Teresa Moll谩 Castells
En unos d铆as y como cada a帽o desde hace cincuenta, volvemos a conmemorar el 8 de marzo, D铆a Internacional de las Mujeres. Siempre ocurre les mismo: Las mujeres reclusas, las prostituidas y muchas de las empleadas del hogar siguen siendo las grandes olvidadas en muchas de las
pancartas oficiales y ya ni mencionamos a las del feminismo brilli, brilli neoliberal y postmoderno.
Intentar hacer que recaiga toda la responsabilidad de su situaci贸n sobre las mujeres prostituidas es tan cruel, tan inhumano y falso que da verg眉enza ajena. Y, quiz谩s precisamente por eso hay partidos de pseudoizquierda que pretenden tratarlas como “trabajadoras sexuales” y que su actividad sea regulada.
Justo en este momento me viene a la cabeza el recuerdo de unas jornadas que se organizaron en Alicante, en el que una valiente compa帽era que afirmaba que hab铆a estado trabajando con mujeres prostituidas que se enfrent贸 a las compa帽eras que defend铆an la regulaci贸n de la prostituci贸n con estas palabras: “De acuerdo, regulemos la prostituci贸n como vosotras dec铆s y la convertimos en un trabajo legal. En todos los trabajos y como derecho regulado, existe el derecho a la formaci贸n continuada. ¿Qu茅 tipo de formaci贸n, y conste que solo es un ejemplo, vamos a darle a estas mujeres? ¿C贸mo hacer mejores felaciones a un tipo al que no desean?, ¿C贸mo gemir mejor para que el putero se sienta mejor? Insisto en que solo es un ejemplo, pero me gustar铆a que me contestarais.” No hubo respuesta a ninguna de sus preguntas.
Insisto en la idea de que responsabilizarlas de su propia situaci贸n como si fuera algo elegido, es compararlas con las personas esclavas que trabajaban para unos amos que las hab铆an comprado para que trabajaran de sol a sol a cambio de unas miserables condiciones de vida y alimentaci贸n. Es lo mismo, pero en la era moderna.
Renombrar con eufemismos modernos lo que esencialmente es esclavitud que enriquece a los tratantes de mujeres y a los proxenetas es pretender legalizar la esclavitud de mujeres, mayoritariamente, en el siglo XXI.
Mujeres al servicio de los deseos de hombres que pagan para despojarlas de dignidad y usarlas a su antojo como si fueran SOLO objetos para su placer. Mujeres con vidas propias que no interesan a nadie porque son consideradas mercanc铆as que tienen tiempo de caducidad y que, por tanto, hay que explotarlas al m谩ximo durante el tiempo 煤til en el que sean buena materia prima para el negocio de tratantes y proxenetas. As铆 funcionan las cosas.
Y vienen las y los salva patrias de la nueva izquierda a decirnos que ese tipo de esclavitud hay que legalizarla. Claro y de paso legalizamos todos los tipos de esclavitud para que vosotros y vosotras pod谩is seguir gozando de vuestro estatus encubriendo a acosadores entre vuestras filas. Muy bien. Todo muy bonito y postmoderno. Pero os recuerdo que son mujeres con vida propia a las que conden谩is a vidas de miseria y explotaci贸n con vuestras propuestas regulacionistas que encubren un gran negocio que mueve much铆simos millones a costa de los cuerpos de esas mujeres a las que pretend茅is “proteger”.
Y como dec铆a la compa帽era de Alicante os pregunto ¿qu茅 formaci贸n continuada, como parte de sus derechos pretend茅is darles?, por ejemplo.
Otras de las grandes olvidadas son las mujeres reclusas. Algunas no est谩n ni en prisiones espec铆ficas de mujeres y comparten las de hombres. Eso s铆 y hasta donde yo s茅, en m贸dulos espec铆ficos. Otro gran “olvido” de la Ley Org谩nica de Igualdad entre Mujeres y Hombres que sigue sin resolverse y que siguen “pagando” las mujeres ingresadas por haber cometido alg煤n delito, en instituciones penitenciarias.
Y que, en demasiadas ocasiones, justo en el momento en que cruzan las puertas de esas instituciones, se convierten en invisibles para el resto de la sociedad. Curioso, pero real. Pero al igual que las mujeres prostituidas, existir, existen, aunque se nos olviden con demasiada frecuencia.
O muchas de las empleadas de hogar cuya existencia todo el mundo conoce como parte de la econom铆a informal y que siguen cada una trabajando en casas ajenas y en las propias sin apenas derechos ni reconocimientos. Pero sin su trabajo la farsa de la “conciliaci贸n”, todav铆a seria mayor.
Y hoy quiero hacer una menci贸n especial gracias a una conversaci贸n que tuve recientemente con una amiga, M陋 Jos茅, que me record贸 c贸mo dentro de la DANA hay v铆ctimas no reconocidas puesto que en todos los pol铆gonos afectados, trabajaban mujeres, sobre todo extranjeras y en situaci贸n administrativa irregular siendo prostituidas y que no constan en ninguna cifra oficial de desapariciones, pero que ya no est谩n, ¿D贸nde est谩n los cuerpos de estas mujeres? ¿por qu茅 no se habla de ellas? Sencillamente porque se destapar铆a el negocio il铆cito de trata de mujeres con fines de explotaci贸n sexual existente en grandes y a veces peque帽os pol铆gonos industriales de las grandes ciudades como Valencia. Por eso no se habla, ni se hablar谩 ni de sus desapariciones, ni de sus cuerpos cuando son o sean encontrados.
Ellas, todas ellas son mujeres. Y en demasiadas ocasiones son las grandes olvidadas en fechas como esta o el 25 de noviembre.
Sirvan estas letras para que su presencia se haga patente en los actos que ya se est谩 realizando para conmemorar el 8 de marzo Dia Internacional de TODAS las Mujeres del mundo.
Ben cordialment,
Teresa
En unos d铆as y como cada a帽o desde hace cincuenta, volvemos a conmemorar el 8 de marzo, D铆a Internacional de las Mujeres. Siempre ocurre les mismo: Las mujeres reclusas, las prostituidas y muchas de las empleadas del hogar siguen siendo las grandes olvidadas en muchas de las
pancartas oficiales y ya ni mencionamos a las del feminismo brilli, brilli neoliberal y postmoderno.
C谩rcel de mujeres de Brieva, 脕vila
Intentar hacer que recaiga toda la responsabilidad de su situaci贸n sobre las mujeres prostituidas es tan cruel, tan inhumano y falso que da verg眉enza ajena. Y, quiz谩s precisamente por eso hay partidos de pseudoizquierda que pretenden tratarlas como “trabajadoras sexuales” y que su actividad sea regulada.
Justo en este momento me viene a la cabeza el recuerdo de unas jornadas que se organizaron en Alicante, en el que una valiente compa帽era que afirmaba que hab铆a estado trabajando con mujeres prostituidas que se enfrent贸 a las compa帽eras que defend铆an la regulaci贸n de la prostituci贸n con estas palabras: “De acuerdo, regulemos la prostituci贸n como vosotras dec铆s y la convertimos en un trabajo legal. En todos los trabajos y como derecho regulado, existe el derecho a la formaci贸n continuada. ¿Qu茅 tipo de formaci贸n, y conste que solo es un ejemplo, vamos a darle a estas mujeres? ¿C贸mo hacer mejores felaciones a un tipo al que no desean?, ¿C贸mo gemir mejor para que el putero se sienta mejor? Insisto en que solo es un ejemplo, pero me gustar铆a que me contestarais.” No hubo respuesta a ninguna de sus preguntas.
Insisto en la idea de que responsabilizarlas de su propia situaci贸n como si fuera algo elegido, es compararlas con las personas esclavas que trabajaban para unos amos que las hab铆an comprado para que trabajaran de sol a sol a cambio de unas miserables condiciones de vida y alimentaci贸n. Es lo mismo, pero en la era moderna.
Renombrar con eufemismos modernos lo que esencialmente es esclavitud que enriquece a los tratantes de mujeres y a los proxenetas es pretender legalizar la esclavitud de mujeres, mayoritariamente, en el siglo XXI.
Mujeres al servicio de los deseos de hombres que pagan para despojarlas de dignidad y usarlas a su antojo como si fueran SOLO objetos para su placer. Mujeres con vidas propias que no interesan a nadie porque son consideradas mercanc铆as que tienen tiempo de caducidad y que, por tanto, hay que explotarlas al m谩ximo durante el tiempo 煤til en el que sean buena materia prima para el negocio de tratantes y proxenetas. As铆 funcionan las cosas.
Y vienen las y los salva patrias de la nueva izquierda a decirnos que ese tipo de esclavitud hay que legalizarla. Claro y de paso legalizamos todos los tipos de esclavitud para que vosotros y vosotras pod谩is seguir gozando de vuestro estatus encubriendo a acosadores entre vuestras filas. Muy bien. Todo muy bonito y postmoderno. Pero os recuerdo que son mujeres con vida propia a las que conden谩is a vidas de miseria y explotaci贸n con vuestras propuestas regulacionistas que encubren un gran negocio que mueve much铆simos millones a costa de los cuerpos de esas mujeres a las que pretend茅is “proteger”.
Y como dec铆a la compa帽era de Alicante os pregunto ¿qu茅 formaci贸n continuada, como parte de sus derechos pretend茅is darles?, por ejemplo.
Otras de las grandes olvidadas son las mujeres reclusas. Algunas no est谩n ni en prisiones espec铆ficas de mujeres y comparten las de hombres. Eso s铆 y hasta donde yo s茅, en m贸dulos espec铆ficos. Otro gran “olvido” de la Ley Org谩nica de Igualdad entre Mujeres y Hombres que sigue sin resolverse y que siguen “pagando” las mujeres ingresadas por haber cometido alg煤n delito, en instituciones penitenciarias.
Y que, en demasiadas ocasiones, justo en el momento en que cruzan las puertas de esas instituciones, se convierten en invisibles para el resto de la sociedad. Curioso, pero real. Pero al igual que las mujeres prostituidas, existir, existen, aunque se nos olviden con demasiada frecuencia.
O muchas de las empleadas de hogar cuya existencia todo el mundo conoce como parte de la econom铆a informal y que siguen cada una trabajando en casas ajenas y en las propias sin apenas derechos ni reconocimientos. Pero sin su trabajo la farsa de la “conciliaci贸n”, todav铆a seria mayor.
Y hoy quiero hacer una menci贸n especial gracias a una conversaci贸n que tuve recientemente con una amiga, M陋 Jos茅, que me record贸 c贸mo dentro de la DANA hay v铆ctimas no reconocidas puesto que en todos los pol铆gonos afectados, trabajaban mujeres, sobre todo extranjeras y en situaci贸n administrativa irregular siendo prostituidas y que no constan en ninguna cifra oficial de desapariciones, pero que ya no est谩n, ¿D贸nde est谩n los cuerpos de estas mujeres? ¿por qu茅 no se habla de ellas? Sencillamente porque se destapar铆a el negocio il铆cito de trata de mujeres con fines de explotaci贸n sexual existente en grandes y a veces peque帽os pol铆gonos industriales de las grandes ciudades como Valencia. Por eso no se habla, ni se hablar谩 ni de sus desapariciones, ni de sus cuerpos cuando son o sean encontrados.
Ellas, todas ellas son mujeres. Y en demasiadas ocasiones son las grandes olvidadas en fechas como esta o el 25 de noviembre.
Sirvan estas letras para que su presencia se haga patente en los actos que ya se est谩 realizando para conmemorar el 8 de marzo Dia Internacional de TODAS las Mujeres del mundo.
Ben cordialment,
Teresa