Demente vor谩gine armamentista
Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza
Desmitificando su ret贸rica de continente de paz, el Viejo Mundo es hoy la segunda regi贸n m谩s militarizada del planeta. Juega con fuego, como si dos guerras en apenas 110 a帽os no le alcanzaran para entender el drama belicista.
Un reciente informe del Centro Del脿s de Investigaci贸n y Acci贸n por la Paz y el Desarme, con sede en Barcelona, Espa帽a, revela que en 2023 el gasto militar conjunto de los pa铆ses europeos fue de aproximadamente 290.000 millones de euros (312.000 millones de d贸lares), un 21% m谩s que el a帽o anterior. Seg煤n dicho Centro, si a esa cantidad se le suma la participaci贸n del Reino Unido y Noruega, pa铆ses del continente que no integran la Uni贸n Europea, el gasto militar europeo el a帽o pasado alcanz贸 los 366.623 millones de euros (395.000 millones de d贸lares). El segundo del mundo y solo por detr谩s del norteamericano, mayor que el de China y tres veces m谩s que el de Rusia (https://centredelas.org/publicacions/peaceanddisarmamentineurope/?lang=es).
Por otra parte, Europa en la actualidad es tambi茅n el segundo exportador mundial de armas luego de Estados Unidos. En 2022, los pa铆ses de la Uni贸n Europea exportaron productos militares por valor de 36.000 millones de euros (39.000 millones de d贸lares), de los cuales m谩s de un 12% se destin贸 exclusivamente a Ucrania.
El impacto belicista de la guerra en Europa Occidental
Ha sido justamente el conflicto Rusia-Ucrania --y el incondicional apoyo masivo de Europa occidental a su socio de Kiev-- el pretexto y detonante principal de este acelerado proceso de militarizaci贸n de la Uni贸n Europea. Conflicto que supone cambios de paradigmas desde inicios del siglo XX, cuando el continente apostaba a “Una Europa en un mundo mejor”, hasta el presente. El 21 de marzo de 2022, d铆as despu茅s del inicio del conflicto ruso-ucranio, el Consejo Europeo aprob贸 su “Br煤jula Estrat茅gica”, ambicioso programa para reforzar la seguridad y la defensa continental hasta 2030 (https://www.consilium.europa.eu/es/policies/strategic-compass/#what).
Como lo afirma el Centro Del脿s en su informe Por una pol铆tica de paz y desarme en Europa. Propuestas para una Europa de la distensi贸n, la paz y la seguridad compartida, “En este proceso han jugado un rol especialmente protag贸nico la industria militar y los lobbies de armamentos”, quienes promovieron la construcci贸n de una Europa de la Defensa basada en fondos para la promoci贸n y la venta de armas. M谩s all谩 de la simple enumeraci贸n de cifras y porcentajes comparativos, explica Del脿s, instituci贸n antib茅lica que forma parte de la Red Europa Contra el Comercio de Armas (ENAAT, en ingl茅s), la guerra en Ucrania “ha sacado a la luz la ineficiencia del sistema para garantizar la paz y la incompetencia de quienes han dirigido y ejecutado las decisiones sobre paz y seguridad en Europa”. ENNAT, coautora del informe, con sede en Bruselas, naci贸 en 1984, re煤ne a una veintena de entidades de unos doce pa铆ses del continente.
Tal como lo definen los autores del estudio publicado la segunda quincena de octubre, el mismo intenta “ayudar a construir un relato alternativo que vaya m谩s all谩 de la cr铆tica a las pol铆ticas que han llevado a Europa a la guerra”. Su punto de partida: la profunda preocupaci贸n por un proceso hist贸rico marcado por un sostenido acento militarista. En menos de dos d茅cadas, puntualizan, el presupuesto com煤n para la defensa de la Uni贸n Europea se ha triplicado y la identidad continental sobre el tema ha ido cambiando, alej谩ndose de sus principios fundacionales, los cuales contaban con un enfoque en la seguridad como respuesta a posibles amenazas. El nuevo 茅nfasis es ahora “una visi贸n de seguridad y defensa europea con un enfoque militarista, basado en la seguridad nacional”. Esta nueva construcci贸n pone en el centro mismo a los Estados en lugar de los seres humanos, la naturaleza y las generaciones futuras.
La diplomacia de las armas no es diplomacia
¿Qu茅 est谩 en juego en este verdadero debate sobre la sociedad europea y sus paradigmas de defensa y seguridad? Los investigadores responden que, de no frenarse este proceso de militarizaci贸n, se estar谩 socavando cualquier posibilidad de que la Uni贸n Europea sea un agente cre铆ble en la promoci贸n de la paz y los derechos humanos: “Una Europa militar determinar谩 que las respuestas militares de la propia Uni贸n sean m谩s frecuentes”. De esta manera se estar谩 obstaculizando el desarrollo de una diplomacia dispuesta a “crear condiciones que eviten conflictos armados y promuevan la paz” mediante relaciones de amistad, coexistencia e interdependencia con los pa铆ses vecinos.
Incorporar a Rusia, esencial para la paz europea
Seg煤n el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigaci贸n de la Paz (SIPRI, por sus siglas en ingl茅s), Rusia-Ucrania, de igual forma que lo fue en 2022, sigue siendo ahora el principal conflicto b茅lico. En 2023, el gasto militar de Rusia en t茅rminos de porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB) alcanz贸 el nivel m谩s alto desde la disoluci贸n de la Uni贸n Sovi茅tica: 5,9%. En el caso de Ucrania, fue el 37%. Estas cifras provistas por el instituto sueco permiten concluir que la guerra est谩 pesando m谩s sobre Ucrania que sobre Rusia.
El impacto del conflicto en el continente no ha perdido peso. Como lo constata el SIPRI, todos los miembros de la OTAN, excepto tres, han aumentado su gasto militar. Adem谩s, once de los 31 miembros de la OTAN han alcanzado, o incluso superado, su objetivo de destinar el 2% de sus respectivos PIB a fines militares, el porcentaje m谩s alto desde el final de la Guerra Fr铆a. A pesar de todo, desde la perspectiva del movimiento anti militarizaci贸n las alternativas para promover un enfoque no belicista en el continente europeo existen y est谩n a la mano. Por una pol铆tica de paz y desarme en Europa identifica y anticipa algunas pistas para promover una perspectiva de “paz positiva”.
Una condici贸n casi esencial para “construir la gran Europa para la paz [ser铆a la] incorporaci贸n de Rusia al proyecto europeo, sea cual fuere la f贸rmula que se pueda conseguir [a fin de evitarse] definitivamente, esta vez s铆, la guerra en el continente”. Es necesario, insisten los autores, visualizar a Europa como “una regi贸n aut贸noma con un papel de neutralidad entre Oriente y Occidente, capaz de reducir la tensi贸n y la carrera armamentista que desv铆a fondos [e impide] dar respuesta a las necesidades de la poblaci贸n (acceso a la vivienda, educaci贸n, sanidad)”.
Adem谩s, agregan, ser铆a necesario “salir de la tutela de la OTAN y Estados Unidos, construyendo una seguridad que responda 煤nicamente a las necesidades de la poblaci贸n y el territorio europeos”. De igual forma, abandonar el camino de un hipot茅tico Ej茅rcito Europeo y consolidar un cuerpo diplom谩tico continental reforzado y cre铆ble, aument谩ndose sus capacidades y recursos para implementar una mayor pol铆tica de cooperaci贸n entre los Estados miembros.
Tambi茅n ser铆a esencial, enfatiza el Centro Del脿s, emprender pol铆ticas de desarme y desmilitarizaci贸n en Europa y desde Europa, ya que limitar la disponibilidad mundial de armas obligar谩 a las partes en conflicto a buscar otras opciones al uso de la violencia. Para ello es imprescindible que el continente pase de una Pol铆tica Com煤n de Seguridad y Defensa, la cual promueve misiones militares, a una de mayor Cooperaci贸n al Desarrollo tanto para las zonas m谩s deprimidas de los pa铆ses europeos como en otros continentes. Esto implicar铆a un cambio de 贸ptica esencial: reemplazar el desarrollo de nuevos sistemas armament铆sticos que sirven para impulsar la industria militar europea por una producci贸n civil, humana y sostenible.
La lucha por la hegemon铆a militar global, destacan los autores del informe, succiona recursos esenciales para el desarrollo de Europa y el bienestar de su poblaci贸n. Por esta raz贸n, no dudan en confrontar enf谩ticamente la hip贸tesis de que la carrera armamentista ayudar谩 a lograr la paz, y en desmentir que la arbitraria cifra del 2% del PIB destinado a gastos militares pueda resultar en mayores niveles de paz y seguridad en el continente.
El clima b茅lico mundial, con la guerra ruso-ucrania en el centro, pero agravado tambi茅n desde el 煤ltimo a帽o por la escalada del conflicto en Medio Oriente, lleva al planeta entero a situaciones impredecibles. El recurso a las armas nucleares reaparece como una opci贸n menos remota que apenas 30 meses atr谩s. Los escasos 1.300 kil贸metros que separan Berl铆n de Kiev, o los 2.100 kil贸metros en l铆nea recta entre Roma y Beirut, o la Banda de Gaza, demuestran que los dos grandes conflictos contempor谩neos tienen como escenario los suburbios geopol铆ticos de la Europa Occidental. Un continente una vez m谩s sentado sobre un polvor铆n con mecha corta y en la encrucijada de dos concepciones totalmente opuestas. La que pregona alimentar el fuego mediante la multiplicaci贸n ilimitada de su propia militarizaci贸n, y la que propone enfriar las tensiones mediante la intensificaci贸n de opciones pac铆ficas, diplom谩ticas y negociadas. Por el momento, la irracionalidad b茅lica sigue imponi茅ndose.