Tweets and shouts de los presidentes
Intervencionismo y aciagas incertidumbres
Emilio Cafassi (Profesor Titular e Investigador de la Universidad de Buenos Aires). cafassi@uba.ar
Tres d铆as antes de que estas l铆neas sean publicadas, los dos mayores contendientes de la elecci贸n venezolana contin煤an con su victoriosa autoproclamaci贸n. Sin embargo ninguna prueba tangible, f铆sica o digital, ha sido exhibida a煤n. Ni por los interesados, ni por las autoridades electorales. La prisa y la anticipaci贸n los impulsan, tanto como a los primeros mandatarios rioplatenses, enardecidos en su alineaci贸n con las supuestas v铆ctimas de fraude. Act煤an al modo de los emperadores romanos que con solo bajar el pulgar, iluminaban la crueldad de sus verdugos en la noche oscura de la tiran铆a. Milei, a煤n antes del anuncio de la Corte Electoral Nacional (CNE) tweete贸 “Dictador Maduro, afuera!!! (…) Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposici贸n”. Lacalle Pou, en cambio, esper贸 a la CNE para tweetear “As铆 no!!!(…)No se puede reconocer un triunfo si no se conf铆a en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a 茅l”. El primero ya ten铆a los datos a煤n antes de la elecci贸n y el otro impugnaba la forma, cualquiera fuera el resultado. El fanatismo exhibido excusa toda interpretaci贸n, al punto que el presidente uruguayo, llam贸 a la confesa golpista Corina Machado, titiritera de la marioneta candidateada, para agradecerle su lucha “por la democracia”! Tan refractaria a toda democraticidad es la convocatoria al golpismo, cuanto la eventual opacidad del procedimiento electoral mediante fisuras manipulatorias. Pero hasta el momento, la 煤nica confirmaci贸n es la de la vocaci贸n golpista de la principal oposici贸n y de los presidentes rioplatenses que la apa帽an. Varios episodios previos de vieja data antecedieron al pen煤ltimo acto de la comedia, paseando por el mundo a un payaso, tambi茅n autoproclamado y bienvenido por cuanto derechismo hubiere, como Guaid贸. M谩s de una decena de convocatorias electorales desde la elecci贸n de Ch谩vez en 1998, incluyendo un encomiable instituto radical como es el refer茅ndum revocatorio, han tenido lugar sin objeciones o fundado desconocimiento de resultados, incluyendo algunas derrotas oficialistas como la de la mayor铆a en la Asamblea Nacional en 2015, 煤nico 贸rgano parlamentario. Cuarenta y ocho horas despu茅s de culminados los comicios entrego a edici贸n estas l铆neas sin que se hayan expuesto conclusiones de los veedores internacionales y con la p谩gina de la CNE todav铆a ca铆da desde el cierre de las electr贸nicas urnas. A pesar de la relevancia del tema, prefiero dejar este asunto en este 煤nico p谩rrafo a la espera de tales veredictos. El paso del tiempo no puede sino incrementar la incertidumbre aqu铆 y el dramatismo en la lacerada naci贸n caribe帽a. Las creencias no pueden sustituir a las pruebas, como hacen los dos tweeteros rioplatenses citados, o los atolondramientos manique铆stas que vulgarizan la relevancia del c贸mo, descascarando el altar del qu茅. De lo contrario se multiplicar谩, a煤n desde inclinaciones progresistas o de izquierdas, el imperio de la posverdad.
Lo cierto es que los dos presidentes rioplatenses no solo coinciden en la ferviente fe golpista contra todo r茅gimen alternativo al salvajismo neoliberal, sino en una agenda demoledora de cualquier impedimento al imperio de esta suerte de estado de naturaleza por el que batallan. He sostenido, para decirlo sint茅ticamente, que Milei no es sino un Lacalle Pou desinhibido, o m谩s precisamente, el inspirador de su agenda e iniciativa parlamentaria, aunque en uno y otro caso, sean otros los guionistas y la magnitud de la agresi贸n social proferida. La semana pasada, intent茅 sintetizar en cinco ejes la arquitectura jur铆dica del proyecto regresivo que Milei ha logrado establecer en acuerdo con amplios sectores de la d茅bil oposici贸n pol铆tica. Si sometemos a examen esos mismos lineamientos a lo logrado por Lacalle Pou con la Ley de Urgente Consideraci贸n (LUC), puestos en el mismo orden que en el art铆culo aludido, la correlaci贸n resultar谩 m谩s evidente. Comparten un enfoque en la desregulaci贸n y la privatizaci贸n, as铆 como en el refuerzo de la seguridad y el control social, fundamentado en art铆culos espec铆ficos de cada normativa que detallo en el cuadro para no entorpecer a prosa y lector con detalles. Sin embargo, las legislaciones argentinas presentan medidas much铆simo m谩s radicales y extendidas en la flexibilizaci贸n laboral y la reducci贸n del gasto p煤blico, cosa explicable por la solidez del movimiento obrero oriental y el lugar de prestigio y cuidado de las empresas p煤blicas como entes aut贸nomos y la seguridad social, con art铆culos que implementan cambios profundos en estas 谩reas, mientras que la LUC mantiene un enfoque algo m谩s moderado o contenido. Veamos:
Desregulaci贸n Econ贸mica y Liberalizaci贸n del Mercado. La LUC establece normas que, bajo el pretexto de promover la competitividad del mercado y la inversi贸n privada, facilitan la apertura de mercados y reducen la intervenci贸n estatal en sectores estrat茅gicos. En un eco a煤n m谩s estridente de esta filosof铆a neoliberal, el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 (DNU) de Milei declara la desregulaci贸n del comercio, servicios e industria, promoviendo una alineaci贸n servil con normas internacionales, derogando leyes restrictivas y permitiendo la transformaci贸n de empresas p煤blicas en sociedades an贸nimas. La Ley Combi (LC), por su parte, se asegura de modificar la Ley 23.696 para allanar el camino a la privatizaci贸n, consolidando un marco legal que despoja al Estado de su papel regulador.
Reforma del Estado y Privatizaci贸n. La LUC introduce mecanismos para la privatizaci贸n parcial de empresas p煤blicas y promueve la participaci贸n del sector privado en 谩reas estrat茅gicas, siguiendo un guion que busca debilitar lo p煤blico en favor de lo privado. El DNU, en una maniobra a煤n m谩s descarada, promueve la participaci贸n privada en sectores como el energ茅tico, minero y agropecuario, aplicando la Ley 24.156 solo a sociedades con mayor铆a estatal e introduciendo modificaciones a la Ley General de Sociedades. La LC complementa esta embestida privatizadora, permitiendo la privatizaci贸n de empresas estatales y derogando leyes que impon铆an restricciones fiscales y subsidios, abriendo de par en par las puertas al capital privado en detrimento del inter茅s p煤blico.
Flexibilizaci贸n Laboral. La LUC introduce modificaciones al r茅gimen laboral que facilitan en casos acotados y puntuales la contrataci贸n y el despido, e interviene en contratos laborales, erosionando as铆 las algunas conquistas hist贸ricas, aunque este eje es el de menores convergencias. El DNU va mucho m谩s lejos, modificando la Ley de Contrato de Trabajo y la Ley de Empleo, redefiniendo el 谩mbito de aplicaci贸n de la Ley de Contrato de Trabajo y eliminando el principio de la norma m谩s favorable para el trabajador. La LC no se queda atr谩s, estableciendo un sistema de registraci贸n laboral simplificado y modificando la Ley N° 20.744, contribuyendo a la precarizaci贸n del empleo en un contexto de desprotecci贸n creciente.
Reforzamiento de la Seguridad y Control Social. La LUC modifica el concepto de leg铆tima defensa, introduce sanciones por agravio a la autoridad policial y aborda con dureza la ocupaci贸n indebida de espacios p煤blicos y la destrucci贸n de dispositivos electr贸nicos, reforzando un aparato represivo destinado a acallar la disidencia. En Argentina, el asfixiante Protocolo de Seguridad de la Ministra Bullrich (PS) permite la intervenci贸n de las fuerzas de seguridad sin orden judicial, el despeje de v铆as de comunicaci贸n, la identificaci贸n de manifestantes y la elevaci贸n de demandas judiciales a responsables de costos operativos, configurando un estado policial que criminaliza la protesta social y protege los intereses del poder.
Reducci贸n del Gasto P煤blico. La LUC promueve el control del gasto p煤blico y el ajuste fiscal, la eliminaci贸n de subsidios y la reducci贸n de tarifas, medidas que golpean con mayor dureza a los sectores m谩s vulnerables de la sociedad. El DNU declara la emergencia p煤blica en varias 谩reas, impulsando la reestructuraci贸n y privatizaci贸n de empresas p煤blicas, mientras la LC deroga leyes que impon铆an restricciones fiscales y subsidios, perpetuando un modelo econ贸mico que sacrifica el bienestar social en el altar del ajuste y la austeridad.
Obviamente, la agenda de los gobiernos derechistas no se agota en estos cinco ejes, que adem谩s est谩n tomados exclusivamente del art铆culo que, a efectos ilustrativos, intent贸 resumir la desembocadura legislativa reciente del gobierno argentino. A la vez, cada experiencia reconocer谩 pasos t谩cticos y particularidades de cada uno de los contextos de aplicaci贸n, sin replicar necesariamente pelda帽os o normativas. Pero en materia de pol铆tica exterior, el pragmatismo se asocia m谩s claramente con la estrategia, multiplicando convergencias. Seguramente, la desregulaci贸n econ贸mica y la privatizaci贸n, la reforma del Estado, la flexibilizaci贸n laboral, el refuerzo de la seguridad y la reducci贸n del gasto p煤blico no agoten la agenda de la ultraderecha venezolana que se autoproclama vencedora, pero sin duda formar谩n parte de su programa, sin redactor, porque la etapa electoral solo reclama consignas y lugares comunes. La narrativa destituyente no se asienta en meras simpat铆as personales sino en s贸lidos intereses materiales program谩ticamente cristalizables. Milei y Lacalle Pou no solo comparten la agenda dom茅stica, sino que extienden su sombra sobre Am茅rica Latina, baj谩ndole el pulgar a todo dique de contenci贸n de la voraz venalidad del capital y su consecuentemente amarga noche de despojo y represi贸n.
Sin embargo, la resistencia, es tan indispensable como la transparencia y la honestidad.