Eduardo Madro帽al Pedraza
Ahora es el momento de aparcar las diferencias, de remar todos en la misma direcci贸n. Ahora es el momento de poner la vida, las personas y los afectados en primer lugar. Es el momento de la unidad y la solidaridad ante esta terrible DANA.
Adem谩s de estas irremediables p茅rdidas humanas, nos enfrentamos a una cat谩strofe humanitaria en la que los da帽os materiales son de una magnitud a煤n incalculable. Hay cientos de miles de familias, de trabajadores y de empresas que lo han perdido literalmente todo -su casa, su veh铆culo, su negocio, su trabajo o medio de vida- y otras muchas a las que la inundaci贸n les ha dado un vuelco, gener谩ndoles duras p茅rdidas y da帽os.
Ante tama帽a destrucci贸n lo que necesitamos es unidad y solidaridad
De la misma manera que cuando la pandemia, ahora necesitamos que todo, toda la acci贸n, todas las pol铆ticas, todas las declaraciones, medidas, pensamientos y hechos se pongan en funci贸n de salvar vidas, de encontrar a los desaparecidos, de atender a las v铆ctimas y a sus familias, y de encontrar alternativas para los cientos de miles de afectados.
No es el momento del enfrentamiento pol铆tico, de la divisi贸n sectaria, del politiqueo, de la artiller铆a de las culpas.
Es inevitable que haya diferentes opiniones y criterios acerca de la gesti贸n de la emergencia meteorol贸gica, y ya habr谩 tiempo para que comisiones de investigaci贸n, que estudien seriamente para transformar los errores y deficiencias de la gesti贸n de las diferentes administraciones en nuevos protocolos y ense帽anzas que eviten que se repitan ante una cat谩strofe similar. Y tambi茅n para que -en su caso- se depuren responsabilidades pol铆ticas o penales.
Pero quien quiera utilizar ahora esta cat谩strofe y los errores que se hayan cometido como elemento arrojadizo para da帽ar al adversario pol铆tico no s贸lo comete una grave equivocaci贸n que terminar谩 por pagar caro, sino que sabotea la necesaria unidad para resolver la crisis, y traiciona los intereses de la gente.
Ahora es el momento de una actuaci贸n conjunta y coordinada de todas las administraciones p煤blicas -Gobierno Central y ministerios, las diferentes comunidades aut贸nomas y ayuntamientos- y de que trabajen con la m谩xima coordinaci贸n y fluidez para resolver la crisis y dar alternativas dignas a los cientos de miles de afectados.
Ahora es el momento de que todos los partidos pol铆ticos y cargos p煤blicos, independientemente de su ideolog铆a y posici贸n pol铆tica; independientemente de su tama帽o, distribuci贸n territorial o peso institucional, aparquen la confrontaci贸n y se pongan a colaborar codo con codo, haciendo adem谩s llamamientos a la unidad y la solidaridad.
Lo primero, la gente, lo primero
La actuaci贸n de los gobiernos central, auton贸mico y local debiera guiarse siempre por servir al pueblo y anteponer siempre el inter茅s general a cualquier otro. Y ahora hay que exigirles: que den amparo, protejan y defiendan a las v铆ctimas de la DANA, lo primero la gente, lo urgente.
Urgente es encontrar a todas las v铆ctimas, identificar a los fallecidos y buscar a los desaparecidos. Atender a toda la poblaci贸n que a煤n carece de lo m谩s b谩sico. Garantizar un techo donde cobijarse a las personas y las familias cuyos hogares han sido arrasados. Recuperar las calles que ahora son fango, maleza y restos de sus hogares o veh铆culos destrozados, y las carreteras que permitan llegar las ayudas necesarias. Poner en marcha los centros de trabajo, y en funcionamiento los centros de salud da帽ados y los colegios.
Todo esto y m谩s son necesidades fundamentales y urgentes.
Pero las autoridades tienen su propia responsabilidad, sobre todo porque no solo tienen que atender lo urgente y b谩sico fundamental. Y deber铆an hacerlo de forma unitaria, empezando por el gobierno de la naci贸n, en coordinaci贸n y unidad con las comunidades aut贸nomas y los ayuntamientos.
Hay que exigirles, a los tres, empezando por el gobierno de la naci贸n, que no escatimen poner todos los medios necesarios para atender todas las necesidades urgentes. Exigir que se pongan al servicio de las personas que han perdido sus casas y enseres, sus coches, de los agricultores que han perdido sus cosechas, y de los aut贸nomos y pymes que han perdido sus negocios. Exigirles que garanticen los derechos de los trabajadores y sus puestos de trabajo.
Eduardo Madro帽al Pedraza
Ahora es el momento de aparcar las diferencias, de remar todos en la misma direcci贸n. Ahora es el momento de poner la vida, las personas y los afectados en primer lugar. Es el momento de la unidad y la solidaridad ante esta terrible DANA.
Adem谩s de estas irremediables p茅rdidas humanas, nos enfrentamos a una cat谩strofe humanitaria en la que los da帽os materiales son de una magnitud a煤n incalculable. Hay cientos de miles de familias, de trabajadores y de empresas que lo han perdido literalmente todo -su casa, su veh铆culo, su negocio, su trabajo o medio de vida- y otras muchas a las que la inundaci贸n les ha dado un vuelco, gener谩ndoles duras p茅rdidas y da帽os.
Ante tama帽a destrucci贸n lo que necesitamos es unidad y solidaridad
De la misma manera que cuando la pandemia, ahora necesitamos que todo, toda la acci贸n, todas las pol铆ticas, todas las declaraciones, medidas, pensamientos y hechos se pongan en funci贸n de salvar vidas, de encontrar a los desaparecidos, de atender a las v铆ctimas y a sus familias, y de encontrar alternativas para los cientos de miles de afectados.
No es el momento del enfrentamiento pol铆tico, de la divisi贸n sectaria, del politiqueo, de la artiller铆a de las culpas.
Es inevitable que haya diferentes opiniones y criterios acerca de la gesti贸n de la emergencia meteorol贸gica, y ya habr谩 tiempo para que comisiones de investigaci贸n, que estudien seriamente para transformar los errores y deficiencias de la gesti贸n de las diferentes administraciones en nuevos protocolos y ense帽anzas que eviten que se repitan ante una cat谩strofe similar. Y tambi茅n para que -en su caso- se depuren responsabilidades pol铆ticas o penales.
Pero quien quiera utilizar ahora esta cat谩strofe y los errores que se hayan cometido como elemento arrojadizo para da帽ar al adversario pol铆tico no s贸lo comete una grave equivocaci贸n que terminar谩 por pagar caro, sino que sabotea la necesaria unidad para resolver la crisis, y traiciona los intereses de la gente.
Ahora es el momento de una actuaci贸n conjunta y coordinada de todas las administraciones p煤blicas -Gobierno Central y ministerios, las diferentes comunidades aut贸nomas y ayuntamientos- y de que trabajen con la m谩xima coordinaci贸n y fluidez para resolver la crisis y dar alternativas dignas a los cientos de miles de afectados.
Ahora es el momento de que todos los partidos pol铆ticos y cargos p煤blicos, independientemente de su ideolog铆a y posici贸n pol铆tica; independientemente de su tama帽o, distribuci贸n territorial o peso institucional, aparquen la confrontaci贸n y se pongan a colaborar codo con codo, haciendo adem谩s llamamientos a la unidad y la solidaridad.
Lo primero, la gente, lo primero
La actuaci贸n de los gobiernos central, auton贸mico y local debiera guiarse siempre por servir al pueblo y anteponer siempre el inter茅s general a cualquier otro. Y ahora hay que exigirles: que den amparo, protejan y defiendan a las v铆ctimas de la DANA, lo primero la gente, lo urgente.
Urgente es encontrar a todas las v铆ctimas, identificar a los fallecidos y buscar a los desaparecidos. Atender a toda la poblaci贸n que a煤n carece de lo m谩s b谩sico. Garantizar un techo donde cobijarse a las personas y las familias cuyos hogares han sido arrasados. Recuperar las calles que ahora son fango, maleza y restos de sus hogares o veh铆culos destrozados, y las carreteras que permitan llegar las ayudas necesarias. Poner en marcha los centros de trabajo, y en funcionamiento los centros de salud da帽ados y los colegios.
Todo esto y m谩s son necesidades fundamentales y urgentes.
Pero las autoridades tienen su propia responsabilidad, sobre todo porque no solo tienen que atender lo urgente y b谩sico fundamental. Y deber铆an hacerlo de forma unitaria, empezando por el gobierno de la naci贸n, en coordinaci贸n y unidad con las comunidades aut贸nomas y los ayuntamientos.
Hay que exigirles, a los tres, empezando por el gobierno de la naci贸n, que no escatimen poner todos los medios necesarios para atender todas las necesidades urgentes. Exigir que se pongan al servicio de las personas que han perdido sus casas y enseres, sus coches, de los agricultores que han perdido sus cosechas, y de los aut贸nomos y pymes que han perdido sus negocios. Exigirles que garanticen los derechos de los trabajadores y sus puestos de trabajo.
Eduardo Madro帽al Pedraza