Agrupaci贸n Republicana de M贸stoles
Pocas horas antes de que fuera proyectado documental “7291” de Juanjo Castro, el centro cultural ha recibido la visita de unos “operarios de Iberdrola” que han tenido todas las facilidades para acceder a la caja de luces del centro y han avisado de un corte moment谩neo de luz “para hacer unas comprobaciones”. Sin embargo, la realidad es que hab铆an robado los fusibles y cortado los gruesos cables de suministro el茅ctrico, impidiendo el normal funcionamiento del Centro Cultural y, por supuesto, la proyecci贸n.
El documental, dirigido por Juanjo Castro, narra los acontecimientos que ocurrieron en muchas residencias de la Comunidad de Madrid durante la primera ola de la pandemia del COVID, a trav茅s de testimonios de familiares de las v铆ctimas en las residencias, pero tambi茅n de trabajadores de los centros de mayores, asociaciones, periodistas y pol铆ticos que ponen voz a lo sucedido entre marzo y abril de 2020. En plena pandemia del coronavirus, la Comunidad de Madrid, presidida por la siniestra Isabel D铆az Ayuso, estableci贸 unos protocolos de selecci贸n para las residencias de mayores por los cuales, las personas m谩s dependientes (y m谩s vulnerables) no deb铆an ser trasladadas a hospitales p煤blicos. Estos verdaderos protocolos de la muerte abandonaron a su suerte a miles de personas, atrapadas en unas residencias que nunca se medicalizaron, dejando un saldo de 7.291 muertes (asesinatos) que siguen impunes.
El estado de estupor y malestar entre los que est谩bamos en el Centro Cultural, y los que iban llegando a medida que se acercaba la hora prevista, fue en aumento al conocer el motivo de que no se proyectase el documental. Cientos de personas preguntando qu茅 hab铆a pasado, corrillos, funcionarios deambulando de un lado a otro… Ante la desorientaci贸n de los concejales de Mas Madrid, organizadores del acto, que se vieron desbordados, la Agrupaci贸n Republicana de M贸stoles tom贸 la iniciativa y fuimos hablando con los asistentes para que presentaran reclamaciones individuales en la junta de distrito que se halla en el mismo centro. Las funcionarias, asesoradas por un joven vinculado a la concejal铆a de cultura (en manos de VOX), dijeron que bastar铆a con una 煤nica reclamaci贸n con un anexo en el que se incorporasen los nombres y DNI de los asistentes, anotados en folios en blanco, lo cual daba muy pocas garant铆as (e implica una violaci贸n del derecho de protecci贸n de datos personales), por lo que insistimos en que todo el mundo realizase su reclamaci贸n personal, adem谩s de firmar en la hoja colectiva.
Adem谩s de organizar las filas en el pasillo (ya que no se nos permit铆a ni distribuir las hojas de reclamaci贸n fuera del despacho, ni tampoco entrar en 茅l de forma masiva), nos ocupamos de avisar a los medios (la Cadena SER fue nos agradeci贸 el aviso, aunque lamentaba no tener disponible personal para desplazarse hasta el lugar), y de distribuir un modelo de reclamaci贸n para agilizar el tr谩mite. A煤n as铆, el tr谩mite se prolong贸 durante m谩s de dos horas, haciendo que la incomodidad y el enfado general fueran en aumento, incluido el de las funcionarias que nos atend铆an, que, como nos explicaron a las 19:00, ni siquiera hab铆an podido comer debido a la situaci贸n extraordinaria.
La polic铆a nacional se person贸 al Centro y nos confirmaron off the record que sin duda se trataba de un sabotaje, que qui茅n o quienes lo hicieron sab铆an que deb铆an cortar y que tuvieron que utilizar herramientas adecuadas ya que los cables cortados (tres de los cuatro que hay) tienen un di谩metro de dos a tres cent铆metros.Y adem谩s, se hab铆an llevado los fusibles (como se ve en las fotos) por ello ha abierto una investigaci贸n que ser谩 la que determine finalmente «cual ha sido el origen de esos hechos presuntamente delictivos».
Tras todos estos hechos, a 煤ltima hora de la tarde, se han manifestado cerca de doscientas personas que a煤n permanec铆an en la puerta del Centro Cultural con gritos de “sabotaje” y “7291” entre otros, alusivos a Ayuso.
Debemos recordar que el terrorismo ultraderechista no es nuevo en M贸stoles, pero est谩 tomando nuevas cotas, cada vez m谩s descaradas y agresivas. No olvidamos que los republicanos y republicanas hemos sido las primeras v铆ctimas de este terrorismo “de baja intensidad” desde hace a帽os, con pintadas sobre los monumentos y espacios de memoria democr谩tica en nuestra ciudad, sin que las autoridades se hayan implicado debidamente en su resoluci贸n. Ahora, cuando la ultraderecha controla y gestiona lo p煤blico, como el zorro que cuida el corral de gallinas, sus cachorros act煤an cada vez con mayor impunidad y descaro. Solo la organizaci贸n del pueblo trabajador puede pararlos.
POR LA TERCERA REP脷BLICA, EN M脫STOLES NO PASAR脕N