Más de 3,5 millones de trabajadoras y trabajadores potencialmente afectados por el devastador terremoto de Myanmar

Un nuevo informe de la OIT revela que más de 3,5 millones de trabajadoras y trabajadores empleados en la zona afectada por el terremoto de magnitud 7,7 en Myanmar se enfrentan a pérdidas potenciales de ingresos de 36,8 millones de dólares al día. Pide ayuda urgente para restablecer los puestos de trabajo y los medios de subsistencia.

Destrucción por causa del terremoto en Myanmar

YANGON (OIT Noticias) – Un nuevo informe de la OIT arroja luz sobre el devastador impacto del reciente terremoto en los trabajadores de Myanmar. El seísmo, de 7,7 grados de magnitud, sacudió el centro de Myanmar y tuvo su epicentro cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país. Antes del seísmo, Mandalay ya había experimentado el mayor aumento de las tasas de pobreza, probablemente debido al descenso de la producción industrial y a la menor participación de la población activa.

El informe utiliza datos satelitales combinados con datos de encuestas de población activa para ofrecer una instantánea preliminar de la situación en la zona afectada. Este enfoque innovador proporciona información oportuna sobre el impacto potencial en los medios de subsistencia y pretende orientar tanto la respuesta de emergencia como el apoyo a medio plazo para ayudar a los trabajadores a recuperar su posición en el mercado laboral.

La investigación de la OIT estima que más de 3,5 millones de trabajadores estaban empleados en la zona directamente afectada por el terremoto. Esto representa una pérdida potencial de ingresos de 36,8 millones de dólares al día (equivalente a una pérdida de ingresos de 9.600 millones de dólares al año) si estos trabajadores no pueden trabajar o encontrar un empleo de calidad en otro lugar.

A la luz de esta situación, el informe pide medidas inmediatas para apoyar el restablecimiento de los medios de subsistencia. Myanmar no cuenta con un sistema nacional de protección social, por lo que se necesita urgentemente ayuda humanitaria de emergencia en efectivo.

Además, deben fomentarse medidas de promoción del empleo -en particular programas centrados en la retirada de escombros y la reconstrucción- respetando los principios del trabajo decente. Estos programas deben dar prioridad a los más vulnerables, ser sensibles a los conflictos, trabajar a través de organizaciones de trabajadores y empleadores, e interactuar directamente con las partes interesadas de la comunidad.

Por último, los avances concretos en la aplicación de las recomendaciones de la Comisión de Encuesta de la OIT son fundamentales para una recuperación sostenible.