Ir al contenido principal

La Rosa de Damasco florece en Omán: Símbolo cultural y motor turístico en Jabal Al-Akhdar


La Rosa de Damasco goza de una especial reverencia entre la población omaní, que la ha bautizado como “Al-Muhammadi” en honor al profeta Mahoma, debido a su exquisito y natural perfume. Esta flor milenaria, con sus vibrantes colores y cautivadora fragancia, ocupa un lugar destacado en el corazón de los habitantes locales.
La temporada de floración y cosecha se extiende anualmente desde marzo hasta finales de abril. Durante este periodo, el aire de la montaña se impregna con el característico aroma de las rosas, cultivadas en aproximadamente 4.000 arbustos distribuidos principalmente en las aldeas empinadas de Al-Aqar, Al-Ain, Sayq y Al-Sharijah

Damasco, 18 may (SANA)   La Rosa de Damasco, conocida mundialmente por ser la “embajadora de paz” de Siria, florece con particular esplendor en Jabal Al-Akhdar (Monte Verde) en el Sultanato de Omán. Este fenómeno natural no solo realza la belleza de uno de los destinos más visitados por turistas y locales, sino que también constituye un importante pilar cultural y económico para la región.

Ubicado en la gobernación de Al Dakhiliyah, a unos 250 kilómetros de Mascate, la capital, Jabal Al-Akhdar es un lugar de gran belleza natural y serenidad, famoso por sus extensos campos de esta aromática flor.

La Rosa de Damasco goza de una especial reverencia entre la población omaní, que la ha bautizado como “Al-Muhammadi” en honor al profeta Mahoma, debido a su exquisito y natural perfume. Esta flor milenaria, con sus vibrantes colores y cautivadora fragancia, ocupa un lugar destacado en el corazón de los habitantes locales.

La temporada de floración y cosecha se extiende anualmente desde marzo hasta finales de abril. Durante este periodo, el aire de la montaña se impregna con el característico aroma de las rosas, cultivadas en aproximadamente 4.000 arbustos distribuidos principalmente en las aldeas empinadas de Al-Aqar, Al-Ain, Sayq y Al-Sharijah.

La recolección, una labor que a menudo recae en los ancianos de las aldeas y que se extiende desde la mañana hasta la tarde, se realiza de forma tradicional. Las delicadas flores recién cortadas se transportan a los centros de destilación, que suelen estar ubicados en las grandes casas de los agricultores. Una imagen emblemática es la de los recolectores llevando las rosas envueltas en pañuelos o telas sobre sus cabezas.

Las rosas de Jabal Al-Akhdar son altamente valoradas y se utilizan en una amplia variedad de productos, desde perfumes y esencias para alimentos hasta tratamientos herbales. Su cultivo y procesamiento no solo generan ingresos locales, sino que también atraen a un considerable número de turistas interesados en conocer de cerca este proceso tradicional y adquirir productos derivados.

Empresas turísticas, a menudo ligadas a la industria de los perfumes, organizan recorridos que ofrecen a los visitantes una experiencia inmersiva. Estos tours incluyen, generalmente, caminatas por los campos, la oportunidad (a veces) de participar en la recolección, visitas a las destilerías locales y paseos por aldeas antiguas como Al-Aqar, donde la renovación de edificios históricos ha dado lugar a casas de huéspedes, cafeterías y museos.

De esta manera, la Rosa de Damasco en Jabal Al-Akhdar es mucho más que una flor; es un vínculo cultural entre Siria y Omán, un motor económico que sustenta a las comunidades locales y una atracción turística que celebra la tradición, la belleza natural y el valioso patrimonio de la región.

Por Watfeh Salloum

ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de España bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible