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" Nos torturaron en la cárcel de Asad"

Entrevista realizada por Vedat Yeler

Oğuz Yüzgeç y Sercan Üstündaş

Prisión de la rama palestina de Siria en Damasco, Siria, el 17 de diciembre de 2024

Los partidarios de la revolución en Rojava, Oğuz Yüzgeç y Sercan Üstündaş, han pasado los últimos tres años en una cárcel de Damasco. Tras su liberación el mes pasado, le contaron a Jacobin las torturas que sufrieron y lo que esperan de la Siria post-Assad.

En el paisaje fracturado y desgarrado por la guerra de Siria, la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria —conocida comúnmente como Rojava— se ha convertido en un punto de encuentro para revolucionarios de todo el mundo. Fundada durante la guerra civil siria, el marco político de Rojava se basa en el confederalismo democrático, una visión de la sociedad que prioriza la democracia de base, la igualdad de género y la armonía ecológica. Su sistema ha unido a diversas comunidades, desde kurdos hasta árabes, asirios y otros, bajo la bandera de la coexistencia pacífica y la justicia social.

Esta visión atrajo a internacionalistas como Oğuz Yüzgeç y Sercan Üstündaş, que veían a Rojava como un modelo revolucionario con implicaciones globales, a sumarse a la lucha por defenderla. Pero en 2021, fueron emboscados por fuerzas leales al dictador Bashar al-Assad y encarcelados. Recién el mes pasado, con su derrocamiento, Oğuz y Sercan fueron finalmente liberados de la tristemente célebre prisión de la Sección 235 de Palestina en Damasco.

Desde la defensa de Kobane contra el llamado Estado Islámico (ISIS) hasta la supervivencia a la tortura en la cárcel de Assad, sus recorridos ponen de relieve los sacrificios y la resiliencia necesarios para sostener una visión revolucionaria frente a desafíos inmensos. Vedat Yeler habló con los dos activistas liberados sobre su experiencia y las perspectivas futuras de su movimiento.



Uniéndose a la lucha en Rojava

Vedat Yeler

¿Qué te llevó a sumarte a la lucha en Rojava? ¿Qué fue lo que te identificó personalmente e ideológicamente de la causa?



Sercan Üstündaş

Me uní en 2014, respondiendo al llamado del movimiento de liberación kurdo y de las organizaciones revolucionarias de Turquía para defender Kobane de los ataques del ISIS. Era un momento crítico para oponernos a una amenaza que ponía en peligro no solo a la región, sino también a los principios de libertad y resistencia.


Oğuz Yüzgeç

Para mí, como socialista, Rojava simbolizaba más que una lucha kurda; era un faro de esperanza para todos los pueblos marginados de la región: árabes, turcos, kurdos, asirios, drusos y más. Rojava representaba la posibilidad de una sociedad democrática e inclusiva en medio del caos de las fuerzas fascistas, dictatoriales e islamistas en Oriente Medio. Para mí, esta revolución también estaba entrelazada con la lucha socialista en Turquía. La lucha por preservar Rojava era esencial para la transformación democrática de la región y más allá. Era una oportunidad para construir una sociedad basada en la justicia, la igualdad y la liberación de la mujer, una tarea con la que me sentía profundamente conectado como revolucionario y como ser humano.


Lecciones desde el frente de una revolución

Vedat Yeler

¿Puedes describir los momentos más impactantes de tu estancia en Rojava? ¿Cómo te cambió?


Oğuz Yüzgeç

Los lazos de camaradería se profundizaron en una tierra donde la muerte tiene una presencia constante. En un mundo a menudo lleno de vacío y desesperación, la revolución ofreció una oportunidad de conectar con sentimientos y propósitos genuinos. Lo que ganamos aquí —solidaridad, significado y conexión verdadera— fue mucho mayor que todo lo que dejamos atrás.


En un mundo a menudo lleno de vacío y desesperación, la revolución ofreció una oportunidad de conectarse con sentimientos y propósitos genuinos.

Sercan Üstündaş

Vivir la Revolución de Rojava significó presenciar y contribuir a una profunda transformación social. La lucha no fue sólo militar; también se trató de reconstruir un nuevo orden social. Mientras resistíamos al ISIS y otras amenazas, también realizamos trabajo de prensa para documentar este extraordinario momento de la historia. Aprendí sobre la inmensa complejidad de desmantelar un sistema opresivo y, al mismo tiempo, construir uno mejor.


Oğuz Yüzgeç

Las palabras de [Vladimir] Lenin resuenan profundamente en mí: “Vivir una revolución es mucho más gratificante e instructivo que simplemente escribir sobre ella”. Esta revolución no se libró sólo con armas, sino también organizando a las comunidades y satisfaciendo sus necesidades básicas. Experimentar esto de primera mano me enseñó que la revolución no consiste sólo en tomar el poder, sino en fomentar una conexión profunda y significativa con la gente a la que pretende servir. La lucha en Rojava me ha formado profundamente, dándome una comprensión más clara de cómo iniciar y sostener un movimiento que realmente sirva a su gente.


Capturada por los matones de Asad

Vedat Yeler

¿Cómo fue capturado? ¿Qué ocurrió inicialmente?


Sercan Üstündaş

En 2021, mientras viajábamos por lo que solía ser una región de primera línea cerca de las fronteras del régimen, fuimos emboscados por las fuerzas del régimen de Asad y entregados a las milicias pro régimen. La comunicación era imposible porque no hablábamos árabe. Primero nos llevaron al centro de inteligencia 290 de Alepo, donde pasamos ocho días en régimen de aislamiento y nos sometieron a interrogatorios iniciales. Les dijimos que estábamos en Rojava como partidarios del movimiento de liberación kurdo y en nombre de la solidaridad internacional, pero no comprendieron del todo nuestra posición. Desde allí, nos trasladaron a la infame Sección Palestina 235 en Damasco para someternos a interrogatorios más intensivos.


Estuvimos encarcelados allí hasta el día en que fuimos libres.


La vida en la cárcel de Asad: tortura, aislamiento y supervivencia

Vedat Yeler

¿Puede describir las condiciones en la prisión de Palestina?


Sercan Üstündaş

Primero nos pusieron en régimen de aislamiento. Las celdas tenían aproximadamente dos metros por un metro y no tenían retretes. Nos permitían ir al baño durante un minuto dos veces al día, a las 8 de la mañana y a las 10 de la noche. Después de cada viaje, los guardias nos golpeaban con barras de hierro. Durante el primer mes, ni siquiera nos interrogaron, simplemente nos encerraron en estas duras condiciones. La comunicación era imposible porque ninguno de los dos hablaba árabe.


Oğuz Yüzgeç

Un mes después comenzaron los interrogatorios. Intentaban obligarnos a admitir que éramos agentes del PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán] y exigían información detallada sobre las infraestructuras militares y civiles de Rojava. También nos presionaban para que cooperáramos con ellos como informantes. El objetivo era hacernos traicionar la revolución. Esto marcó el comienzo de una tortura física y psicológica más severa.


Vedat Yeler

¿Puedes describir los métodos de tortura que sufriste?


Oğuz Yüzgeç

El método más común era el de los azotes con los pies, es decir, que nos golpeaban en las plantas de los pies mientras estábamos atados a un neumático de goma. También se utilizaban dispositivos de descarga eléctrica en zonas sensibles como el cuello y las ingles. En algunas sesiones, se administraban múltiples descargas. Los guardias nos echaban agua encima y nos dejaban de pie durante horas como otra forma de tortura.


Sercan Üstündaş

Dormir estaba prohibido. Teníamos que permanecer despiertos desde las seis de la mañana hasta la medianoche. Los guardias llamaban a la puerta cada hora y, si no respondíamos de inmediato, nos golpeaban. Incluso pedir permiso para usar el baño o ir al médico daba lugar a la violencia. Si enfermábamos, nos decían: “¿Por qué estás enfermo?” y nos castigaban aún más.


Oğuz Yüzgeç

La higiene era otra herramienta de castigo. No nos daban cortaúñas ni material de limpieza como cepillos de dientes. Las uñas largas eran castigadas, obligándonos a morderlas con los dientes. Los guardias nos obligaban a arrancarnos el vello corporal con las manos y cualquier vello que encontráramos durante las inspecciones era motivo de palizas. El objetivo era convertir cada aspecto de la vida cotidiana en una forma de tortura.


El objetivo era convertir cada aspecto de la vida cotidiana en una forma de tortura.

Sercan Üstündaş

La falta de luz solar y de agua provocó enfermedades como la sarna y las infecciones de la piel. Los guardias se burlaban de nosotros por nuestras heridas y nos golpeaban para causarnos más dolor. La atención médica era inexistente; se negaban explícitamente a tratar las heridas relacionadas con la tortura.


Oğuz Yüzgeç

La tortura no se escondía, se producía abiertamente en los pasillos, donde torturaban a varias personas al mismo tiempo. Pensemos en un pasillo, decenas de personas están siendo torturadas; aquí me están torturando a mí; a cinco metros de distancia están sujetando a alguien para azotarlo con los pies; unos metros más allá están practicando el “ahorcamiento palestino” [es decir, de las muñecas]. A otros los están interrogando sin tortura. Escuchar y ver sufrir a los demás añadía una capa psicológica al abuso.


La Sección Palestina era famosa. Quienes entraban sabían que no saldrían de allí igual. El dicho que utilizaban en árabe era: “Si entras aquí, estás muerto; cuando sales, renaces”. La tortura ya estaba institucionalizada allí, incluso antes de la guerra civil siria.


Sercan Üstündaş

Después de seis meses de aislamiento y tortura, nos llevaron a los pabellones principales de la prisión y nos dijeron lo siguiente: “Si quieren cambiar su testimonio, llamen a la puerta y digan que quieren ver al fiscal. Si no lo hacen, no saldrán de aquí”.


Vedat Yeler

¿Cómo eran las condiciones en la prisión?


Sercan Üstündaş

Las celdas eran increíblemente pequeñas y estaban abarrotadas. Cada persona tenía sólo un cuadrado de unos cuarenta centímetros de ancho para sentarse. Había entre ochenta y ciento diez personas en cada celda. El aire era sofocante y el ambiente hacía que incluso sentarse fuera una lucha. La iluminación era tenue y la atmósfera era opresiva.


Oğuz Yüzgeç

Las comidas se servían en un lavabo compartido, que también se utilizaba para bañarse, lavar la ropa y limpiar el baño. Se llevaba agua dos veces al día y se vertía directamente en la boca de la gente desde una jarra de plástico.


Vedat Yeler

¿Cómo gestionaste la higiene básica?


Sercan Üstündaş

La higiene era prácticamente inexistente. Nos daban media pastilla de jabón verde cada quince días y había que utilizarla para todo: bañarnos, lavar los platos e incluso fregar la celda. Había muy pocas mantas, quizá veinticinco o veintiséis para más de cien personas, y nunca se lavaban. Usamos las mismas mantas durante más de dos años. Había piojos por todas partes. Todos los días intentábamos quitarlos de la ropa, pero sin luz adecuada ni productos de limpieza, no podíamos deshacernos de ellos. Muchos morían de cólera u otras enfermedades, pero esto se consideraba una rutina.


Vedat Yeler

¿Cómo mantuviste la esperanza en condiciones tan deshumanizantes?


Sercan Üstündaş

Somos gente familiarizada con la tradición de la resistencia en prisión. Los regímenes opresores, los fascistas y las dictaduras reaccionarias intentan doblegar a los oprimidos mediante el encarcelamiento y la tortura. Ya hemos visto esto antes en las cárceles de Turquía. Por duras e inhumanas que fueran las condiciones, sabíamos que la resistencia era esencial. La supervivencia en sí misma se convirtió en una forma de resistencia.


Por duras e inhumanas que fueran estas condiciones, sabíamos que resistir era esencial; la supervivencia misma se convirtió en una forma de resistencia.

Oğuz Yüzgeç

Amabamos la vida, pero no tenía esperanzas de salir con vida. Esa es la realidad. Lo que nos mantuvo en pie fue nuestra conciencia revolucionaria. La historia nos ha demostrado que las cárceles son a menudo campos de batalla para la resistencia, ya sea en Turquía, Kurdistán, Irlanda o Vietnam. Pensé en quienes resistieron en las mazmorras de Diyarbakir, en quienes soportaron huelgas de hambre en Irlanda y en los revolucionarios vietnamitas en las cárceles de Saigón. Su desafío me dio fuerza.


No eran sólo ideas abstractas las que nos sostenían. También lo eran los valores que amábamos: la música, los libros y la camaradería que formaban parte de nuestra lucha. Estas cosas nos recordaban por qué luchábamos. Incluso cuando presenciábamos muertes a nuestro alrededor (ya fuera por tortura, enfermedad o ejecución), nos mantuvimos firmes. No se trataba de soñar con la libertad, sino de preservar la dignidad de nuestras creencias, incluso frente a la muerte.


Escapar y regresar

Vedat Yeler

¿Cómo se desarrolló la fuga de la prisión?


Sercan Üstündaş

En los últimos diez días, sentimos que algo extraordinario estaba sucediendo afuera, pero no sabíamos exactamente qué, porque durante dos semanas no trajeron nuevos detenidos a la Sección Palestina. El último día, comenzamos a escuchar disparos. Al principio, pensé que se trataba de una celebración o una boda, pero a medida que el ruido aumentaba, me di cuenta de que se trataba de un asalto a la prisión misma.


El primer grupo que llegó hasta nosotros nos preguntó si éramos prisioneros. Dijimos que sí. Rompieron la cerradura con un martillo y gritaron: “Somos los hombres de Jolani [Ahmed Hussein al-Sharaa]”. Estaban coreando consignas religiosas. Inmediatamente pensé: “Si son yihadistas respaldados por el Estado turco, podrían matarnos o entregarnos a Turquía”. Decidí ocultar mi identidad y no hablar demasiado.


Vedat Yeler

¿Qué pasó después de que te liberaron?


Oğuz Yüzgeç

Les dijeron a todos que regresaran a sus casas. No hubo selección ni interrogatorio; simplemente abrieron las puertas. Para mí, el primer pensamiento fue la supervivencia: encontrar un camino seguro de regreso a Rojava.


Sercan Üstündaş

Las calles eran caóticas. La gente del barrio nos reconoció como prisioneros y nos invitó a entrar en sus casas. Nos dieron ropa, nos alimentaron y nos ofrecieron teléfonos para comunicarnos con nuestras familias. Algunos incluso nos ayudaron a organizar el transporte de regreso a las áreas controladas por los kurdos. Fue surrealista.


Vedat Yeler

¿Cómo te sentiste al regresar a Rojava?


Oğuz Yüzgeç

Rojava nos recibió con los brazos abiertos. Los compañeros aquí comprendieron exactamente lo que habíamos soportado. Nos proporcionaron todo lo que necesitábamos para recuperarnos y reintegrarnos. Fue un momento profundo de solidaridad. Después de escapar del infierno de la prisión del régimen, regresar a la revolución fue como recuperar la vida misma.


Después de escapar del infierno de la prisión del régimen, regresar a la revolución se sintió como recuperar la vida misma.

Vedat Yeler

¿Cómo influyó esta experiencia en tu perspectiva sobre la lucha?


Sercan Üstündaş

Reforzó la importancia de mantener el compromiso con los valores revolucionarios. Sobrevivir a la prisión de Assad fue un recordatorio de que vivir por esos ideales es en sí mismo un acto de desafío.


Oğuz Yüzgeç

También subrayó las complejidades de esta guerra. Un enemigo nos encarceló, mientras que otro enemigo nos liberó sin saberlo. La revolución de Rojava tiene como objetivo construir la libertad en un mundo de contradicciones, y esa es una lucha con la que seguimos comprometidos.


Vedat Yeler

¿Qué piensa usted sobre el papel de Turquía en Siria y su estrategia hacia Rojava tras la caída de Assad?


Oğuz Yüzgeç

Tras la caída de Assad, Turquía ha intensificado sus esfuerzos por llenar el vacío de poder, convirtiendo a Siria en el centro de su estrategia regional. No se trata de una novedad: Turquía mantiene desde hace tiempo vínculos con grupos como Hayat Tahrir al-Sham [HTS] y, durante toda la guerra civil siria, ha desempeñado el papel de mecenas de las facciones islamistas, brindándoles apoyo financiero, logístico y militar.


En la actualidad, el principal objetivo estratégico de Turquía es el desmantelamiento de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria. El Estado turco reconoce que Rojava ha surgido como una poderosa alternativa democrática en la región, que promueve la liberación de las mujeres, la igualdad étnica y la gobernanza de base. Esta visión se opone directamente al nacionalismo y al autoritarismo de Turquía. En respuesta, Turquía ve este período como una última oportunidad para lanzar una amplia campaña militar contra Rojava junto con su representante, el llamado Ejército Nacional Sirio [ENS].


Actualmente, se están produciendo duros enfrentamientos en torno a Kobane. Sin embargo, la resistencia es extraordinaria. La población de Rojava se ha movilizado y se ha unido a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), organizando grupos de vigilancia civil en las zonas más disputadas, formando unidades de autodefensa y apoyando las líneas del frente con alimentos y recursos. Todos contribuyen con lo que pueden para garantizar la supervivencia de la revolución.


Si se logra detener la agresión de Turquía, Rojava estará más cerca que nunca de asegurar su condición de región autónoma y libre. Es esencial señalar que ni el HTS ni el SNA podrían llevar a cabo operaciones contra Rojava sin el apoyo de Turquía. Además, Turquía ha sido el principal impedimento a los esfuerzos internacionales por resolver el conflicto en Siria. Por lo tanto, detener la intervención de Turquía es crucial.

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