El apagón que dejó el lunes a España y a Portugal sin suministro eléctrico durante horas sigue siendo todo un misterio, al menos oficialmente, y ha reavivado la disputa entre pro renovables y pro nucleares, mientras que otros apuntan a que se debió a un cúmulo de circunstancias que difícilmente se repetirán.
Mientras unos se afanan en decir que todo se debió a un "exceso" de renovables en España y que lo sucedido evidencia la necesidad de darles respaldo con tecnologías más "robustas" como la nuclear, otros recuerdan que el país lleva años generando gran parte de su electricidad con renovables sin que haya habido apagones y que ese día había centrales atómicas operando.
Es más, sólo una treintena de países del mundo cuentan con plantas nucleares en su mix energético, mientras que el resto funciona sin energía atómica, incluso con mayores niveles de penetración de renovables que España, como, por ejemplo, Alemania o Dinamarca.
Lo cierto es que el lunes, cinco de los siete reactores con los que cuenta España, estaban "apagados", bien por cuestiones técnicas (mantenimiento) bien por cuestiones económicas: las eléctricas que las operan consideran que no es rentable mantenerlas abiertas por los bajos precios de mercado y la carga fiscal que soportan.
Algo que no es la primera vez que ocurre, han subrayado diversos expertos, pues, por ejemplo, durante la pandemia también se apagaron reactores debido a la caída de la demanda y de los precios y en los últimos años también se han ido conectando y desconectando en varias ocasiones debido a la caída de precios, precisamente, debido a las renovables.
Falta información
Con este debate de telón de fondo, la única información que ha dado Red Eléctrica es que es en cuestión de segundos se registraron dos desconexiones importantes de generación, al parecer instalaciones solares ubicadas en el suroeste de España, y que eso desequilibró al conjunto del sistema.
El resto de instalaciones también se desconectaron y, por primera vez en la historia, se registró lo que se denomina "cero" o apagón total.
Sin embargo, falta por saber por qué se desconectaron esas plantas, según los expertos consultados por EFEverde, que subrayan que los únicos que pueden aportar información que permita esclarecer lo sucedido son el operador del sistema y las eléctricas, algo que, por ahora, no están haciendo.
Probablemente, las fotovoltaicas se desconectaron antes porque son más rápidas a la hora de reaccionar ante una situación adversa, pero no fueron la causa primera del apagón, ha explicado el jefe del grupo de Sistemas de Potencia del Instituto de Investigación de Energía en Cataluña (IREC), José Luis Domínguez.
Oscilación de potencia con el Báltico
La falta de información "oficial" ha hecho que haya varias teorías "por ahí rondando", ha apuntado el experto, que ha señalado que él se decanta por una: una oscilación de potencia entre la Península Ibérica y el Báltico después de que España se desincronizara y que se detectó 15 minutos antes del apagón.
Todo el sistema eléctrico europeo está sincronizado, incluida España, aunque directamente sólo esté interconectada con Portugal y Francia.
Esa sincronización total hace que pueda darse la casuística de lo que se denominan oscilaciones entre áreas, que no tienen por qué ser entre áreas que estén justo al lado, sino que pueden darse con las siguientes.
Una oscilación "famosa" y que acabó provocando un apagón en centro Europa, fue la que se dio en 2021 entre Alemania y Turquía debido a un fallo en una subestación en Croacia.
El hecho de que España sea una "isla" energética debido a las escasa interconexión con el resto de Europa, hizo que aquí no llegara ese apagón. La otra cara de la moneda, es que también hubo menor capacidad de apoyo el lunes por esa falta de interconexiones, según el experto.
La "clave", ha subrayado Domínguez, estaría en saber qué se desincronizó en España para que se produjera esa oscilación de potencia con el Báltico el lunes y que fue la que generó un cambio de frecuencia, un desbalance entre oferta y demanda (siempre deben ir compensadas para que la red no caiga) en la Península que acabó siendo tan grande que hizo saltar las protecciones de las plantas.
"A la que saltaron dos, saltaron todas", ha añadido. Francia lo debió "ver" y, probalmente por eso, se desconectó de España, según el experto
Y todo ello ocurrió a pesar de que el sistema eléctrico español está preparado para operar incluso si se caen a la vez dos centrales o sistemas críticos.
La frecuencia es la sangre del sistema
"La frecuencia es como la sangre de la red eléctrica porque se mueve por todo el sistema y si falla, el problema es más gordo", según Domínguez, que ha explicado que los motivos por los que puede cambiar son dos: una desincronización de los sistemas rodantes de las plantas o los propios sistemas de control de las plantas.
Lo sucedido no se debe a que tengamos muchas renovables, porque fallos siempre hay, la red nunca opera al cien por cien sin fallos, que suceden pero que se van corrigiendo sobre la marcha, ha insistido.
Quizá, ese día, lo que dificultó también las cosas es que en el sistema había muy poca inercia porque muchas nucleares estaban apagadas. No obstante, esa inercia también se puede lograr con renovables, algo para lo que ya existe tecnología.
Las oscilaciones también se van corrigiendo pero, esta vez, lo que ha habido es un conjunto de mala suerte, ha apuntado Domínguez, quien considera muy difícil que se vuelva a repetir algo así y quien insiste en que, en su opinión, el apagón no se debió a la desconexión de dos plantas si no a algo sistémico: la frecuencia.
* EFEverde