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Debemos actuar globalmente para salvaguardar el futuro de la Humanidad

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Agn猫s Callamard, secretaria general de Amnist铆a Internacional

M煤ltiples guerras, desigualdad extrema, un inminente colapso clim谩tico y nuevas tecnolog铆as capaces de transformar nuestra existencia misma han llevado a la humanidad a una encrucijada. No nos queda tiempo para la complacencia o el derrotismo, s贸lo para asumir la responsabilidad compartida de salvar el mundo que le debemos a las futuras generaciones.

La inacci贸n y los inadecuados esfuerzos que se han llevado a cabo para abordar estas amenazas nos han llevado a un mundo convulso, cuyas tensiones e incertidumbres est谩n generando una ansiedad generalizada, que provoca en las personas m谩s ira, desilusi贸n y divisi贸n.

¿Qu茅 “mejor” momento que 茅ste para celebrar la Cumbre del Futuro de la ONU? La Cumbre, que se celebra este mes, dice ser “una de esas oportunidades que se presentan una sola vez en cada generaci贸n […] para abordar la confianza da帽ada y demostrar que la cooperaci贸n internacional puede ser eficaz para alcanzar objetivos comunes y abordar las amenazas y las oportunidades emergentes”.

La 煤ltima vez que la Humanidad se enfrent贸 a dificultades comparables, en la d茅cada de 1940, los l铆deres mundiales se reunieron para sentar las bases de un sistema que esperaban que protegiera a las generaciones futuras del odio, el miedo y la miseria. Entonces, la reci茅n creada Asamblea General de la ONU adopt贸 los Convenios de Ginebra y la Convenci贸n sobre el Genocidio, as铆 como la Declaraci贸n Universal de Derechos Humanos, una arquitectura global que, aunque imperfecta, consagr贸 la protecci贸n universal de los derechos humanos.

Setenta y seis a帽os despu茅s, nos enfrentamos a otro momento que se presenta una sola vez en una generaci贸n. Los l铆deres mundiales se reunir谩n de nuevo para dise帽ar un futuro aparentemente mejor. Pero el 煤ltimo borrador del Pacto que aprobar谩n en la Cumbre plantea serias dudas sobre su capacidad para cumplir esa promesa.

En primer lugar, muestra que, en la pr谩ctica, siguen siendo incapaces de responder a la catastr贸fica situaci贸n de millones de personas afectadas por los conflictos en Gaza, Myanmar, Sud谩n y Ucrania, o no est谩n dispuestos a hacerlo. El borrador actual carece de compromisos para fortalecer la justicia internacional y de propuestas para abordar el uso del veto que con frecuencia paraliza al Consejo de Seguridad de la ONU.

Es cierto que el borrador incluye compromisos importantes y propuestas interesantes, como ampliar el Consejo de Seguridad para incluir un Estado africano como miembro permanente, reformar el sistema financiero mundial y reclamar nuevos indicadores para medir el progreso del desarrollo sostenible de una manera m谩s integral que limitados par谩metros como el PIB. Tambi茅n hace un esfuerzo concertado para reactivar el debilitado sistema multilateral, tan fundamental para la estabilidad global.

Personas de todas las edades se resisten a los ataques localizados y globalizados contra los derechos humanos. Ellas son nuestro principal recurso en la lucha para proteger y defender todos los derechos de todas las personas.

Sin embargo, no ofrece una visi贸n integrada y convincente de nuestro futuro y, a menudo, reitera compromisos que los Estados han ignorado deliberadamente y violado una y otra vez. Por ejemplo, su modesto compromiso de “fortalecer los esfuerzos” para que se respeten las libertades fundamentales es casi rid铆culo, a la vista del grave estado en que se encuentran las protecciones de los derechos humanos en todo el mundo.

Si bien reitera la importancia de una acci贸n r谩pida y eficaz para abordar el cambio clim谩tico, la degradaci贸n ambiental y la p茅rdida de biodiversidad, el Pacto no aborda varios obst谩culos importantes para llevar esto a cabo. Adem谩s, aunque su borrador hace referencia a la decisi贸n de la COP28 de emprender una “transici贸n para dejar atr谩s los combustibles f贸siles”, el actual Pacto es a煤n m谩s d茅bil que ese acuerdo, ya desvirtuado por una serie de cl谩usulas de exenci贸n. El Pacto debe ser un documento audaz y con visi贸n de futuro, no un refrito de un acuerdo existente y ya debilitado.

En los 煤ltimos diez a帽os, la ONU se ha esforzado en poner trabas para impedir la participaci贸n de la sociedad civil en los procedimientos de la organizaci贸n. El borrador del Pacto no alterar谩 este estado de cosas con  su d茅bil compromiso de mayor cooperaci贸n. Si su atenci贸n a las partes interesadas que presionan por una visi贸n m谩s audaz y soluciones m谩s efectivas es mera palabrer铆a, la ONU corre el riesgo de desperdiciar esta oportunidad hist贸rica para enderezar el rumbo del mundo. 

Al igual que muchas otras ONG, Amnist铆a Internacional ha encontrado obst谩culos en su trabajo para hacer o铆r su voz en el per铆odo previo a la Cumbre. Si bien acogimos con satisfacci贸n la oportunidad de presentar una serie de recomendaciones para que las personas ocupen un lugar central en el Pacto, lamentamos profundamente que muchas organizaciones de la sociedad civil consultadas sobre el borrador quedar谩n excluidas cuando los l铆deres mundiales negocien el acuerdo final.

Sin embargo, jam谩s dejaremos de luchar por un mundo mejor. Ante los desaf铆os a los que se enfrenta la Humanidad, impredecibles en la d茅cada de 1940, Amnist铆a Internacional ha establecido la Comisi贸n 2048 para dise帽ar un sistema de gobernanza global del siglo XXI basado en los derechos humanos. Nuestra Comisi贸n asesorar谩 sobre la composici贸n, la dotaci贸n de recursos y el funcionamiento de dicho sistema, garantizando que est茅 plenamente preparado para defender los derechos humanos universales en esta era de cambios r谩pidos e impredecibles.

Tanto nuestra membres铆a como los defensores y defensoras de los derechos humanos de todo el mundo sabemos que ha llegado el momento de actuar. Desde los Viernes por el Futuro y las ni帽as amaz贸nicas que arriesgan sus vidas para defender la selva tropical, hasta quienes se resisten valientemente a la guerra de Ir谩n contra las mujeres,pasando por los millones de personas que exigen el fin de la carnicer铆a en Gaza, personas de todas las edades se resisten a los ataques localizados y globalizados contra los derechos humanos. Ellas son nuestro principal recurso en la lucha para proteger y defender todos los derechos de todas las personas.

Durante la Cumbre del Futuro, los Estados miembros deben mantener el compromiso que adquirieron con la Carta de las Naciones Unidas de rendir cuentas ante “los pueblos del mundo”, y comenzar a sentar las bases de un futuro sostenible y basado en los derechos humanos.

Publicado originalmente en Newsweek

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