
Myanmar se ha convertido en los 煤ltimos a帽os en el epicentro operativo global de las estafas en l铆nea y la capital mundial de los fraudes financieros, todo gestionado por una red mafiosa que para robar los fondos de sus v铆ctimas, esclavizan a trabajadores de distintos pa铆ses, incluso a latinoamericanos, que se ven persuadidos por interesantes propuestas laborales en el sureste de Asia.
Las ofertas laborales se hacen para trabajar en supuestas empresas tecnol贸gicas en Myanmar, Camboya, Laos, Malasia y Tailandia, y son dirigidas en su gran mayor铆a para profesionales del 谩rea tecnol贸gica que llegan desde todos los continentes.
Una vez los trabajadores interesados llegan al pa铆s donde le ofrecen el lucrativo puesto de trabajo, la red mafiosa —que incluye a taxistas— los trasladan enga帽ados hacia los centros de estafa y cuando est谩n en el lugar son secuestrados, esclavizados y hasta torturados para que cumplan las tareas indicadas por la organizaci贸n delictiva.

Desde esos lugares, los trabajadores esclavizados son obligados a contactar a personas de distintas partes del mundo, especialmente perfiles vulnerables a estafas a trav茅s de llamadas, redes sociales o en aplicaciones para la interacci贸n entre usuarios, como juegos en l铆nea o chats de mensajer铆a electr贸nica.
A partir de esa interacci贸n, la mafia obliga a sus esclavos a generar confianza en las personas, lo que puede decantar el falso romance para luego pedir dinero "prestado", invitar a los supuestos "amigos" a participar en propuestas de inversi贸n que venden como grandes oportunidades para generar dividendos, y promueven tambi茅n esquemas de juego ilegal.
Una vez que comienza la explotaci贸n de la mafia contra los trabajadores, los delincuentes exigen a sus esclavos que cumplan con un tope de ingresos y si no lo logran, les aplican castigos f铆sicos como hacer 500 repeticiones de sentadillas, encierros, golpes y hasta electrochoques.
Recientemente, dos ciudadanos brasile帽os, Phelipe de Moura Ferreira y Luckas Viana dos Santos, fueron rescatados tras pasar m谩s de tres meses secuestrados. En una entrevista a G1, Ferreira explic贸 que en noviembre de 2024 lo contactaron por redes sociales con una oferta de una empresa de tecnolog铆a en Tailandia. El brasile帽o viaj贸 a ese pa铆s y un conductor lo recogi贸 en el hotel donde se hosped贸 pero le llev贸 a Myanmar, donde lo hicieron reh茅n en KK Park, epicentro de las estafas ubicado en Myawaddy, donde ya estaba Dos Santos, quien tambi茅n fue enga帽ado con un empleo en redes.
M谩s de 7.000 personas esclavizadas
Las autoridades adelantan una serie de medidas de seguridad para lograr que m谩s de 7.000 trabajadores enga帽ados y esclavizados en Myanmar sean repatriados a sus pa铆ses de origen, rese帽贸 AP. Para ello los gobiernos de Tailandia, Myanmar y China emplean una ofensiva contra los centros de estafa.
Las miles de personas esclavizadas, que recientemente fueron liberadas por grupos 茅tnicos rebeldes que actuaron contra los centros de estafa, se encuentran aglomeradas en Mae Sot, ciudad tailandesa ubicada al oeste de Myanmar, lugar desde donde esperan para ser repatriadas mientras las autoridades, sobre todo las de Tailandia, expresan su preocupaci贸n por la falta de recursos para alojar, alimentar y despachar a las v铆ctimas, una situaci贸n que pudiera convertirse en una crisis humanitaria.
Mientras las mafias contin煤an llamando la atenci贸n de cientos de miles de trabajadores alrededor del mundo con sus falsas propuestas laborales, las autoridades se enfocan en clausurar los centros de estafa y de esclavitud moderna que se encuentran amparados en la clandestinidad.

El portavoz del Ministerio de Defensa tailand茅s, Thanathip Sawangsang, dijo a AP que su pa铆s aplica una serie de acciones como el corte de electricidad, internet y gas a varias zonas fronterizas de Myanmar donde est谩n los centros delictivos, que mantienen privados de libertad a sus v铆ctimas, de los que m谩s de 3.500 son de origen chino.
Por su parte, Amy Miller, directora del grupo de ayuda para el sureste asi谩tico Act of Mercy International, con sede en Mae Sot (Tailandia), expres贸 que lo que sucede al otro lado de la frontera es algo sin precedentes, porque nunca hab铆a visto una liberaci贸n a tan gran escala de v铆ctimas potenciales de trata de personas.
Adem谩s, alert贸 que para evitar una crisis humanitaria, se debe involucrar a las embajadas y gobiernos de origen de las v铆ctimas. "Realmente requiere una especie de respuesta global (...) La capacidad de llevarlos a Tailandia, procesarlos, albergarlos y alimentarlos ser铆a imposible para la mayor铆a de los gobiernos", dijo.
RT - G1