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Una nueva red monitoriza la salud de los árboles en los bosques checos

Un equipo científico checo desarrolla una nueva red de estaciones de monitoreo distribuida por varios áreas boscosas del país que facilitará a personal investigador, técnicos del estado y silvicultores supervisar la salud de los árboles en tiempo real, informa Radio Praga. Ahora la meta es expandir el sistema por toda Europa.

Desde 2016, una comunidad de científicos se haa dedicado a instalar sensores especiales en varios sitios del país. Hasta ahora han colocado con éxito 185 estaciones de monitoreo.

El corazón de cada estación está marcado por un poste metálico empotrado en el suelo, el propósito del cual es recolectar y transmitir información de una serie de sensores en su cercanía.

En la estación de Popovice, en Moravia, hay un sensor que mide el crecimiento de las plantas, un dendrómetro. Jan Krejza, del Instituto de Investigación del Cambio Global de la Academia de Ciencias Checa, explica un poco más sobre su funcionamiento.

“El dendrómetro nos muestra cómo el tronco pulsa mediante una banda metálica que lo rodea. Durante el día, el tronco se contrae principalmente por la evaporación del agua de las hojas, y por el contrario, durante la noche, el agua se repone y se forman las células de la madera”.

El dendrómetro mide movimientos diminutos con una precisión de hasta una milésima de milímetro, y esto les da a los investigadores una idea de la condición del árbol. A su vez, los investigadores también monitorizan la humedad en el aire, las temperaturas, y la luz del sol y, adicionalmente, toman muestras de los árboles para examinarlas en un laboratorio.

Después, toda la información recolectada se transcribe a un sistema conocido como DendroNetwork. Tomáš Rebok, del Instituto de Ciencias Computacionales de la Universidad Masaryk de Brno explica lo que son los puntos negros en el mapa.

“Los puntos negros, que son 185, representan cada una de las estaciones, que nos envían datos dos veces al día, los cuales luego procesamos en nuestros servidores”.

Los puntos revelan el estado de los espacios, por ejemplo, si la flora está recibiendo suficiente agua o que tan rápido está creciendo. Otro de los mapas, este con un código de colores, muestra las condiciones de áreas forestales enteras. Los colores representan el estado de múltiples factores ambientales, explica Rebok.

“El azul normalmente indica un estado sin problemas, mientras que el rojo señala un valor crítico que debe ser atendido. Los datos se almacenan para que también podamos observar la tendencia a largo plazo”.

Krejza explica que la red de monitoreo está diseñada para el uso de silvicultores y agencias gubernamentales principalmente. La ventaja de este sistema es su velocidad y precisión al recolectar información, algo que hace cada media hora.

“Mientras que los métodos tradicionales de recolección de este tipo de datos se realizaban en intervalos de 5 a 10 años, una persona tenía que venir y medir manualmente el árbol o evaluar visualmente su estado”.

Según algunos científicos, la red es lo suficientemente densa como para monitorear los bosques de toda Chequia efectivamente. Ahora el siguiente paso será colaborar con grupos internacionales para expandir la red de monitoreo al resto de Europa.

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