谩nicas. como recuerda Damoulis:

«Les dije que me parec铆a absurdo que me interrogaran por motivos antiterroristas, ¡cuando yo era la 煤nica persona de la sala que hab铆a luchado contra terroristas de verdad!».

Como era de esperar, una serie de casos contra voluntarios brit谩nicos en la lucha contra ISIS se derrumbaron o fueron desestimados en los tribunales, aunque no sin antes causar un da帽o irreparable a las personas en cuesti贸n. Dan Burke, voluntario brit谩nico en la lucha contra ISIS, pas贸 siete meses en prisi贸n preventiva y sufri贸 la humillaci贸n y el dolor de ser etiquetado como «Dan el yihadista», a pesar de que el veterano de las fuerzas armadas brit谩nicas hab铆a arriesgado de hecho su vida para combatir el terrorismo yihadista. IIda K盲yhk枚, que investiga la criminalizaci贸n del movimiento kurdo como parte del grupo de seguridad de la informaci贸n de la Royal Holloway University, se pregunta:

«¿A qui茅n interesa que el Estado brit谩nico persiga agresivamente a los aliados del pueblo kurdo en virtud de la legislaci贸n antiterrorista?»

Muchos miembros de la comunidad kurda del Reino Unido, incluidos representantes pol铆ticos y ciudadanos de a pie, se enfrentan a detenciones, acoso e interrogatorios en virtud de la Lista n° 7 cada vez que entran o salen del pa铆s. En su intervenci贸n en el acto sobre la Lista n° 7 celebrado en el Parlamento brit谩nico, la copresidenta de la Asamblea kurda de los pueblos democr谩ticos del Reino Unido, Sonia Karimi, afirm贸: «La comunidad kurda viene a este pa铆s en busca de seguridad y, sin embargo, se enfrenta a amenazas: «La comunidad kurda viene a este pa铆s en busca de seguridad y, sin embargo, se enfrenta a amenazas… Todo el mundo tiene derecho a la justicia y a un juicio justo. El sistema judicial tiene que funcionar».

Los miembros de la comunidad kurda suelen desconocer especialmente sus derechos y pueden enfrentarse a la parad贸jica situaci贸n de ser interrogados por su oposici贸n a la pol铆tica del gobierno turco, a pesar de que se les ha concedido asilo en el Reino Unido precisamente por eso. La criminalizaci贸n de la actividad y la expresi贸n pol铆ticas kurdas ha sido criticada por expertos y representantes de la comunidad por impulsar la polarizaci贸n pol铆tica en torno a la cuesti贸n kurda y prohibir la b煤squeda de una soluci贸n pac铆fica y negociada. «Si el gobierno est谩 realmente interesado en apoyar el desarrollo democr谩tico y pac铆fico de Kurdist谩n y de la regi贸n de Oriente Medio en general, sus intereses son compartidos por el movimiento kurdo», afirma K盲yhk枚.

Pero, ¿por qu茅 deber铆a el Reino Unido adoptar este enfoque aparentemente err贸neo, dirigido precisamente contra el movimiento kurdo que forma sus socios m谩s fiables sobre el terreno en la lucha contra ISIS? Como sugiere Damoulis, estos interrogatorios est谩n «hechos a la medida de los intereses de la embajada turca». La comunidad y los activistas kurdos del Reino Unido son fruta madura, a la que las autoridades pueden apuntar para apaciguar a Turqu铆a, al tiempo que recopilan informaci贸n que probablemente sea de especial inter茅s para Turqu铆a, dado su largo historial de acoso, encarcelamiento y asesinato de periodistas, activistas y otras personas vinculadas a la causa kurda.

Los activistas llevan tiempo observando la extra帽a serie de coincidencias por las que las detenciones aparecen vinculadas a visitas diplom谩ticas turcas al Reino Unido. Dan Burke, el individuo mencionado anteriormente, fue detenido como parte de una operaci贸n de seguridad equivocada que se produjo muy poco despu茅s de que el aut贸crata turco Tayyip Erdogan visitara Londres. La redada domiciliaria contra residentes kurdos de Londres se produjo en el momento en que la entonces primera ministra Theresa May firmaba en Turqu铆a un acuerdo de 100 millones de d贸lares para un avi贸n de combate. A finales del a帽o pasado, una redada contra el Centro Comunitario Kurdo del Reino Unido se produjo poco despu茅s de una reuni贸n de alto nivel en Ankara entre el ministro de Defensa brit谩nico, Grant Shapps, y el ministro de Defensa turco, Ya艧ar G眉ler.

Ni detener a periodistas y exigirles acceso a su material confidencial, ni perseguir y acosar a personas vinculadas a la causa kurda, puede ayudar a Reino Unido a mantenerse seguro. Los periodistas deben ser libres de informar con impunidad, y a los que lucharon contra ISIS se les debe conceder el respeto debido a los veteranos de la guerra contra el terror, no criminalizarlos. No se puede conocer el procedimiento exacto que hay detr谩s de cada detenci贸n, pero como se帽ala K盲yhk枚:

«Una de las principales prioridades de inteligencia de Turqu铆a es la vigilancia y desarticulaci贸n del movimiento kurdo, y Turqu铆a persigue esta prioridad agresivamente con sus socios de inteligencia, con el Reino Unido a la cabeza».

Intencionadamente o no, parece claro que el Reino Unido est谩 bailando al son de Turqu铆a.

*Matt Broomfield es un periodista independiente brit谩nico centrado en la cuesti贸n kurda y cofundador del Centro de Informaci贸n de Rojava.

Traducido por Rojava Azadi






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