El Estado turco y los grupos proxies bajo su control lanzaron un ataque de invasión contra el cantón kurdo de Afrin (en Rojava) el 20 de enero de 2018. Afrin fue ocupada tras 58 días de la denominada “Resistencia de una Era”. Según la información proporcionada por la Organización de Derechos Humanos de Afrin (ODHA), en los últimos siete años se han producido miles de violaciones de derechos humanos que constituyen crímenes de guerra.
La agencia de noticias ANF habló con İbrahim Şêxo, director de la ODHA, que afirmó que el Estado turco y sus mercenarios en el terreno llevan a cabo prácticas inhumanas. “Los ocupantes y sus bandas están llevando a cabo prácticas brutales contra la población de Afrin todos los días -advirtió-. Por si fuera poco, también ocuparon Shehba, provocando que más de 100.000 personas de Afrin tuvieran que emigrar de nuevo. Según la Convención de Ginebra de 1948 y el derecho internacional, estas prácticas contra el pueblo de Afrin se consideran crímenes de guerra”.
Şêxo explicó que la seguridad del pueblo está en gran peligro y agregó: “Nuestra gente en Afrin está siendo masacrada, secuestrada, sometida a diferentes torturas todos los días y se exigen grandes cantidades de rescate por las personas secuestradas. Afrin se ha transformado en una ciudad peligrosa desde el punto de vista de la seguridad de la vida. Se está aplicando una política especial en Afrin, especialmente hacia el pueblo kurdo”.
Şêxo afirmó que la ODHA documentó cientos de prácticas inhumanas en Afrin y remitió sus informes a las instituciones y organizaciones pertinentes, solicitando el envío de una delegación de observadores a las regiones ocupadas.
Sin embargo, añadió, estas solicitudes fueron rechazadas citando al régimen sirio como referente de las peticiones. Şêxo llamó la atención sobre el hecho de que el régimen fue derrocado y dijo: “Las justificaciones presentadas ya han desaparecido. Las instituciones y organizaciones pertinentes ya se han sentado con la nueva administración de HTS. Ya no hay ningún obstáculo para que el Estado turco y sus bandas abandonen las regiones ocupadas”.
“Las instituciones y organizaciones de derechos humanos necesarias deben acudir a la región para procesar a los criminales y poner fin urgentemente a los crímenes de guerra -remarcó-. Además, la administración de HTS debería tomar medidas urgentes, porque el pueblo de Afrin también forma parte de Siria. Los crímenes cometidos contra el pueblo de Afrin deben ser juzgados en los tribunales de Siria, y los criminales deben recibir el castigo que merecen. Además, no sólo Afrin sino muchas ciudades de Siria están bajo la ocupación del Estado turco. La nueva administración afirma ser siria y proteger al pueblo sirio. Pues bien, debería juzgar a los criminales en tribunales sirios”.
Şêxo también manifestó que “el destino de los detenidos y desaparecidos de Afrin debe ser revelado, y los detenidos deben ser liberados inmediatamente. Lo que ocurrió en Afrin se está repitiendo hoy en Shehba, que se ha convertido en la segunda Afrin. La administración de HTS y las fuerzas internacionales deben actuar de acuerdo con sus deberes y responsabilidades, y garantizar que la población regrese a sus tierras sana y salva. Los ocupantes deben ser expulsados de las tierras de nuestro pueblo”.
Violaciones de derechos humanos y crímenes cometidos en los siete años posteriores a la ocupación de Afrin, según la ODHA:
-Más de 9065 personas, entre ellas 1000 mujeres, fueron secuestradas.
-Más de 683 personas fueron asesinadas, 95 de ellas bajo tortura.
-101 mujeres fueron asesinadas, incluidas diez que presuntamente se suicidaron.
-74 mujeres fueron víctimas de violación, acoso y violencia.
-Se talaron más de 400 árboles y se quemaron tres cuartas partes de las tierras.
-Se levantaron más de 30 casas y campamentos coloniales.
-Se destruyeron más de 134 lugares históricos y 28 lugares religiosos de peregrinación y santuarios.
En 2024:
-650 ciudadanos, entre ellos 69 mujeres, fueron secuestrados o detenidos.
-64 ciudadanos, entre ellos diez mujeres, fueron asesinados. Diez ciudadanos resultaron heridos en los atentados y tres personas se suicidaron.
-56 ciudadanos, entre ellos una mujer y dos niños, fueron sometidos a tortura.
-Dos personas fueron hostigadas.
-20 personas resultaron heridas por restos de guerra.
-Se talaron más de 10.360 árboles, se quemaron 597 hectáreas de tierra y más de 6000 árboles frutales.
-Se instalaron 15 casas coloniales. Se inauguró una escuela de la organización STC, afiliada a Corea del Sur.
-Se vendieron más de 16 propiedades.
-El grupo Emşat se apoderó de propiedades y bienes para extorsionar a los habitantes de la aldea de Kaxrê, en el distrito de Mabeta.
-Se robaron cosechas de aceitunas de los pueblos y campos de Afrin. En la aldea de Kurzelê, se robó una cosecha de más de 3500 olivos, y en la aldea de Qibar, una cosecha de 700 olivos.
ANF- Kurdistán América Latina