Ir al contenido principal

Perspectivas para Siria


Enrico Tomaselli*

Grupos islamistas  celebran la toma de Homs. Abdulaziz Ketaz / AFP 


En resumen, bien podr铆amos decir -citando al Presidente Mao- que hay un gran desorden bajo el cielo, por lo tanto, la situaci贸n es excelente. S贸lo queda saber para qui茅n.
La evoluci贸n de la situaci贸n siria est谩 inevitablemente destinada a introducir nuevos elementos, no necesariamente previstos – y que, probablemente, pueden ayudar a comprender algunas posiciones adoptadas actualmente por las partes implicadas.

Se trata esencialmente de dos cuestiones fundamentales.

La primera es la partici贸n en curso del pa铆s, en al menos tres macrozonas cantonales: la occidental, bajo control del HTS, la oriental, bajo control de las fuerzas kurdas, y la meridional, bajo control israel铆.

Esta cantonizaci贸n de Siria obviamente juega a favor tanto de EEUU como de Israel, porque no s贸lo socava la unidad del pa铆s 谩rabe, sino que refuerza la presencia pol铆tica y militar de ambos en la regi贸n. Pero deja fuera de juego a Turqu铆a, que se encuentra con la estabilizaci贸n de un Kurdist谩n sirio en sus fronteras, y adem谩s como protectorado de EEUU.
Como queda claro desde los primeros pasos, Al-Julani responde claramente mucho m谩s a los intereses angloamericanos (sus verdaderos patrocinadores) que a los turcos; las se帽ales pacificadoras hacia Israel por un lado (a pesar de la campa帽a de bombardeos masivos en curso, que no da se帽ales de terminar), y la apertura a la colaboraci贸n, incluso gubernamental, con las SDF, indican claramente el alineamiento de la potencia islamista con los designios estadounidenses.

Adem谩s, y por m谩s de una raz贸n, Washington pretende ejercer su influencia sobre el nuevo gobierno sirio, pero su aliado de referencia sigue siendo (al menos de momento) los kurdos.

Las cuestiones por resolver, en este contexto, son obviamente los m谩rgenes de autonom铆a que podr谩n labrarse las SDF, considerando adem谩s que obtendr谩n ministros en el gobierno nacional (otra cosa destinada a irritar bastante a Ankara…), y -paralelamente- c贸mo se resolver谩 la cuesti贸n del desarme de las milicias (exigido por Al-Julani).

Dada la prevalencia de los intereses estadounidenses, es probable que ambas cuestiones se resuelvan en el marco de una cierta autonom铆a regional, en la que las milicias kurdas se conviertan en las fuerzas armadas territoriales.

Adem谩s, la persistencia del control kurdo-estadounidense sobre los recursos petrol铆feros sirios representa una poderosa palanca frente al poder de Damasco; una posible disposici贸n a desviar una parte de los beneficios hacia el gobierno central de la nueva Siria pone a los kurdos en condiciones de negociar desde una posici贸n de fuerza los t茅rminos de la inclusi贸n pol铆tica de los territorios al este del 脡ufrates.
Otra cuesti贸n fundamental es la debilidad estructural del HTS. Una debilidad que se deriva, en primer lugar, de ser una coalici贸n paraguas, que agrupa a decenas de grupos diferentes -muchos de los cuales ni siquiera est谩n compuestos por sirios- cuyo prop贸sito com煤n es bastante relativo y, en cualquier caso, corre el riesgo de debilitarse a medida que avanzan las cosas.

Para muchos de estos grupos, una perspectiva de reconstrucci贸n nacional siria es, en el mejor de los casos, indiferente, teniendo como horizonte el de un gran califato isl谩mico 煤nico, coincidente con la umma (la comunidad de los creyentes, en todas partes del mundo).
Otro elemento de posible fractura, dentro de la coalici贸n islamista, es que parte de los grupos se remiten ideol贸gicamente al wahabismo (propio de Al Qaeda y Daesh, de donde proceden muchos militantes), mientras que otra parte se sit煤a -aunque en posiciones m谩s radicalizadas- en el marco ideol贸gico de los Hermanos Musulmanes sun铆es.

En ausencia de motivaciones fuertes que apoyen un esfuerzo unitario, y en presencia de posibles tensiones, es probable que estas diferencias se acent煤en, hasta el punto de divergir.

No es casualidad que el ISIS haya reanudado cierta actividad, desde el desierto sirio donde se hab铆a refugiado, aprovechando en la situaci贸n actual una oportunidad potencial de relanzamiento.

Del mismo modo que, por razones similares pero opuestas, Estados Unidos ha reanudado los golpes contra los grupos del ISIS, temiendo que pudieran ejercer una atracci贸n disgregadora sobre las fuerzas del aliado pro-tempore Al-Julani.

Pero, para el conjunto de formaciones islamistas que se han instalado en Damasco, existen otros elementos de debilidad, que no son en absoluto secundarios.

El primero de ellos es, obviamente, la dificultad de estas fuerzas -compuestas esencialmente por guerrilleros- para asumir tareas estatales y administrativas.
Aunque se trate de un pa铆s devastado por a帽os de guerra y sanciones occidentales, en el que la poblaci贸n ha perdido progresivamente la relaci贸n normal con el Estado, la propia necesidad de reconstrucci贸n exige una maquinaria administrativa capaz de hacer funcionar las estructuras estatales.

A su vez, esto requiere personal acostumbrado a gestionar asuntos muy diferentes de aquellos a los que est谩n acostumbrados los militantes del HTS. Teniendo en cuenta que, por ejemplo, en la provincia de Idlib -donde han permanecido durante a帽os- las funciones administrativas han sido subcontratadas de facto a los turcos, empezando por los aspectos m谩s b谩sicos (moneda turca, telefon铆a turca, etc.).

Para ello, por tanto, Al-Julani tendr谩 que recurrir necesariamente a una parte (al menos) del antiguo aparato estatal sirio; lo que, a su vez, exige que se logre una pacificaci贸n sustancial y que se proteja a su personal de represalias y venganzas.
Otro elemento de debilidad, la destrucci贸n sistem谩tica de la infraestructura militar siria, llevada a cabo por Israel, sienta las bases de la necesidad esencial de ser garantizado, en este sentido, por alguien que disponga de las herramientas para hacerlo. A saber, Estados Unidos.

La combinaci贸n de estas condiciones objetivas, evidentemente, no favorece una f谩cil estabilizaci贸n de la situaci贸n, por lo que deja el camino abierto a diversas posibles evoluciones de esta.

La mera presencia de fuerzas que representan intereses diferentes, y a veces contrapuestos, aunque todas ellas puedan situarse en la misma parte del alineamiento global (EEUU, Israel, Turqu铆a) puede dar lugar a evoluciones contrapuestas.

Si, por ejemplo, desde el punto de vista de Ankara la soluci贸n ideal ser铆a el mantenimiento de la integridad territorial siria, y en este contexto la reducci贸n significativa del poder pol铆tico-militar kurdo, esto no figura entre las prioridades de EEUU, y desde luego no interesa a Israel, que preferir铆a una fragmentaci贸n del Estado 谩rabe.

En presencia de un creciente dominio israel铆 sobre el suroeste de Siria, las nunca dormidas (y recientemente reafirmadas) ambiciones otomanas sobre el norte de Siria podr铆an emerger con mayor fuerza.

En este contexto, las tensiones entre los intereses y ambiciones turcos y los de los kurdo-americanos podr铆an reavivar las fricciones, incluso armadas, teniendo en cuenta, entre otras cosas, la dificultad -en este contexto- de situar a las fuerzas bajo control turco (Ej茅rcito Nacional Sirio) en el nuevo marco pol铆tico sirio.
Por su parte, la fragmentaci贸n territorial de Siria ofrece a Israel la oportunidad de proceder gradualmente a una mayor expansi贸n colonial hacia el este. En concreto, dos de los puntos actualmente ocupados por las FDI son de gran importancia estrat茅gica para los israel铆es: El monte Herm贸n y la presa de Al-Wahda.

El primero, desde su altura de 2.800 metros, permite una vista panor谩mica desde Siria hasta el Mediterr谩neo, y por lo tanto el control de una vasta zona potencialmente hostil; la probable construcci贸n de un sistema de radar aqu铆 dar铆a al sistema de defensa a茅rea israel铆 una baza considerable.

El segundo, del que depende el suministro de agua dulce para Siria (30%) y Jordania (40%), pondr铆a en manos de Tel Aviv una clave crucial para el control geopol铆tico regional.

Dado el conjunto de intereses subjetivos y condiciones objetivas, es razonable suponer que una estabilizaci贸n efectiva de la situaci贸n no est谩 precisamente a la vuelta de la esquina, y que en el mejor de los casos estos elementos est谩n destinados a mantener su potencial desintegrador al menos a medio plazo.

Evidentemente, dado que Turqu铆a es el actor regional con m谩s que perder -y, de hecho, est谩 perdiendo-, es probable que sea el principal agente de desestabilizaci贸n.

Esto podr铆a ocurrir, obviamente, tanto a trav茅s de sus apoderados del SNA como -en un sentido m谩s amplio- a trav茅s del papel pol铆tico-diplom谩tico que Ankara podr铆a desempe帽ar. Que lleva mucho tiempo acostumbrada a maniobrar sin escr煤pulos entre varias mesas.
Ser谩 interesante, desde esta perspectiva, ver c贸mo evoluciona la cuesti贸n de las bases rusas en Latakia y Tartus, en la que el papel mediador de Turqu铆a es importante.

Por lo que vemos, Mosc煤 se prepara tranquilamente para ambas hip贸tesis (mantenimiento o desmantelamiento), y no parece especialmente preocupado por la posibilidad de tener que abandonarlas.
La transferencia a Libia, posiblemente parcial, parece la hip贸tesis m谩s probable, incluso si se mantienen.

Tambi茅n es significativo que, mientras los irrelevantes pa铆ses europeos ladran, amenazando con no retirar las sanciones si no se echa a los rusos, Washington no adopta ninguna posici贸n.

Adem谩s, no s贸lo Erdogan ha mantenido durante mucho tiempo una l铆nea de equilibrio entre Rusia y la OTAN (aunque de forma vacilante y ambigua), sino que el propio Al-Julani ha adoptado una posici贸n que no es prejuiciosamente hostil, que en cambio reserva para Ir谩n y Hezbol谩.
Hay, en ello, tanto el reflejo de los a帽os de la guerra civil, cuando las fuerzas chi铆es derrotaron sobre el terreno a los islamistas, como una cuesti贸n sectaria, y -obviamente- la diferente consideraci贸n hacia una potencia mucho m谩s que regional como la Federaci贸n Rusa.

El papel turco, adem谩s, podr铆a jugar a favor de Rusia tambi茅n en el futuro. De hecho, Ankara podr铆a desempe帽ar un papel de apoyo con Mosc煤 para obtener condiciones favorables con EEUU, en particular en lo que respecta al contexto sirio; algo que ya ha hecho, de forma m谩s general.

Al mismo tiempo, la situaci贸n del nuevo gobierno, si mantiene la l铆nea de moverse en la perspectiva de la reconstrucci贸n nacional, podr铆a entrar tarde o temprano en conflicto con los intereses (y las acciones) israel铆es.

Estos elementos, entre otros, tambi茅n explican por qu茅 tanto Ir谩n como Hezbol谩 mantienen una actitud pragm谩tica y no prejuiciosamente hostil. Aunque la situaci贸n actual es obviamente desfavorable, y sin duda ha debilitado su posici贸n, tanto Teher谩n como Beirut piensan en t茅rminos de una perspectiva a largo plazo, y en cualquier caso est谩n interesados en no ampliar el frente de pa铆ses enemigos.

Al igual que buscaron el apaciguamiento con Arabia Saud铆 (semillero ideol贸gico y caja fuerte del wahabismo extremista y antichi铆, adem谩s de l铆der hist贸rico de los pa铆ses 谩rabes hostiles al Eje de la Resistencia), evidentemente no desde una posici贸n de debilidad, es evidente que hoy miran a Damasco: lo que hoy no es posible, ma帽ana podr铆a serlo.
Est谩 claro que no es posible extrapolar la situaci贸n siria del contexto regional m谩s amplio. As铆 que mucho depende de c贸mo se desarrolle esto en los pr贸ximos meses.

Israel, por ejemplo, que lleva m谩s de 14 meses de guerra -la m谩s larga jam谩s librada, y a煤n no ha terminado- est谩 pagando el peaje econ贸mico directo e indirecto, y aunque (por ahora) el conflicto liban茅s ha terminado, el de Gaza est谩 lejos de resolverse, el de Cisjordania est谩 llamado a ser cada vez m谩s explosivo, y ahora la ocupaci贸n de una vasta zona en el sur de Siria exige mantener un nivel extraordinario de movilizaci贸n de reservistas, que es probable que contin煤e durante al menos otro a帽o.

Aunque el derrocamiento del r茅gimen de Assad fue una ventaja afortunada, las consecuencias no ser谩n necesariamente ventajosas; de hecho, como m铆nimo exigir谩n que el esfuerzo b茅lico se ampl铆e a煤n m谩s.

As铆 que mucho depende de c贸mo Netanyahu intente salir del atolladero. Lo que -por supuesto- significa ante todo si puede convencer a Trump de que le siga a un conflicto abierto con Teher谩n y c贸mo puede hacerlo; un conflicto que necesariamente tendr谩 que ser breve y decisivo, porque Israel simplemente no es capaz de sostener una guerra regional que dure muchos meses.
Y la cuesti贸n no es, obviamente, s贸lo un problema militar en sentido estricto.

A su vez, las decisiones que se tomen en Ir谩n, en las pr贸ximas semanas y meses, ser谩n igualmente decisivas. Incluso mucho m谩s all谩 de los problemas planteados por la interrupci贸n del canal log铆stico con L铆bano, de hecho, hay una serie de cuestiones que son cualquier cosa menos simple, y todas entrelazadas entre s铆.

Est谩 la cuesti贸n de la relaci贸n entre el ala m谩s posibilista del establishment, la encabezada por el presidente Pezeshkian, y la m谩s radical, dirigida por el CGRI y el l铆der supremo Jamanei. A su vez vinculada tanto a la de la sucesi贸n del propio Jamanei, como a la del poder nuclear.
La naturaleza de las relaciones con Occidente, bajo la presidencia de Trump, que ciertamente pretenden evitar el conflicto, pero al mismo tiempo no pueden llegar al extremo de hacer que Teher谩n se pliegue a los deseos de Washington, Tel Aviv y Bruselas.

Est谩 la cuesti贸n de la decisi贸n sobre la adquisici贸n o no de armas nucleares. Est谩 la cuesti贸n de la necesidad de restablecer la disuasi贸n frente a Israel (¿Verdadera Promesa 3?), que tambi茅n forma parte de la posibilidad de ser reconocido como potencia regional.

Est谩 la ya inminente firma del acuerdo de asociaci贸n estrat茅gica con la Federaci贸n Rusa, cuyos t茅rminos podr铆an por s铆 mismos invertir el equilibrio de poder con Israel. En resumen, bien podr铆amos decir -citando al Presidente Mao- que hay un gran desorden bajo el cielo, por lo tanto, la situaci贸n es excelente. S贸lo queda saber para qui茅n.



*Enrico Tomaselli es director de arte del festival Magmart, dise帽ador gr谩fico y desarrollador web, director de video, experto en nuevos medios, experto en comunicaci贸n, pol铆ticas culturales, y autor de art铆culos sobre arte y cultura.
Enrico`s Substack

ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible