Samuel Schmidt
Leo y escucho el reclamo airado de que tom贸 solamente ocho minutos aprobar la reforma judicial.
Lo primero que pens茅 es, ¿cu谩nto tiempo era adecuado para esa aprobaci贸n, 12 minutos, 8 horas, ocho d铆as?
Tambi茅n escuche, despu茅s de rechazar que se hiciera una reforma judicial, que si deb铆a hacerse pero no en ese momento ni de ese modo. ¿Cu谩l era el momento?, ¿cu谩l deb铆a ser el modo? ¿Qui茅n pod铆a o deb铆a determinar esos factores? Por supuesto que esas posturas trivializaban el debate.
Durante m谩s de seis meses se planteo el prop贸sito de reformar el poder judicial, hubo discusiones profundas y superficiales sobre el mismo, yo conduje dos conversatorios en el programa por la rep煤blica sobre el particular (https://www.youtube.com/live/BAPHfYd0D9w?app=desktop&si=Q1rLuD-Yy666TLVj), se discuti贸 en radio y televisi贸n; hubo foros nacionales y la derecha se vanaglori贸 de haberla podido frenar en la c谩mara de diputados porque MORENA carec铆a de una mayor铆a calificada.
Entonces el presidente, la candidata y MORENA convirtieron en llamado de batalla electoral el Plan C, que consist铆a justamente en lograr la mayor铆a calificada para aprobar 20 reformas constitucionales, entre las que destacaba la reforma al poder judicial. Y lo lograron.
Posterior a la aprobaci贸n legislativa federal, vino la de los Estados, donde se mostr贸 una fuerte organizaci贸n y manejo pol铆tico, por lo que tom贸 solamente unos d铆as que las legislaturas estatales la aprobaran. Pero el reclamo lastimero fue que se aprobara en solamente 8 minutos, que es lo que tom贸 la sesi贸n que daba por v谩lido el procedimiento de la reforma.
Una vez m谩s como ya ha estado sucediendo en el debate pol铆tico –exager茅 porque eso no es debate- se empantanan con argumentos f煤tiles, triviales y hasta rid铆culos.
Esta quedando clara la verdadera cara de la pol铆tica y su nivel en M茅xico, la que se caracteriza por falta de seriedad, lealtad, de compromiso, de fidelidad ideol贸gica, donde lo 煤nico que cuenta es satisfacer egos, ego铆smos y por supuesto preservar los intereses personales, algunos muy mezquinos, algunos muy ambiciosos, y las instituciones han ca铆do bajo el mando de personajes deleznables, o como ahora se les dice, impresentables.
En un sistema caracterizado por el “chauplineo” de los pol铆ticos, algunos, entre ellos miembros del gobierno entrante, han recorrido 3 partidos pol铆ticos, no podemos olvidar a Porfirio Mu帽oz Ledo que presidi贸 3 partidos pol铆ticos y L贸pez Obrador ante una pregunta respondi贸, “¿de cu谩l partido era yo presidente en ese entonces?, no quiero acordarme”, aunque hay que darle el cr茅dito que sus partidos eran el mismo, con otras siglas. Y entonces vociferan contra el senador que cambia de preferencia y vota por la reforma, seg煤n el porque as铆 lo dictaba su conciencia: “TRAIDOR” le gritaron, como si toda la reforma dependiera de un solo voto, y como de exageraciones se trata lo expulsan del partido, conden谩ndose a perder todas las votaciones futuras y perder la posibilidad de poder negociar, porque la pol铆tica es negociaci贸n. ¿Qui茅n es el traidor entonces?
El remate es que PAN y PRI que saben mucho de compra de votos y voluntades, como cuando vendieron el apoyo a la reforma energ茅tica a cambio de dinero y gubernaturas, acusaron que MORENA y el gobierno intentaban comprar sus votos, pero el denunciante no mencion贸 ning煤n caso. Y finalmente un senador desapareci贸 porque fue a ayudar a su pap谩 a sacar la licencia, aunque dijeron que fue a ayudarlo a salir de la c谩rcel, ambos casos facilitaron la mayor铆a calificada.
Supongamos que las acusaciones son ciertas; que el gobierno apret贸 d贸nde duele, en lo s贸rdido de la vida que los poderosos le ocultan a la sociedad y que amenaz贸, present贸 acusaciones, detuvo gente, que ofreci贸 las perlas de la virgen, de ser cierto, demostrar铆a que las formas de la pol铆tica mexicana no cambian, y que como el fin justifica los medios (NUNCA lo dijo Maquiavelo), pues pas贸 lo que por cuesti贸n pol铆tica ten铆a que pasar, gan贸 el partido en el poder. Ni hablar, as铆 es la pol铆tica.
La derecha y corifeos que la acompa帽an, incluidos los que a帽oran los apapachos y el chayote, sostienen que la reforma es un regalo para el presidente que se va a su rancho. El presidente intent贸 cerrar su sexenio iniciando el cambio de r茅gimen, pero no pudo, y en una jugada cantada, anunci贸 que convocar铆a al pueblo a que le diera mayor铆a para ese prop贸sito, y anunci贸 que la legislatura entrante cumplir铆a con esa tarea, y gan贸. As铆 tambi茅n es la pol铆tica.
L贸pez Obrador result贸 ser un pol铆tico de colmillo retorcido. A una periodista le dijo que dec铆a cosas para que tuvieran nota y para que se entretuvieran atac谩ndolo, mientras en el nivel de la pol铆tica real, el daba pasos firmes para dejar un legado de nuevo r茅gimen, que lo har铆a pac铆ficamente y gradualmente. Jug贸 a que su sucesora compartiera ideas y prop贸sitos. El mismo grupo se queda en el poder, ya veremos si Claudia Sheinbaum quiere o puede con el paquete.