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La comunicaci贸n en el momento actual


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Comentarios introductorios compartidos durante el Conversatorio Desaf铆os del Periodismo Noviolento que tuvo lugar el 22 de noviembre en Lima, Per煤.


Mariano Quiroga

Me niego a hablar de periodismo. No porque reniegue de tan hermosa profesi贸n, sino por el lugar al que nos han llevado en tanto que trabajadores o agentes de transformaci贸n social. Me llamo Mariano por Mariano Moreno, pr贸cer argentino, el primer periodista revolucionario. El primero en ser difamado, acallado, exiliado y podr铆amos decir que el primer desaparecido de la historia argentina.

Hoy no tendr铆a muchas chances de que se publicaran sus escritos, a menos que se dedicara a la b煤squeda de clics hablando de gatitos, alguna historia de fantasmas o la reacci贸n de alg煤n amante infiel, famoso. Tambi茅n podr铆a acordar una tarifa para complacer a empresarios y pol铆ticos con propaganda y operaciones que ensucien a la competencia. Esto le permitir铆a comprarse algunos departamentos en Miami, rodearse de lujos y vanidades, pero digamos que lo que es periodismo, estar铆a en el quinto subsuelo.

Sostener nuestros valores, pelear por aquello que creemos justo, definirnos como cronistas o analistas honestos de lo que sucede a nuestro alrededor tiene costos. El costo de trabajar salteado, de no obtener remuneraciones justas, de que nos cierren en la cara ciertas puertas, que nuestras familias cuestionen nuestras ganancias e incluso que nos discutan y contradigan que las cosas son c贸mo dijeron en la tele (no saben lo que me llega a molestar esto).

Pero bueno, la comunicaci贸n es otro negocio, es otra industria y dentro del capitalismo desaforado la hegemon铆a queda en manos de las Corporaciones. Porque, como todos sabemos, muchas veces simplemente compran radios, diarios y canales de televisi贸n para mejorar sus ganancias, sin importar el envilecimiento de estos medios e incluso su deriva absoluta dejando de ser un servicio a la poblaci贸n.

Generaciones enteras no se han dado cuenta todav铆a que los lugares por d贸nde crecieron inform谩ndose ya no cumplen esa funci贸n. El viraje ha sido tenue, camuflado y han conseguido que su travestismo no generara rechazo, sino que en peque帽as dosis fuimos tolerando que en nuestro pan de cada d铆a inocularan su veneno.

Pero despu茅s lleg贸 internet, con ese acceso, pareciera ilimitado a fuentes, iba a decir de informaci贸n, tonto de m铆. Dej茅moslo en fuentes, jajaja. Acceso permanente a lo que sea. Durante a帽os fue costoso, as铆 que no hab铆a tanta ensalada en las redes, hasta que a alguien se le ocurri贸 la buena idea de mandar powerpoints de frases supuestamente inspiradoras. ¡Miren c贸mo cay贸 una civilizaci贸n, con un powerpoint con frases de Paulo Coelho!

Sin embargo, ac谩 estamos, usando malas palabras, porque s铆, Paz es una mala palabra en tiempos de guerra. El Departamento de Estado de ya saben qu茅 pa铆s se帽al贸 a Pressenza el a帽o pasado en un informe sobre desinformaci贸n, b谩sicamente por argumentar en contra de sus negocios de muerte. Y esto sali贸 publicado no solo en sus medios, sino en todos los que tienen que ver con la industria armament铆stica y todos los negocios adyacentes de las guerras, hambrunas e inestabilidades permanentes.

As铆 que bueno, quieren argumentar que somos mercenarios y corruptos. Porque no se les cae una sola idea, ya a San Mart铆n se lo acusaba de lo mismo. Ojo, no me estoy poniendo al mismo nivel, que despu茅s los argentinos tenemos esa fama de agrandados. No, lo que quiero significar con un personaje que todos conocemos es que ya sabemos que a los que eran d铆scolos y utilizaban palabras revolucionarias, se los acosa y difama de manera persistente, hasta que terminan acorralados y solos.

Bueno, ese no ser谩 nuestro fin, porque nos hemos propuesto trabajar colectivamente, hacer pi帽a, tejer redes y sumarnos a redes preexistentes. Que todos sepan que ninguno de nosotros tuvo que inventar la rueda, simplemente abrir los ojos, mirar un poco m谩s all谩 y empezaron a aparecer socios, aliados, compinches para llevar adelante nuestra causa con fuerza y alegr铆a.  No les voy a decir que es f谩cil, ni que es un 茅xito, en los t茅rminos en que se mide el 茅xito en redes sociales. Pero s铆 les puedo decir que nos sirve para combatir la desaz贸n que sentimos al tener que producir cosas sin sentido. S铆, ayuda a sacarse la alima帽a de adentro que nos dice que nada va a cambiar y nos vuelve c铆nicos y pesimistas.

Dicen que la verdad nos hace libres y sabemos que cada vez es m谩s dif铆cil distinguirla. Monta帽as y monta帽as de mentiras, esconden la verdad, muchas veces ni siquiera esa mentira busca convencer, sino que simplemente ensucia, contamina, genera un mar de mentiras, que provoca que la verdad se vuelva no solo un bien escaso, sino incre铆ble. No hay nada peor en la comunicaci贸n que no poder lograr que la verdad sea cre铆ble. Eso se ha convertido en un desaf铆o. Se invirtieron las cargas de las pruebas y ahora debemos probar la verdad, en vez de desarmar la mentira.

As铆 que lo que les estamos proponiendo es una tarea de colosos, pero bueno, cuando agarramos por primera vez un grabador, un cuaderno o un tel茅fono para contar la verdad, era eso lo que est谩bamos haciendo, una tarea colosal. Cada vez m谩s necesaria. En tiempos t贸xicos y atiborrados de odio como estamos, nosotros pretendemos ir a contracorriente, rescatar lo artesano, lo comunitario, lo popular y ponerlo al servicio de una transformaci贸n global.

No quiero acaparar la palabra, ni anticipar las cosas que van a contarles las compa帽eras y compa帽ero ac谩 presentes, hasta ac谩 este descriptivo de lo que ha quedado de la comunicaci贸n y los medios de comunicaci贸n. ni siquiera habl茅 de las nuevas tecnolog铆as y de la inteligencia artificial y c贸mo se ver谩n afectados nuestros quehaceres, porque sus efectos en realidad dependen que estas tecnolog铆as no sigan en manos de los mismos que manejan los medios de comunicaci贸n.

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