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El desarme de las palabras en el periodismo, llamado de Le贸n XIV

 COMENTARIO A TIEMPO

Por Teodoro Renter铆a Arr贸yave


 

Desde luego que coincidimos con el flamante Papa Le贸n XIV cuando llama a los periodistas a “desarmar las palabras” con el compromiso t谩cito de combatir el fanatismo y el odio, es decir la polarizaci贸n ideol贸gica y nos anima a “no ceder nunca a la mediocridad”.


El Papa Le贸n XIV con periodistas


 

Luego, en su primera audiencia p煤blica Robert Prevost Mart铆nez , insiste en que “Necesitamos una comunicaci贸n capaz de escuchar y recoger las voces de los que no la tienen”.

 

Si partimos de que la comunicaci贸n es el todo y el periodismo es parte de ella, porque un periodismo que no analiza no es periodismo, concluimos en lo que ha sido nuestra 茅gida en la profesi贸n, por no decir que nuestra doctrina: el periodismo es un servicio a la o las sociedades todas, en otras palabras, en nuestro conglomerado, el que no entienda, o no cumpla con la encomienda de que, el periodismo es un servicio a la sociedad, nada tiene que hacer en nuestro gremio, est谩 excluido.   

 

Tomo de diferentes fuentes, puesto que dicha informaci贸n en pocos segundos o si se quiere en escasos minutos recorri贸 el mundo. Exacto en el D铆a del Comunic贸logo, esta primera audiencia p煤blica de Le贸n XIV, ha sido para los periodistas acreditados en el Vaticano, tanto a los habituales como a los que han llegado a Roma estos d铆as de C贸nclave y de elecci贸n del nuevo Pont铆fice, acto muy significativo que inico贸 el papa Francisco.

 

Ya hab铆amos apuntado en nuestro comentario que titulamos: “Habemus Papam”, que a Prevost lo ubicaban como moderado, aunque afirmamos que muy cercano a su antecesor, apenas dos a帽os antes Francisco lo elev贸 al cardenalato.

 

El nuevo pont铆fice ha demostrado que su primera tarea es la de aplacar la polarizaci贸n, tanto en la Iglesia como en las sociedades y en el mundo entero, por ello mismo, en esa misma l铆nea se ha lanzada contra la crispaci贸n en los medios, que a veces usan lenguajes “ideol贸gicos o facciosos”.

 

“Desarmemos la comunicaci贸n de todo prejuicio, resentimiento, fanatismo y odio, purifiqu茅mosla de la agresividad. No necesitamos una comunicaci贸n atronadora y muscular, sino una comunicaci贸n capaz de escuchar, de recoger la voz de los d茅biles que no tienen voz. Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar la Tierra”, ha encomendado el Papa a los mensajeros.

 

En forma especial Le贸n XIV se refiri贸 a la responsabilidad personal de cada periodista para sacar a la sociedad de la “Torre de Babel” en la que a veces se convierte la comunicaci贸n, “debemos decir no a la guerra de palabras e im谩genes”, y tuvo un recuerdo para los reporteros encarcelados en distintos pa铆ses del mundo “por intentar decir la verdad”. “La Iglesia reconoce en estos testigos, pienso en quienes informan sobre la guerra incluso a costa de su vida, la valent铆a de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a estar informados, porque solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”, Afirm贸.

 

La reflexi贸n del Papa sobre la deontolog铆a del periodista, nos dice La Vanguadr矛a, tuvo frases incisivas. Parti贸 de la necesidad de buscar la paz desde el propio trabajo, con el “compromiso de impulsar una comunicaci贸n diferente, que no busque el consenso a toda costa, que no se vista de palabras agresivas, que no se adhiera al modelo de la competici贸n”.

 

“Vivimos tiempos dif铆ciles de afrontar y de relatar, que representan un desaf铆o para todos y del que no debemos escapar. Al contrario: nos exigen a cada uno, en nuestros diferentes roles y servicios, no ceder nunca a la mediocridad”. En ese sentido, record贸 a los reporteros: “Las palabras que usan y el estilo que adoptan son importantes”. “La comunicaci贸n, de hecho, no es solo la transmisi贸n de informaci贸n, sino la creaci贸n de una cultura, de entornos humanos”, se帽al贸.

 

Va de historia reciente, Robert Prevost conoce bien el papel de los medios: en Per煤 ha sido decisivo para que prosperara la investigaci贸n del esc谩ndalo de pederastia y abusos sexuales del “Sodalicio”, grupo ultracat贸lico con rasgos de secta disuelto por Francisco el pasado enero.

 

El futuro Le贸n XIV estaba al frente de la comisi贸n para v铆ctimas de la Conferencia Episcopal Peruana, y no solo acompa帽贸 a afectados, sino que ayud贸 a los periodistas que destaparon el esc谩ndalo en 2015, Paola Ugaz y Pedro Salinas, acosados por una persecuci贸n medi谩tica y judicial en su pa铆s.

 

Les facilit贸 audiencias personales con Francisco para informarle de primera mano, algo que cambi贸 todo porque el Papa argentino tom贸 las riendas del asunto. De hecho, la campa帽a de desprestigio contra Prevost en los d铆as previos al c贸nclave, con acusaciones de presunto encubrimiento de denuncias de abusos, proven铆a del mundo medi谩tico af铆n al “Sodalicio”.

 

Ugaz estaba en el auditorio regal贸 al Papa una chalina andina, que Le贸n XIV se coloc贸 sobre los hombros. Ha sido el primer momento de contacto con el p煤blico en que accede a un gesto de este tipo. Es una prenda de lana de alpaca tejida a mano por mujeres de comunidades campesinas de los Andes, seg煤n explic贸 luego la reportera.

 

“Me dijo que esperemos pronto noticias sobre 茅l en Per煤 y me reiter贸 la solidaridad a los periodistas”. Su compa帽ero Pedro Salinas no estaba presente, precisamente, porque ha tenido que irse de Roma para asistir al  juicio donde piden sentenciarlo a 11 a帽os y medio de c谩rcel por acusaciones surgidas tras las informaciones publicadas.

 

Por el contrario, cuando periodistas de Estados Unidos han preguntado al Papa si volver铆a pronto a su pa铆s natal, 茅l ha respondido: “Pronto, no”.

 

El acto de este lunes con la prensa ha tenido lugar en el gran auditorio Pablo VI que est谩 dentro de los muros del peque帽o Estado, y un grupo de periodistas, elegidos por sorteo, ha podido despu茅s saludar al Papa.

 

Y recu茅rdese, el papa Le贸n XIV, elegido el jueves, tiene un historial de cr铆ticas a las pol铆ticas de Donald Trump y del vicepresidente JD Vance, seg煤n publicaciones en la cuenta en X de Robert Prevost, su nombre antes de ascender a la cabeza de la Iglesia cat贸lica. Trump y Vance apostaban por otro purpurado estadounidense para asumir el trono de San Pedro su era Raymond Burke, cardenal nacido en Wisconsin y fallaron.





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