Livia Díaz/ Xalapa.- Cuatro unidades de la Dirección de Tránsito, más que coordinar un operativo, encabezaron la marcha de familiares y amigos para despedir a una xalapeña, quien desgraciadamente falleció en un terrible accidente al otro lado del mundo.
Haciendo sonar la sirena, una y otra patrulla anunciaban, sobre la avenida Manuel Ávila Camacho, el avance del contingente de unas 100 personas, vestidas de blanco y con pancartas y manteletas con imágenes de la estudiante de ingeniería América Yamileth Sánchez Hernández de 17 años, que falleció en Nueva York el 20 de mayo.
Su tío Rodolfo Hernández Sayago, dijo en el Monumento a La Madre en dónde se reunió el contingente a las 4 de la tarde, antes de salir caminando con rumbo a la colonia Emiliano Zapata en donde está su vivienda, que más que hacer hipótesis o aventurar historias sobre lo acontecido, querian despedir a la jovencita como era ella, llevarla por el centro de la ciudad de las flores, como a ella le gustaba.
Si bien quieren justicia, que sean las autoridades, que a quien corresponda haga su trabajo, se determine que pasó y que se hagan responsabilidades quienes así tengan que hacerlo.
El día sábado fue caluroso. Muchas mujeres llevaban abanicos. En el camino, el sonidero repetía la canción de la que ya es llamada por sus seres queridos, que son casi todos en la ciudad capital del estado de Veracruz, "La Niña".
Su canción, me dicen, la compuso y la interpreta un. músico de Colombia. Al mismo, por el micrófono, el animador pedía pase de lista: "Cadete América Yamileth Sánchez Hernández" y la gente respondió "¡Presente!". Luego nombró al otro joven que perdió la vida cuando realizaban una demostración de destrezas en un día festivo, de aniversario en Manhattan, Estados Unidos de Norteamerica, una tarde similar, a bordo del Buque Escuela Cuauhtémoc, "Cadete Adal Jair Marcos"- "¡Presente!".
El contingente siguió avanzando hacia el Viaducto, túnel que se encuentra abajo del Parque Juárez en el centro, y desde donde docenas de personas esperaban para verlos pasar.
Una vez que entraron, la gente corrió hacia el otro lado, para salir por el monumento a Las Virtudes y verlos bajar hacia el Dique por dónde caminaron para luego dirigirse a la casa, en donde, desde el mismo día del choque la embarcación en la que se iban a ir a recorrer el mundo los estudiantes de La Academia Naval "Antón Lizardo" con el Puente de Brooklyn, ya habían docenas de ciudadanos acompañándolos, y quienes, a decir del tío Rodolfo, cuando supieron de su arribo, "han de haber gritado, porque tan pronto nos escucharon", acudieron pronto y siguen" ahí, aquí y allá, a su lado, por lo que la marcha fue también para darles las gracias.