En el Centro Municipal de Control de Zoonosis de Murcia, m谩s de cien personas esperan su turno para entregar a sus mascotas. Las jaulas est谩n llenas, los recursos son insuficientes y la Ley de Bienestar Animal, dise帽ada para proteger a los animales, se enfrenta a una cruda realidad: sin financiaci贸n adecuada, las buenas intenciones se convierten en papel mojado. Mientras tanto, perros de caza abandonados y animales maltratados llenan los pasillos de un sistema al borde del colapso.
El Centro Municipal de Control de Zoonosis de Murcia, ubicado en La Albatal铆a, es un reflejo de una crisis que se extiende por toda la regi贸n. Con solo 40 jaulas para perros y 15 para gatos, el centro est谩 saturado. M谩s de cien personas esperan en lista para entregar legalmente a sus mascotas, mientras los profesionales intentan atender a animales maltratados, desde perros golpeados hasta caballos y p谩jaros heridos.
La Ley de Bienestar Animal, en vigor desde septiembre de 2023, promet铆a ser un avance hist贸rico. Sin embargo, su 茅xito depende de que las autonom铆as y ayuntamientos financien adecuadamente las medidas necesarias para evitar abandonos y reducir el sufrimiento animal. En Murcia, la brecha entre lo que se necesita y lo que realmente se aporta es abismal. Los ayuntamientos est谩n obligados a ofrecer servicios de urgencia 24 horas, controlar colonias felinas y garantizar la esterilizaci贸n de animales, pero muchos carecen de los fondos para cumplir estas exigencias.
Jos茅 Mar铆a Meseguer, veterinario del centro, lo resume con crudeza: “No damos abasto. Los animales llegan en condiciones miserables, y aunque no haya recursos, no podemos negarles ayuda”. La Ley de Bienestar incluye la posibilidad de cambiar la titularidad y el cuidado provisional de los animales que hayan sido maltratados. Una medida razonable a simple vista, aunque si no se dota de fondos a los centros especializados, es imposible de llevar a cabo. Tambi茅n el texto explica que corresponder谩 a los ayuntamientos la recogida de animales extraviados y abandonados y su alojamiento en un centro de protecci贸n animal. Para ello deber谩n contar con un servicio de urgencia para la recogida y atenci贸n veterinaria de estos animales, disponible las veinticuatro horas del d铆a. Sin embargo, otra vez topamos con la falta de fondos, porque muchos municipios no cuentan con los recursos sufientes para poder llevar a cabo este servicio de urgencia.
Uno de los aspectos m谩s preocupantes es el abandono y maltrato de perros de caza. Estos animales, utilizados como herramientas de trabajo, son frecuentemente “descartados” cuando llegan a una edad avanzada o no cumplen con las expectativas de sus due帽os. Abandonados en zonas rurales o entregados en centros ya saturados, estos perros representan una parte significativa de los casos que llegan a las protectoras.
La Ley de Bienestar Animal excluye inicialmente a los perros de caza de algunas de sus protecciones, una omisi贸n que ha sido criticada por expertos y activistas. Teresa L贸pez, presidenta del Colegio de Veterinarios de Murcia, se帽ala: “Un animal maltratado no entiende de categor铆as. La ley debe proteger a todos por igual”.
Adem谩s, la falta de educaci贸n c铆vica y responsabilidad en la sociedad agrava el problema. Muchos due帽os de mascotas no est谩n preparados para asumir los costes y compromisos que implica la tenencia responsable. La crisis econ贸mica, sumada a la falta de concienciaci贸n, ha llevado a un aumento del 30% en los abandonos en 2024, seg煤n datos de las protectoras de la regi贸n.
Necesidad de coraje y compromiso
Para revertir esta situaci贸n, es urgente tomar medidas concretas. En primer lugar, las administraciones deben destinar fondos suficientes para implementar las medidas de la Ley de Bienestar Animal. Esto incluye financiar servicios de urgencia, programas de esterilizaci贸n y campa帽as de adopci贸n. Sin recursos, las normas m谩s ambiciosas quedan en letra muerta.
En segundo lugar, es esencial abordar el problema de los perros de caza. Organizaciones como AnimaNaturalis proponen la inclusi贸n expl铆cita de estos animales en la ley, junto con sanciones m谩s severas para quienes los abandonen o maltraten, que seg煤n la ley debieran alcanzar hasta los 200 mil euros. Tambi茅n se necesitan campa帽as de educaci贸n que fomenten la tenencia responsable y despierten la conciencia social sobre el sufrimiento animal.
A茂da Gasc贸n, directora de AnimaNaturalis en Espa帽a, subraya: “Proteger a los animales no es solo cuesti贸n de leyes; es una responsabilidad colectiva. Necesitamos recursos, educaci贸n y, sobre todo, compasi贸n”. La crisis en Murcia es un llamado a la acci贸n. Los animales no pueden esperar, y cada gesto cuenta. AnimaNaturalis invita a la sociedad a sumarse a esta lucha:
- Adopta o apadrina: Dale una segunda oportunidad a un animal abandonado.
- Denuncia el maltrato: Usa los canales del SEPRONA (062, redes sociales) para reportar casos de crueldad.
- Exige transparencia: Presiona a las instituciones para que destinen fondos a los centros de protecci贸n animal.
- Difunde: Comparte esta historia y ayuda a sensibilizar a tu comunidad.
La tragedia en Murcia es un espejo de un problema nacional: una ley sin financiaci贸n, una sociedad poco educada y un sistema que colapsa bajo el peso de su propia desidia. Los animales no tienen voz, pero juntos podemos ser su voz. “ La pregunta no es si ellos sobrevivir谩n a nuestra indiferencia, sino si nosotros sobreviviremos a nuestra falta de humanidad”, concluye Gasc贸n.