Irán ejecutó al menos a 166 personas en octubre de 2024, lo que supone el récord de ejecuciones mensuales más alto desde 2007, según la organización Iran Human Rights (IHRNGO).
El marcado aumento de las ejecuciones se produce en un contexto de crecimiento de las tensiones entre Irán e Israel, y de una mayor represión gubernamental tras los disturbios internos.
El informe de IHR, publicado el 2 de noviembre pasado, señaló que con las cifras de octubre, el total de ejecuciones en Irán en 2024 alcanzó a 651 personas. Desde la elección del presidente Masoud Pezeshkian en agosto, el país experimentó un marcado aumento de la pena capital, con 353 ejecuciones registradas en los últimos tres meses.
Un desglose de los datos muestra importantes disparidades regionales y étnicas en las tasas de ejecución. La provincia de Alborz encabezó la lista con 38 ejecuciones, seguida de Fars con 16. Azerbaiyán Oriental e Isfahán registraron 14 cada una, y cinco personas fueron ejecutadas en Urmiyah, una región dentro del Kurdistán iraní (Rojhilat). Desde el punto de vista étnico, las víctimas incluyeron 13 ciudadanos afganos, 11 baluches y nueve kurdos. Del total de las víctimas seis eran mujeres de varias regiones.
Los ciudadanos afganos enfrentaron una represión particularmente severa desde el resurgimiento de los talibanes, con 49 afganos ejecutados en los primeros diez meses de 2024. A esto se suma que dos de las ejecuciones de octubre se llevaron a cabo públicamente, un hecho indicativo de la creciente dependencia de Irán de la pena de muerte como herramienta de intimidación.
El 6 de noviembre también fueron ahorcadas dos personas, lo que elevó aún más el número de muertos y aumentó el número total de ejecuciones en los últimos dos meses. A lo largo del último año, al menos 811 personas fueron ejecutadas entre el 10 de octubre de 2023 y el 8 de octubre de 2024, lo que marca una intensificación de la represión estatal tras el levantamiento “Mujer, Vida, Libertad” (Jin, Jiyan, Azadi).
Las cifras oficiales indican que en Irán se ejecuta a 27 presos cada cinco horas, aproximadamente, y que cada seis días se ahorca a 27 personas. Según IHRNGO, Irán representa el 75% de las ejecuciones en el mundo, por eso, junto a otras organizaciones de derechos humanos, demandan una moratoria inmediata a las penas capitales. Activistas políticos y de derechos civiles, como Warisheh Moradi, que recientemente inició una huelga de hambre tras las rejas, siguen haciendo campaña contra las prácticas de ejecuciones en Irán. Arabia Saudita sigue a Irán en cuanto a número de ejecuciones, con 172 este año.
La situación represiva también fue denunciada a principio de mes por
la Red de Derechos Humanos de Kurdistán (KHRN). En un nuevo informe, la entidad recopiló casos, por sus propias fuentes y mecanismos de verificación, del 1 al 31 de octubre.
La KHRN indicó que el entorno restrictivo para las organizaciones independientes de derechos humanos en Irán, sumado a las presiones que enfrentan las personas víctimas de violaciones de derechos humanos y sus familias, dificultan la publicación de informes precisos y completos.
Según la KHRN, Irán ejecutó al menos a 12 prisioneros en octubre. Seis de ellos fueron ejecutados por cargos de “asesinato premeditado”, mientras que otros seis por cargos relacionados con las drogas.
El 4 de octubre, el comerciante kurdo Yousef Dashti fue asesinado después de que agentes de policía anticontrabando abrieran fuego contra su vehículo durante una persecución en la carretera entre Bukan y Mahabad, en la provincia de Azerbaiyán Occidental.
La policía, sospechando que Dashti, de 38 años, transportaba mercancía ilegal, disparó decenas de tiros al vehículo y le alcanzó una bala, haciendo que el coche volcara y el comerciante muriera.
La KHRN registró que el mes pasado los guardias fronterizos iraníes mataron al menos a cuatro kolbars (trabajadores transfronterizos) e hirieron a otros dos en Nowsud, Piranshahr, Sardasht y Baneh.
A su vez, en octubre las fuerzas iraníes arrestaron al menos a 15 civiles y activistas. Al menos dos de los civiles detenidos fueron enviados a las cárceles de Saqqez y Qorveh para cumplir sus condenas.
En octubre, los tribunales iraníes también condenaron al menos a nueve personas a penas que van desde tres meses a tres años de prisión.
Medya News / ANF / Kurdistán América Latina