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Metamorfosis

Samuel Schmidt

Estamos en una era de metamorfosis. Muchas de las cosas con las que est谩bamos acostumbrados a vivir, me refiero a los que somos muy mayores, simplemente han desaparecido y las que han conocido los j贸venes avanzan a una velocidad tal que la obsolescencia se vuelve condici贸n cotidiana. Entre 茅stas est谩n valores, tecnolog铆as, relaciones sociales, formas de hacer pol铆tica y otras. Esto no debe asustar, sino alertarnos para saber que es lo que viene y como enfrentarlo.



Piense usted en cosas simples que ya son materia de museo y que tal vez ni siquiera extra帽a porque se han reemplazado con cosas m谩s “eficientes”. Escribir con pluma fuente, ver un reloj de manecillas, ver un tel茅fono con rueda o botones, llevar monedas en el bolsillo para pagar el cami贸n, recalentar la comida en la estufa, escribir en m谩quina de escribir, caminar al parque.
Ahora piense en las cosas que est谩n llegando de forma acelerada. Escribimos con instrumentos desechables, tenemos hornos microondas, tel茅fonos que llevamos en la mu帽eca de la mano, y hasta oficinas que podemos operar en un tel茅fono.
Pero tambi茅n ha llegado Un mega urbanismo que sacrifica zonas verdes y obliga a transitar grandes distancias. Los autom贸viles viajar谩n solos, algunas m谩quinas pensar谩n por nosotros, algunas personas vivir谩n hasta 120 a帽os, ya se pueden trasplantar muchos 贸rganos del cuerpo, ya nos pueden implantar un chip para rastrearnos, etc. Y todav铆a no sabemos como enfrentar esos retos. Por ejemplo, que haremos socialmente con los que vivir谩n 20 o 30 a帽os despu茅s de jubilarse. Hay pa铆ses que ya atienden el tema, M茅xico va rezagado.
As铆 como la nueva era trae muchos beneficios para la humanidad, tambi茅n acarrea peligros, por ejemplo que un grupo terrorista sea capaz de desarrollar un virus muy mortal y lo distribuya simult谩neamente en diez grandes aeropuertos, lo que puede liquidar a una buena parte de la humanidad; que alg煤n grupo o pa铆s se haga de armamento nuclear y empiece a una guerra muy mort铆fera y muy destructiva, que haga realidad la frase de Einstein: “No s茅 con qu茅 armas se pelear谩 la tercera guerra mundial, pero la cuarta ser谩 con palos y piedras”.
Ante los cambios acelerados que enfrentamos, queda siempre la duda sobre que se requiere para enfrentarlos, tanto en t茅rminos del liderazgo pol铆tico, como de la evoluci贸n de la sociedad y sus comportamientos culturales, y por supuesto de las instituciones.
Actualmente y no peco de imprudente al generalizar, el liderazgo en pr谩cticamente todas partes es de una condici贸n deplorable, carecen de conocimientos cient铆ficos, literarios y cultura en general, no saben usar la tecnolog铆a para gobernar, no miden las consecuencias de sus decisiones; su inclinaci贸n 茅tica es pobre y hasta se generaliza una mentalidad que quiere resolver las desavenencias de forma violenta. Acaso el futuro registre muchas guerras o esa muy desafortunada tercera guerra mundial tan temida por muchos.
Las supersticiones y los dogmas religiosos alimentan extremismos que ocupan los espacios p煤blicos y abogan por confrontaciones para imponer su verdad, y a煤n cuando adoran al mismo dios, se pelean porque su adoraci贸n es mejor que la de los otros. Ojal谩 siguieran la m谩xima del genial Kinky Friedman, al que perdimos este a帽o: “May the God of your choice bless and keep you”. Ojal谩 que el Dios que escogiste te bendiga y te cuide.
Las sociedades por su parte est谩n ocupadas ante los estragos que causa el capitalismo salvaje. La gente ve tan lejos como el pr贸ximo pago de salario, aunque hay una gran mayor铆a que no tiene salario, con lo que su mirada ve m谩s cerca. La gente no se preocupa por muchos temas cruciales para la humanidad, y se satisface con que le den “pan y circo”. En esta era se ha creado una suerte de abulia social, que es aprovechada por gente sin escr煤pulos como pol铆ticos, empresarios y criminales.
La gente voltea la mirada para ver si encuentra a una celebridad, o se entretiene leyendo las entretelas de los secretos de alcoba de “los famosos”.
Esta era registra una ca铆da en los valores fundamentales y universales, y no me refiero a valores religiosos, y debemos estar alertas para crear nuevos valores antes de que alguien inmoral los cree y los adoptemos.
Debemos asegurar tener un liderazgo pol铆tico de calidad y una sociedad que sepa pedir y demandar cuentas y sea intolerante ante los abusos de poder.
El reto para el futuro es muy complicado.

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