Teodoro Renter铆a Arr贸yave
CUERNAVACA, MORELOS. Este d铆a 2 de abril est谩 se帽alado como “El d铆a Cero”, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como lo advirti贸 en varias ocasiones dar谩 a conocer en forma espec铆fica su guerra comercial internacional al fijar los montos de los aranceles a cada uno de los pa铆ses, o regiones del mundo, seg煤n 茅l para recuperar la econom铆a de la gran potencia.
Imagen de archivo. Trump durante el mitin inaugural en el Capital One Arena, en Washington, DC, el 20 de enero de 2025. Foto: EFE/EPA/ANNA MONEYMAKER / POOL
Ante ello ya las reacciones en el mundo son de una gravedad preocupante, por ejemplo, ya formaron un eje de contenci贸n los tres fuertes pa铆ses asi谩ticos: China, Jap贸n y Corea del Sur.
Europa no se queda atr谩s, est谩 unida, contra el magnate neoyorquino, todo lo contrario de lo que est谩 sucediendo en el Continente Americano, donde Donald ha logrado romper la unidad latinoamericana y caribe帽a.
Mientras esperamos saber hasta d贸nde llegar谩n las amenazas de Trump, nos vamos a referir al an谩lisis del colega de “La Vanguardia”, Ramon Aymerich, que titula, “Adi贸s al amigo americano” y que tomamos para ilustrar esta entrega con los debidos cr茅ditos.
En su pre谩mbulo explicativo, afirma: “Todos quieren hacer negocios con China. Pero pocos se ir铆an a vivir ese pa铆s. Todos visitan y quieren vivir en Europa, por estilo de vida y valores. Pero recelan de su capacidad para defenderse. Rusia es un pa铆s fuerte, pero quiere que le teman. Estados Unidos tambi茅n es un poder fuerte. Pero tiene tanto o m谩s atractivo que Europa.
Todo lo anterior para recordarnos que “Esos eran, a grandes rasgos, los puntos fuertes y d茅biles de los diferentes bloques geopol铆ticos hace solo unos meses. Y a ese atractivo, esa capacidad de seducci贸n que se atribuye a algunos pa铆ses para conseguir que otros emulen su estilo de vida y adopten sus ideas y valores, se conoce como soft power, poder blando, en contraposici贸n con el hard power, el poder duro que da la fuerza.
Sin embargo, acusa, con la llegada de Donald Trump a la presidencia, Estados Unidos ha perdido atractivo. La primera potencia siempre ha tenido detractores y partidarios. No ha dudado nunca en utilizar la fuerza. Pero su cultura y modo de vida han impregnado las costumbres y las maneras de pensar de otros pa铆ses. En especial de Europa, que se ve como la perdedora de este giro inesperado de la historia.
Por lo tanto, concluye, Estados Unidos ya no quiere tener amigos; conf铆a m谩s en la fuerza que en convencer a los dem谩s
Hoy Estados Unidos no quiere tener amigos. Washington dispara con aranceles a sus antiguos aliados; su presidente humilla en p煤blico a otros mandatarios, amenaza a Canad谩 con la anexi贸n, quiere ocupar Groenlandia y llevar el ej茅rcito a Panam谩; cierra fronteras, deporta a miles de personas y clausura la mayor agencia de cooperaci贸n internacional.
Hace una semana, Joseph Nye, polit贸logo influyente en la administraci贸n de los a帽os noventa y 2000, publicaba en el Financial Times un art铆culo en el que acusaba a Trump de dilapidar el prestigio acumulado estos a帽os. Nye fue quien acu帽贸 el concepto de soft power en 1990:
Un pa铆s no triunfa solo con la fuerza, razonaba. Lo que asegura el largo plazo es el poder blando. Roma conquist贸 con sus legiones, pero tambi茅n con su cultura. El muro de Berl铆n cay贸 tanto por la presi贸n militar de Ronald Reagan como por la p茅rdida de la fe de la poblaci贸n en el comunismo. Pero hoy Estados Unidos no entiende ese lenguaje.
“Lo que est谩 ocurriendo es una ruptura con la Am茅rica que conoc铆amos. Ya no es la City on the Hill, no quiere proyectarse como referencia para el resto del mundo. Es una ciudad fortificada. Cerrada al exterior”, dice Pol Morillas.
Nosotros nos preguntamos ser谩 el adi贸s al amigo americano, el colega catal谩n, Ramon Aymerich, lo afirma: “EL ADI脫S AL AMIGO AMERICANO”.