Mecanismo de Urgente Consideraci贸n: Entre la Prisa y el abuso
La LUC como abuso hacia el poder legislativo.
Emilio Cafassi (Profesor Titular e Investigador de la Universidad de Buenos Aires). cafassi@uba.ar
Las p谩ginas de la prensa argentina, y en parte tambi茅n las del mundo, se han convertido en un vasto oc茅ano de rumores, donde las olas de noticias, chismes y exabruptos no cesan de romper sobre las orillas ya contaminadas de la opini贸n p煤blica. Las denuncias de violencia de g茅nero en las alcobas de la residencia presidencial, que ensombrecen la figura del expresidente Fern谩ndez han encendido las linternas del morbo, guiando a las multitudes hacia un espect谩culo de esc谩ndalo y revelaci贸n. Sin ser necesariamente faros period铆sticos, los diarios P谩gina 12 y Tiempo Argentino, se mantienen firmes en medio de la tormenta, evitando caer en la trampa de la publicaci贸n de im谩genes fotogr谩ficas y videos que, como espejos rotos, multiplican sin cesar la revictimizaci贸n, invaden las fronteras de la intimidad y trivializan la gravedad de los hechos, alimentando el insaciable apetito de las audiencias degradadas que parcialmente explican resultantes pol铆ticas como el drama de Milei. Mientras tanto, el resto de los medios, incluyendo todos los canales televisivos, se sumergen en un carnaval de intromisiones, mostrando sin pudor escenas 铆ntimas y filtraciones que brotan desde las entra帽as del poder: el 谩mbito judicial, los servicios de inteligencia, las oficinas gubernamentales, e incluso los venenosos tweets de Milei y su ej茅rcito de trols. Estos hilos digitales tejen una grotesca telara帽a distractiva que desv铆a la atenci贸n del verdadero drama social que se intensifica con cada tic-tac del reloj. Cada hora trae una nueva novedad, un nuevo giro, que impide cualquier intento de an谩lisis profundo, convirtiendo los hechos dolorosos -y dolosos- en una mara帽a que solo podr谩 desenredarse cuando el polvo de la tormenta se haya asentado. Por ahora, todo apunta a que, cualquiera sea el desenlace de esta causa, no habr谩 flores en los jardines -ni de la quinta presidencial ni de la rep煤blica- sino solo la amarga confirmaci贸n de la continua degradaci贸n pol铆tica y moral de la dirigencia que, como un reloj de arena, se va desgranando ante los ojos de lo que pueda quedar de una opini贸n p煤blica atenta y avisada.
En la banda oriental, donde las noticias argentinas encuentran eco en los vientos del R铆o de la Plata, se asoman, no obstante, debates de mayor profundidad. La sucesi贸n de tres gobiernos del Frente Amplio puede haber difuminado un poco la l铆nea clara que siempre separ贸 el progresismo uruguayo de las derechas agresivas y depredadoras que ahora deber铆a volver a visibilizarse. En poco m谩s de dos meses, Uruguay se enfrentar谩 en las urnas a la encrucijada de su futuro, con dos grandes proyectos que luchan por definir el destino de la naci贸n. La experiencia de estos cinco a帽os, marcados por la ruina social y el desplome moral bajo el actual gobierno de coalici贸n, promete redibujar con firmeza esa l铆nea divisoria entre modelos antag贸nicos. En un lado, se alza el Frente Amplio (FA), con su programa 煤nico, un reflector iluminando el camino hacia una visi贸n de pa铆s m谩s inclusivo y solidario, dentro de los l铆mites del capitalismo. Del otro, la coalici贸n gobernante, que se ha apoyado en proyectos legislativos avasallantes como la Ley de Urgente Consideraci贸n (LUC), la ley de seguridad social, y la ley de servicios de difusi贸n de contenido audiovisual (LM), esta 煤ltima con el sello del veto presidencial en uno de sus art铆culos. La LUC, en particular, se ha convertido en el estandarte de una visi贸n que contrasta agudamente con la del FA. Mientras la coalici贸n defiende con fervor esta ley como un instrumento de orden y control, el FA la enfrenta en campos clave como la seguridad, los derechos humanos, la econom铆a, la educaci贸n, y la transici贸n ecol贸gica, proponiendo alternativas que buscan revertir lo que consideran retrocesos en derechos y bienestar social impuestos por la LUC. En otro momento, profundizar茅 en c贸mo el FA, con un proceso ejemplar, forja colectivamente sus programas de gobierno e institucionaliza procedimientos, pero hoy es necesario subrayar que, en las formas institucionales, donde las derechas suelen vanagloriarse de su supuesto rigor, se esconde tambi茅n la sombra de la imposici贸n prepotente. Dos iniciativas parlamentarias lo expresan con contundencia: la imponente LUC y el subrepticio ingreso de la Ley de Medios (LM) sin pasaje siquiera por comisi贸n, que reflejan la violencia impositiva de un camino 煤nico con el chantaje de la sorpresa, la urgencia y la amplitud. Me detendr茅 en el primero. En t茅rminos generales, tiende a atribuirse a las izquierdas la radicalidad y el monopolio de la prisa. Razones objetivas lo inducir铆an, ya que mientras las primeras se proponen resolver dramas sociales cuya espera se hace interminable luego de hist贸ricas postergaciones, las otras centran su prioridad en la recomposici贸n de tasas de lucro. En Uruguay sucede lo contrario: las derechas est谩n 谩vidas y urgidas.
El Mecanismo de Urgente Consideraci贸n (MUC) fue introducido en el sistema pol铆tico uruguayo como una herramienta poderosa, nacida de la reforma constitucional de 1967, y con la inspiraci贸n parcial del modelo franc茅s de la Quinta Rep煤blica. Este mecanismo otorga al Poder Ejecutivo la capacidad de enviar proyectos de ley al Parlamento con un procedimiento abreviado y un plazo de aprobaci贸n t谩cito. Es como una espada de doble filo, que, si no es desenvainada con cuidado y prudencia, puede cortar algunos hilos que sostienen contrapesos y equilibrios entre los poderes, formalmente independientes del sistema republicano. Al igual que las armas en manos de las fuerzas represivas, su uso debe reservarse para emergencias y graves amenazas, y de manera prudente, cuando el tiempo es un lujo que no puede permitirse. A pesar de su peligrosidad latente, el MUC no solo sobrevivi贸 a la reforma constitucional de 1994, sino que se ha afianzado en el entramado institucional de Uruguay. Desde su creaci贸n, ha sido empu帽ado en contadas ocasiones, con veinte proyectos legislativos enviados bajo su amparo entre 1967 y 2020. No obstante, su uso ha mostrado una evoluci贸n notable, no tanto en frecuencia, sino en la extensi贸n y complejidad tem谩tica de los proyectos presentados, revelando una tendencia a expandir sus l铆mites. Es bajo el signo de las derechas que esta herramienta ha encontrado su mayor expresi贸n, especialmente en los llamados "proyectos 贸mnibus", que, como caravanas, agrupan en su seno una multitud de temas, desplazando la deliberaci贸n y la especializaci贸n por un camino estrecho y acelerado hacia la aprobaci贸n. Los n煤meros podr铆an confundir porque de esos veinte, seis, es decir casi una tercera parte pertenecieron a los gobiernos del FA, dando la falsa impresi贸n epid茅rmica de igualdad.
Sin embargo, el Frente Amplio (FA) nunca se dej贸 seducir por la tentaci贸n del "贸mnibus" legislativo al estilo de Lacalle Pou en Uruguay o Milei en Argentina, ni jug贸 con las sombras introduciendo proyectos sobre tablas sin el debido pasaje por comisi贸n. Este recurso, utilizado como un chantaje jur铆dico, ha sido siempre un arma de las rancias derechas, que prefieren apilar leyes como mercanc铆as al bulto en un vag贸n de contrabando, obligando al Parlamento a aprobarlas todas de una sola vez, sin permitir el an谩lisis, el desglose, ni el debate profundo. Pero deteng谩monos un momento para observar las diferencias cualitativas y cuantitativas entre ambos enfoques:
Primera Ley 脫mnibus (1967): Durante la presidencia de 脫scar Gestido, se present贸 el primer proyecto de ley bajo el MUC. Este conten铆a 76 art铆culos y abarcaba cinco 谩reas tem谩ticas diferentes, un preludio de lo que vendr铆a.
Gobierno de Jorge Batlle (2000): Bajo la batuta de Jorge Batlle, se enviaron dos proyectos de ley 贸mnibus en un solo a帽o. El primero conten铆a 89 art铆culos y se expand铆a sobre 28 谩reas tem谩ticas, mientras que el segundo, con 91 art铆culos, cubr铆a 23 temas, desplegando un panorama legislativo abrumador.
Ley de Urgente Consideraci贸n (2020): Durante el actual gobierno de Luis Lacalle Pou, la Ley de Urgente Consideraci贸n (LUC) alcanz贸 una magnitud sin precedentes, con 476 art铆culos que invadieron 70 谩reas tem谩ticas. Un aluvi贸n legislativo que no dej贸 espacio para la reflexi贸n ni el desacuerdo.
En contraposici贸n, el FA hizo un uso cuidadoso y mesurado del instituto constitucional, demostrando que el poder desde el ejecutivo puede ejercerse con prudencia y responsabilidad. Durante la primera presidencia de Tabar茅 V谩zquez, se presentaron dos proyectos bajo el MUC: la creaci贸n del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) con 13 art铆culos, y el Plan de Atenci贸n de la Emergencia Social con 19 art铆culos. Ambos proyectos fueron independientes y nacieron de la urgencia por atender la grave situaci贸n social heredada del gobierno colorado de Batlle. Bajo la presidencia de Jos茅 Mujica (2010, 2011 y 2012), el FA continu贸 este enfoque comedido con cuatro proyectos: la Emergencia Sanitaria de la Asistencia Anest茅sico-Quir煤rgica (4 art铆culos), la creaci贸n del Sistema 脷nico de Cobro de Ingresos Vehiculares (SUCIVE) (3 art铆culos) las Contribuciones Beneficiarios de la Direcci贸n Nacional de Sanidad de las FFAA (15 art铆culos), y la regulaci贸n de la p茅rdida de capital humano altamente especializado en la fuerza a茅rea y naval (4 art铆culos). En todos estos casos, el uso del MUC fue limitado y enfocado, reflejando un compromiso con la institucionalidad y un respeto por los procesos deliberativos, la persuasi贸n y la exposici贸n p煤blica para el control ciudadano.
Tambi茅n ser谩 necesario un an谩lisis m谩s profundo del fracaso en alcanzar la mitad m谩s uno de los votos en el refer茅ndum revocatorio de la 煤ltima LUC. Esta derrota, cargada de significados a煤n por descifrar, no puede desvincularse plenamente del apoyo tard铆o que el Frente Amplio brind贸 a la iniciativa original del PIT-CNT y los movimientos sociales, que fueron los primeros en alzar la bandera de la resistencia. En este caso, la lucha por revertir la LUC no solo es un cap铆tulo m谩s en la saga de las experiencias de democracia directa uruguaya, sino tambi茅n un presagio de las batallas que se avecinan, especialmente en lo que respecta al plebiscito sobre la reforma constitucional, una reforma que busca torcer la amenaza que se cierne sobre las jubilaciones y pensiones, las cuales se ven intimidadas por las garras de la ley de seguridad social. En esta reflexi贸n, no deben olvidarse las derrotas, como las sufridas en la derogaci贸n de la ley de caducidad o del voto en el exterior, que a煤n resuenan como advertencias, ni debe pasarse por alto, es justo reconocerlo en sentido inverso, el triunfo del “no a la baja”.
Hasta las propias normas y arquitecturas que las clases dominantes forjaron para su perpetuaci贸n, las instituciones burguesas, han sido abusadas y desfiguradas por sus primeros beneficiarios 谩vidos de satisfacci贸n precoz. El FA, inversamente, ha demostrado vocaci贸n por resguardarlas de manipulaciones y abusos, defendiendo, en su esencia, la integridad del juego institucional. Pero en este momento de la historia, es tiempo de que el FA no solo las proteja, sino que aspire a superarlas.