Ochenta a帽os, desde...
Adriana Davidova
Ochenta a帽os, desde que aquellos hombres, que ya andaban con la sombra de la muerte en sus hombros, abrieron la puerta del averno y supieron que el infierno pod铆a ser a煤n m谩s ardiente, que el terror no ten铆a l铆mites, que el horror siempre pod铆a ser peor que todo lo imaginado, que el dolor pod铆a ser a煤n m谩s agrio y m谩s punzante. Y que el asombro ante la bestia humana, pod铆a no tener fin ni fondo.
Peque帽os, fr谩giles, quebradizos esqueletos, que apenas daban pasos deambulantes hacia ellos, arrastraban a su vez, los cuerpos ya inertes de alg煤n ser que alguna vez fue humano...
Ojos, bocas, t贸rax... todo cuencos vac铆os y oscuros, olor a algo jam谩s olido, gritos incrustados en los restos de paredes, pero gritos en el silencio abismal del terror m谩s absoluto.
Pieles quemadas, restos, despojos de cuerpecitos que un d铆a fueron ni帽as y ni帽os, ahora apenas un peque帽o bulto de huesos y un trozo de tela a rayas.
Y eso era antes de adentrarse los hombres hacia aquello que fue, que es, la atrocidad m谩s salvaje y vergonzosa de los que se llaman civilizados.
El polvo gris turbio, pesado y 谩cido que se les adher铆a a los pulmones, les estaba llevando hacia las chimeneas del Anticristo, el anti buda, el anti Mahoma, el anti Shiva... El maligno mismo de todas las religiones.
Las chimeneas, cuyas cenizas esparcidas, han sido y son, abono de la Europa mas retr贸grada y dispuesta a cortar las alas, la vida, la identidad de todo lo que deciden nombrar ajeno...
As铆 que, espabila Europa, espabila y busca lo que te hace ejemplar y humana. Dem贸crata de verdad, progresista con hechos, solidaria con realidades igualitarias en todos los sentidos y direcciones entre unos y otros.. Y libre, libre para que tus ciudadanas y ciudadanos sean de veras solidarios, comprometidos, dignos y libres a su vez, de ser y de estar, de vivir, de so帽ar, de crear y de saber que pueden avanzar hacia todo lo bueno, que el ser humano merece solo por el hecho de haber nacido.
Seres humanos crecidos con una educaci贸n cualificada y veraz para todas y todos, una sanidad plena y solidaria, p煤blica y humana, viviendas dignas, habitadas por personas que a su vez se sienten dignificadas, atendidas, escuchadas, personas que saben que siempre habr谩 un empleo con el que sentir que cada mes afrontan todo una manera f谩cil y fluida, y que tambi茅n saben, que si por cualquier circunstancia interna o externa de la vida, si en un momento dado no pueden acceder a ese empleo, est谩n en una sociedad que es para todas y para todos y que nunca les dejar谩 en la estacada, siempre ellos y sus familias podr谩n contar con una casa, alimento, educaci贸n, sanidad y posibilidad de cumplir los sue帽os!
Espabila Europa, desp贸jate de los sue帽os totalitarios de unos y de otros y encuentra el camino humanista, el camino humano, el 煤nico que camino que hace posible cualquier avance, cualquier esperanza... Como cuando los hombres que se hab铆an topado con las chimeneas del averno, de repente llegaron a una pared demolida y unos enormes ojos abiertos y llenos de un halo de inextinguible esperanza, les atravesaron los corazones. Los ojos de una ni帽a o de un ni帽o, un ni帽o o ni帽a casi sombra, pero que estaba all铆 acurrucada, pegado a la pared y sosten铆a entre sus manitas, como si fuera una preciosa mascota a la que acariciaba susurr谩ndole palabras de amor y consuelo, a una rata ennegrecida a煤n m谩s por las cenizas de la muerte, que sin embargo se reconfortaba en el regazo de ese ni帽o-ni帽a sombra, que era capaz de mirar con humanidad y de dar humanidad en medio del infierno. Y esa mirada, ilumin贸 como una peque帽a luz, en medio de la oscuridad, el camino de esos hombres, para que buscaran y rebuscaran entre los escombros sin descanso ni tregua, hasta sacar de ellos al 煤ltimo superviviente de aquel monumento al mal.
Doy las gracias desde aqu铆 y ahora a esos hombres y doy las gracias desde aqu铆 y ahora y siempre a esa ni帽a-ni帽o y a su mirada, que supo preservar el significado de ser humano! Gracias!