Debate sobre una nueva tributaci贸n
Sergio Ferrari
La propuesta de un mayor impuesto para los multimillonarios se convirti贸 en tema de m谩xima actualidad en la reciente reuni贸n ministerial del G20 (Grupo de los 20) en R铆o de Janeiro. Y ser谩 punto de agenda en la pr贸xima cumbre de alto nivel a realizarse en noviembre de este a帽o, nuevamente en Brasil, pa铆s que ocupa la presidencia de ese grupo.
El sitio oficial Brasil 2024 del G20 (Grupo de las 20 naciones y regiones m谩s desarrolladas del planeta) menciona la aprobaci贸n a fines de julio “de un documento sobre cooperaci贸n para la tributaci贸n internacional” y explica que “Brasil impulsa, por primera vez en el G20, la adopci贸n de medidas a fin de intensificar la cooperaci贸n para la justicia tributaria, lo cual incluye [tambi茅n] la tributaci贸n a los multimillonarios”. Seg煤n Fernando Haddad, ministro de Hacienda brasilero, un impuesto global del 2% a los superricos permitir铆a recaudar anualmente un m铆nimo de 250 mil millones de d贸lares.
El 煤ltimo lunes de julio Haddad record贸 que la reuni贸n de los ministros de Finanzas y los presidentes de los Bancos Centrales del G20 realizada en R铆o de Janeiro aprob贸 por aclamaci贸n una Declaraci贸n Ministerial sobre Cooperaci贸n Tributaria Internacional. Ese evento se clausur贸 con aplausos para la declaraci贸n que, entre otras consideraciones, contempla uno en especial: la propuesta brasilera de comenzar a definir la tributaci贸n internacional de los individuos superricos (https://www.g20.org/es/
Un principio de justicia social
Uno de los expertos m谩s militantes a favor de esta propuesta de nuevo sistema tributario internacional es el economista franc茅s Gabriel Zucman, a quienes diversas fuentes le asignan la copaternidad de la iniciativa en marcha.
En un reciente art铆culo publicado por el medio alem谩n Deutsche Welle, Zucman se refiere a un grupo relativamente reducido “de unos 3.000 multimillonarios que hasta ahora pagan impuestos inferiores al promedio, en comparaci贸n con sus posibilidades: aproximadamente solo un 0,3 por ciento de sus fortunas”. El economista franc茅s asegura que, si se considera la totalidad de la carga tributaria, cada uno de estos superricos llega a pagar un m谩ximo de un 20 por ciento de sus ganancias. En cambio, una persona de clase media en Alemania o en Francia paga m谩s del doble. Y argumenta que "Esta es una injusticia fundamental: los m谩s ricos, que podr铆an aportar m谩s, tienen la menor carga tributaria efectiva”.
Su propuesta de un impuesto m铆nimo individual de un 2% sobre la renta de las fortunas de los multimillonarios garantizar铆a que no paguen menos y sean equiparados porcentualmente a sus choferes o sus empleadas dom茅sticas, o con el resto de la poblaci贸n. “A nadie puede parecerle bien que los multimillonarios paguen menos que los otros”, concluye Zucman (https://www.dw.com/es/brasil-
Sociedad civil reacciona positivamente
Tan pronto como se conoci贸 la resoluci贸n de R铆o de Janeiro, Susana Ruiz, responsable de Pol铆tica Fiscal de la Organizaci贸n No Gubernamental (ONG) Oxfam Internacional, reconoci贸 que "Se trata de un avance global importante: por primera vez en la historia, las mayores econom铆as del mundo han acordado cooperar para gravar a los ultrarricos. Por fin, a los m谩s ricos, se les est谩 diciendo que no pueden manipular el sistema impositivo ni evitar pagar su parte justa”.
Seg煤n OXFAM, durante el siguiente paso, la Cumbre del G20 de noviembre de este a帽o, ser谩 importante acordar un nuevo est谩ndar global que grave a los ultrarricos con una tasa lo suficientemente alta como para cerrar la brecha entre ellos y el resto de la poblaci贸n mundial.
Un elemento metodol贸gico crucial en la propuesta de amplios actores de la sociedad civil internacional: es imprescindible que el liderazgo de la reflexi贸n y las decisiones lo asuman las Naciones Unidas y que se establezca un proceso verdaderamente democr谩tico para fijar normas globales sobre el nuevo tipo de tributaci贸n. Argumentan que no ser铆a apropiado ni suficiente confiar esta tarea a la Organizaci贸n de Cooperaci贸n y Desarrollo Econ贸micos (OCDE), que re煤ne a las naciones m谩s ricas del mundo.
El 24 de julio, varias organizaciones y redes internacionales le entregaron al Gobierno de Brasil una petici贸n con m谩s de 1.5 millones de firmas provenientes del mundo entero solicitando que el G20 defina e imponga impuestos especiales a los multimillonarios. Entre los promotores de la iniciativa se encuentran la misma Oxfam, as铆 como Avaaz, Patriotic Millionaires, TaxMeNow, 350.org, Fight Inequality Alliance y WeMoveEurope.
D铆as antes, el 11 de julio, una veintena de ex jefes de Estado y de gobierno (varios de ellos de pa铆ses del G20), envi贸 una carta abierta a los actuales l铆deres del Grupo para pedirles que apoyen un “nuevo acuerdo global para gravar a los individuos ultrarricos del mundo”. Dicha carta, coordinada por el Club de Madrid y Oxfam, advierte que los ingresos del 1% m谩s rico del mundo aument贸 un 45% en cuatro d茅cadas, mientras que los impuestos m谩ximos sobre sus ingresos se redujeron en un tercio (https://clubmadrid.org/
Prioridad en la agenda internacional
Una vez m谩s, el tema de la tributaci贸n fiscal internacional ser谩 parte de la agenda del G20 en su pr贸xima cumbre, el 18 y el 19 de noviembre en R铆o de Janeiro. Hasta entonces, durante los pr贸ximos 90 d铆as se prev茅 una reflexi贸n a varias puntas y en diferentes espacios, especialmente en el marco de las Naciones Unidas y la sociedad civil internacional.
Alliance Sud (Alianza Sur), la plataforma de las ONG suizas m谩s importantes de la cooperaci贸n al desarrollo, anticipa que dicho asunto “ser谩 un tema candente este verano [en el continente norte]” y que, en hasta mediados de agosto, “el Comit茅 Ad Hoc encargado de redactar los t茅rminos de referencia para una Convenci贸n Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperaci贸n Fiscal Internacional se esforzar谩 por definir el alcance pol铆tico y los procedimientos de toma de decisiones” que integrar谩n ese convenio.
Para Alliance Sud, esta problem谩tica, en apariencia extremadamente t茅cnica, es fundamentalmente pol铆tica. A corto plazo, los negociadores tendr谩n que determinar cu谩nto poder tiene la OCDE, la cual ha dominado la agenda multilateral sobre pol铆tica fiscal internacional desde los a帽os 1970. Si la ONU asume en el futuro el rol de decisi贸n sobre este tema, los Estados del Norte --que siguen dominando la pol铆tica econ贸mica global a pesar del ascenso de China-- perder铆an la supremac铆a en que ahora tienen en este rubro.
Es por eso que la Uni贸n Europea, Estados Unidos y los principales beneficiarios del sistema fiscal internacional bajo los auspicios de la OCDE, es decir, los pa铆ses fiscalmente indulgentes con las multinacionales y los grandes centros financieros, se oponen firmemente a una convenci贸n fiscal fuerte de la ONU. Cuando las cuestiones tributarias multilaterales se negocian en la ONU, en lugar de la OCDE, las proporciones de mayor铆a cambian y los pa铆ses del Sur adquieren un peso determinante.
Alliance Sud sostiene que la propuesta actualmente en discusi贸n establece un v铆nculo directo entre el convenio fiscal y la financiaci贸n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y, en particular, formula como horizonte el establecimiento de un sistema fiscal internacional inclusivo, justo, transparente, equitativo y eficaz para el desarrollo sostenible.
Para ello deber铆an lograrse acuerdos y obligaciones de los Estados signatarios en diversos puntos. Entre ellos, la distribuci贸n equitativa de los derechos impositivos de las multinacionales; la tributaci贸n efectiva de las personas ricas; la garant铆a para que las medidas fiscales contribuyan a resolver los problemas medioambientales y la transparencia y el intercambio efectivo de informaci贸n para fines tributarios, as铆 como la prevenci贸n y resoluci贸n efectiva de conflictos tributarios. (https://www.alliancesud.ch/
El Foro Independiente de Expertos en Pol铆ticas GPF (Global Policy Forum, seg煤n sus siglas en ingl茅s) asegura que el impacto que podr铆a tener la nueva Convenci贸n sobre Tributaci贸n tendr铆a repercusiones como la que produjo la Convenci贸n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim谩tico. Y se muestra optimista porque los miembros de la ONU, as铆 como las organizaciones de la sociedad civil, ya est谩n abordando el proceso con gran determinaci贸n.
Subraya, adem谩s, que dicha Convenci贸n intenta abordar una amplia gama de cuestiones de pol铆tica fiscal, muchas de las cuales tienen un enorme potencial de ingresos para financiar, entre otros sectores, el desarrollo sostenible y la protecci贸n del clima. Los c谩lculos del GPF son m谩s amplios que los del mismo ministro brasilero Fernando Haddad, como puede apreciarse por su comentario de que “un sistema internacional de tributaci贸n corporativa justo, por s铆 solo, podr铆a generar 500 mil millones de d贸lares adicionales al a帽o en ingresos p煤blicos, incluidos 200 mil millones de d贸lares para los pa铆ses en desarrollo. En tanto que un impuesto global sobre el patrimonio de los multimillonarios podr铆a generar entre 200 y 250 mil millones de d贸lares adicionales al a帽o”. Por otra parte, seg煤n el GPF la introducci贸n globalmente coordinada de impuestos ambientales progresivos no s贸lo podr铆a generar ingresos adicionales, sino que tambi茅n tendr铆a fuertes efectos positivos en la promoci贸n del desarrollo sostenible en todo el mundo” (https://www.globalpolicy.org/
El Foro GPF, con secretariados en Nueva York y Bonn, concluye: “El Convenio Fiscal de las Naciones Unidas tiene un potencial considerable para cerrar las brechas que existen con respecto a la financiaci贸n del desarrollo sostenible, tanto en el Norte como en el Sur”. Y mira en perspectiva el aporte positivo que ese impuesto a los superricos puede implicar para los sectores menos pudientes de la poblaci贸n mundial: “Los ingresos fiscales [tambi茅n] permitir铆an que los gobiernos proporcionen m谩s servicios p煤blicos a fin de implementar sus obligaciones en materia de derechos humanos”.