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Fotograf铆a del 31 de mayo de 2025 cedida por el colectivo chileno Casagrande, del 'bombardeo de poemas', en Plaza Mayor en Madrid (Espa帽a). . EFE/ Colectivo Casagrande |
Por Meritxell Freixas | Santiago de Chile (EFE).- Lanzar miles de poemas desde un helic贸ptero sobre ciudades que han sido bombardeadas es el emblem谩tico proyecto que el colectivo chileno Casagrande exporta desde hace m谩s de dos d茅cadas a una decena de capitales del mundo y que justo acaba de exhibir en Rotterdam, Pa铆ses Bajos.
Estrenado en Santiago, once a帽os despu茅s del fin de la dictadura, el espect谩culo combina poes铆a, arte y memoria hist贸rica en una performance, para muchos, “imposible de olvidar”.
“La gente empez贸 a saltar, a correr, a abrazarse, a subirse unos encima de otros o arriba de los 谩rboles porque todo el mundo quer铆a alcanzar la mayor cantidad posible de versos”, recuerda a EFE Lila D铆az que presenci贸 el ´bombardeo de poemas´ del 23 de marzo de 2001 en la Plaza de la Constituci贸n de la capital, frente al palacio de La Moneda.

Memoria hist贸rica en versos lanzados
Era la primera vez que un helic贸ptero sobrevolaba el espacio a茅reo del palacio de gobierno despu茅s del ataque ordenado en 1973 por Augusto Pinochet (1973-1990), que derroc贸 al gobierno socialista de Salvador Allende. Sin embargo, lo que esta vez ca铆a del cielo no eran bombas: eran 100.000 poemas escritos en marca de p谩ginas de libro.
“El p煤blico era como ni帽os felices recogi茅ndolos del suelo –recuerda D铆az–, ley茅ndolos, mir谩ndolos, guard谩ndolos e intercambi谩ndolos”.
Detr谩s de Casablanca est谩n los artistas chilenos Julio Carrasco, Joaqu铆n Prieto y Crist贸bal Bianchi, un grupo forjado en los a帽os universitarios y que comparte el amor por la poes铆a y las heridas de la dictadura.
“Esa noche descubrimos que el cielo se transforma en un espacio de recuerdo con la belleza de poemas cayendo mientras la luz de la ciudad los ilumina, como si fueran estrellas”, rememora Bianchi a EFE.

“Resignificar” los lugares bombardeados
Las intervenciones de Casablanca giran en torno a los conflictos contempor谩neos y el pasado reciente y buscan, dice Crist贸bal Bianchi, “resignificar” los lugares que fueron devastados, “restituir la destrucci贸n” y “construir un mundo dentro de otro”.
Desde la misma plaza donde 24 a帽os antes arrojaron miles de poemas, Julio Carrasco recalca hoy a EFE que estos actos “son de un profundo simbolismo” porque “afectan el 谩nimo y las emociones” de comunidades enteras. “Son –dice– como las corrientes marinas: invisibles a simple vista, pero capaces de cambiar el clima de los continentes”.
Para los tres, nacidos el a帽o del golpe de Estado de Pinochet, la dictadura y el silencio de la transici贸n fueron “la motivaci贸n para actuar”.
“La imagen de La Moneda en llamas es el s铆mbolo de un gran trauma generacional que llevamos dentro”, apunta Carrasco.
“Llevar esta experiencia al mundo”.