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Ruido de Sangre

Mauricio Casta帽o H
Historiador
Colombiakr铆tica

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El Ruido Versus Silencio

Seremos fieles a los hechos. Las descripciones de sangre ser谩n breves, luego ensayaremos unas explicaciones. Son cinco asesinatos y uno fallido que termin贸 con la pasi贸n de un maestro jubilado: Leer. Es moneda corriente que la actividad que engrandece, que cultiva el esp铆ritu no se lleva bien con otra que lo distrae, que anestesia, que priva de los sentidos, en este caso los ruidosos versi贸n borrachos, los ebrios embotados, enfiestados. Los hechos refieren dos temas, dos realidades irreconciliables: el Ruido versus el Silencio. Aquel concierne a los seres que huyen de s铆 mismos, que su paz interior les es esquiva, 茅ste por el contrario, es del recogimiento de quienes buscan una cierta sensatez de vida. En fin, son dos caminos distintos en los que se gasta la existencia, uno edificante, el otro de destrucci贸n colectiva.


El Ocaso de una Pasi贸n


Empecemos por el maestro sobreviviente. El 10 de Julio del a帽o 2022 el profesor jubilado  Hern谩n Dar铆o Castrill贸n recibi贸 una lecci贸n de agresi贸n con pu帽aladas y pu帽os que lo dej贸 sin la pasi贸n de su vida: Leer literatura. Su delito, su motivo: documentar informaci贸n para luego interponer recurso de ley contra el vecino ruidoso, quien ten铆a por costumbre poner su equipo a todo volumen que no dejaba dormir a sus vecinos. Hoy el maestro vive en tristeza con su p茅rdida de visi贸n y con gafas oscuras, sin poder leer y sin poder asistir a su se帽ora madre nonagenaria. Es esta historia el ocaso de una pasi贸n.


La Sevicia de Manotas


Siguen los asesinatos con pu帽al motivados por la reclamaci贸n de bajar volumen al equipo de sonido, el de mayor sevicia es el de Manotas en la ciudad de Barranquilla, quien dio 22 pu帽aladas y luego tir贸 a su v铆ctima, Francisco Cifuentes, por el balc贸n de un sesto piso. En Valledupar Edison Altamar De La Hoz es apu帽alado, y golpeado, luego los mismos victimarios pasan su camioneta varias veces sobre el cuerpo tendido. En Medell铆n, en el barrio Santa Cruz, con cinco pu帽aladas fue asesinado un trabajador al pedir cesara el ruido del equipo de sonido que no lo dejaba dormir. El hijo de la v铆ctima Hern谩n David Alzate, de 29 a帽os, tambi茅n result贸 herido en el hombro derecho, la espalda y la frente. 


El Ruido de Ca铆n y Abel


En la misma ciudad de Medell铆n y con otro perpetrador, como si se repitieran el crimen fundacional de Ca铆n y Abel, un hombre asesin贸 a su hermano Andr茅s Felipe Posada Ciro, por que le pidi贸 que le bajara a la m煤sica en el barrio Villa Hermosa. Estos asesinatos fueron publicitados por la prensa colombiana, en la red se digitan y aparece lo noticioso, pero pasado el tiempo, son parte del paisaje, una estad铆stica m谩s. Nosotros queremos pasar de lo mero anecd贸tico y tr谩gico a ensayar posibles explicaciones de por qu茅 esto pudo haber pasado y sigue pasando. El ruido es un arma f铆sica cuyas ondas ac煤sticas se desplazan por el aire alcanzando varios metros a la redonda y en especial hacia arriba, dejando da帽os en la salud a las personas como el estr茅s, problemas circulatorios, taquicardias, ataques card铆acos, todo esto documentado por la Organizaci贸n Mundial de la Salud.


Sociometr铆a o M茅todos del Crimen


Los elementos comunes de estos casos son: la violencia ac煤stica con el ruido a prop贸sito, la embriaguez, los cuchillos de los victimarios que quieren derramar sangre, victimarios salidos de s铆 mismos, indolentes y sin compasi贸n por el dolor ajeno y que poco o nada les importa por quienes reclaman respeto de su espacio propio, de su isla de intimidad para relajarse sin perturbaciones exteriores, dormir tranquilos. Pero el ruido persiste y se impone, es la violencia ac煤stica denominada por los expertos, es un arma peligrosa que amenaza a la sociedad entera.


Este accionar de los victimarios es muy similar a los soldados que se preparan, entran en una especie de trance para ir a la guerra. Con sus consignas repetidas en coro y al un铆sono preparan su cuerpo como arma de guerra. De manera muy similar  operan las personas ruidosas alienadas con su bulla, son pura fuerza bruta alienada que buscan v谩lvulas de escape y luego complementan con el uso de la violencia ac煤stica como arma indiscriminada para un primer impacto, luego vendr谩 la violencia f铆sica del cuerpo a cuerpo con el ciudadano que se engancha creyendo obrar en justicia.


De la violencia ac煤stica al pu帽al


De la violencia ac煤stica a la violencia del pu帽al solo hay un paso, s贸lo est谩 decidirla. Antes de matar est谩 la sevicia, infringir dolor a la v铆ctima escogida para el sacrificio. Primero se empieza con una tortura llamada ruido que va subiendo y prolong谩ndose, despu茅s, todo lo otro est谩 dado: matar. Una v铆ctima, otra, otras y as铆 hasta perderse la cuenta en una expresi贸n que la institucionalidad mide como indicadores: eventos de ri帽as el d铆a tal en el lugar equis, tantos muertos, tantos heridos, tantos detenidos, todo tan de diario pasar que se ha vuelto parte del paisaje. 


Si hay Victimario, hay V铆ctima


Si hay v铆ctima, hay victimario. No es un chiste. Es asunto serio. Es un tema de violencia ac煤stica que est谩 cobrando muertes, asesinatos. Todo este ba帽o de sangre deja una v铆ctima y un victimario. Es pertinente recordar que v铆ctima quiere decir reemplazo, el segundo como lo se帽ala la part铆cula vice: vice presidente, vicario, alguien que est谩 en lugar de otro. Entonces vale la pregunta ¿a que se debe tanto sacrificio, tantas v铆ctimas? Existe una v铆ctima propiciatoria que desencadena la oleada de muertes a seguir. Ejemplificamos con la prostituta que estuvo a punto de ser linchada, apedreada por la masa sedienta de sangre. Entonces aparece el freno religioso con la expresi贸n:  quien est茅 libre de pecado, que tire la primera piedra. Es 茅sta una invenci贸n social de remediar la violencia circulante en la masa. Nos viene una pregunta a prop贸sito: ¿Qu茅 soluci贸n ha encontrado nuestra sociedad actual para frenar la violencia ac煤stica desatada que est谩 matando gente, mucha gente? Bueno ser铆a indagar sobre cifras dadas que motivan violencias m煤ltiples que denominan ri帽as barriales y dom茅sticas.


Nos asiste un consuelo de vida. No todo est谩 perdido. Existen leyes de vida que se imponen, por ejemplo, nadie fue preguntado si quer铆a nacer, simplemente aconteci贸 el hecho, as铆 mismo pasa con muchas cosas en la vida que inspiran y sostienen el bienestar general, por ejemplo, nadie puede abrogarse el derecho de matar a otro y pasar impune, si ello fuera as铆 caer铆amos en un Estado de todos contra todos. La Ley contra el ruido es una esperanza.


Todos precisamos de una isla de intimidad, pero tambi茅n es cierto que los derechos de uno terminan donde empiezan los de los otros. Cada quien puede disponer de su vida como a bien tenga pero siempre y cu谩ndo no afecte la de los dem谩s: por ejemplo, el fumar, el cigarrillo, esgrime el fumador que est谩 en su casa y all铆 nadie m谩s manda que 茅l, es verdad, pero resulta que usted est谩 dejando escapar el humo que perturba al vecino de arriba, igual pasa con la violencia ac煤stica desproporcionada en decibeles, est谩 afectando la salud de los vecinos, est谩 pasando por encima de los derechos fundamentales de la salud como es de poder dormir sin ruido, no trasnocharse, no estresarse. El ruido no es edificante para una sociedad, por el contrario, la corroe, la destruye, el bullicio y la borrachera. El ruido es un par谩sito que se instala en cuerpo ajeno para su destrucci贸n. En otra oportunidad escribiremos sobre la diferencia entre M煤sica y Ruido. El Ruido est谩 haciendo correr sangre que mata.

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