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Día nacional de los IDIOMAS ORIGINARIOS, 27 de mayo

Ollantay Itzamná

PERÚ

Póster. Día nacional de los idiomas originarios. Perú

El 27 de mayo, Perú celebra el Día Nacional de los Idiomas Originarios, una fecha que debería invitarnos a una profunda reflexión sobre la rica diversidad lingüística del país, pero también sobre las profundas deudas históricas y sociales que aún persisten. Con más de 48 idiomas originarias vivas, además del castellano, Perú es una nación plurilingüe y multicultural, un tesoro que a menudo ha sido ignorado y, peor aún, oprimido.

La realidad demográfica de las comunidades hablantes de estos idiomas es compleja. Mientras algunos idiomas como el quechua y el aimara mantienen un número significativo de hablantes, muchas otras están en riesgo de desaparición, con poblaciones de usuarios cada vez más reducidas. Esta vulnerabilidad lingüística se entrelaza con una situación socioeconómica y cultural precaria para la mayoría de estas comunidades. Históricamente marginadas, a menudo carecen de acceso a servicios básicos, oportunidades educativas y laborales equitativas, perpetuando un ciclo de pobreza y exclusión.

Lamentablemente, el racismo estructural e institucionalizado ha sido una constante. Desde el propio Estado, se han diseñado políticas y prácticas que, consciente o inconscientemente, han discriminado a las personas por hablar sus lenguas maternas. El sistema educativo, la administración pública y los medios de comunicación han operado mayoritariamente en castellano, relegando los idiomas originarios a un segundo plano o incluso a la invisibilidad. Esta marginación no es solo lingüística; es un reflejo de un racismo folclórico profundamente arraigado en la sociedad peruana, especialmente en la cultura limeña, que tiende a exotizar lo indígena sin realmente aceptar su plena ciudadanía y diversidad. Se aplauden las danzas y los trajes típicos, pero se discrimina a la persona que los porta si no habla castellano o si su acento revela su origen.

Los desafíos para el «Perú oficial» y la cultura limeña son inmensos. Superar este racismo folclórico implica ir más allá de la mera celebración simbólica de los idiomas. Requiere una aceptación genuina y activa de la realidad multicultural del país, promoviendo políticas lingüísticas inclusivas en todos los ámbitos, desde la educación bilingüe intercultural real y efectiva hasta la atención en servicios públicos en lenguas originarias. Es fundamental desmantelar los prejuicios y estereotipos que aún persisten, y reconocer que la diversidad lingüística no es un obstáculo, sino una fuente de riqueza y conocimiento que fortalece la identidad nacional.

El Día Nacional de los Idiomas Originarios debe ser un día de compromiso y acción, no solo de conmemoración. Es hora de que el Perú asuma su pluriculturalidad no como una carga, sino como el cimiento de una sociedad más justa, equitativa y verdaderamente inclusiva.





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