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La condici贸n y naturaleza humana en el pensamiento de Hanna Arendt

 Por Leticia Gonz谩lez Escalona

«La acci贸n es la 煤nica facultad humana de hacer milagros.» Hannah Arendt

Hace tiempo en la b煤squeda de referentes femeninos en la filosof铆a occidental encontr茅 a Hannah Arendt, fil贸sofa y te贸rica pol铆tica (1906-1975), alemana por nacimiento y naturalizada estadounidense, hoy es ampliamente conocida por su vasta obra y legado en cuanto a temas relacionados con la violencia, el totalitarismo, la pol铆tica, el autoritarismo, el mal, la libertad, la revoluci贸n y por supuesto la condici贸n humana. Su an谩lisis tan profundo y exhaustivo sobre el tema del holocausto, expone las circunstancias que llevan a “ciudadanos honorables” a cometer atrocidades (1). Siendo ella jud铆a, tuvo que huir de los nazis y de un campo de concentraci贸n en Francia durante la segunda guerra mundial.

M谩s all谩 de la influencia de Martin Heidegger, Husserl, y Jaspers quienes fueron sus mentores en su formaci贸n acad茅mica, Hannah Arendt es una pensadora de la posmodernidad por su narrativa atemporal que cuestiona toda verdad inmutable de los hechos con una perspectiva no lineal, al igual que Zygmunt Bauman (la sociedad l铆quida); como Theodor Adorno tambi茅n abord贸 el tema del totalitarismo y como Gilles Lipovetsky (La era del vac铆o 2002) aborda el tema de cuerpo, el miedo a envejecer y el imperio de lo ef铆mero, en Arendt la preocupaci贸n humana en lograr la longevidad m谩s all谩 de los cien a帽os. Sin embargo, la visi贸n posmoderna -m谩s bien pesimista- de la sociedad contempor谩nea, muestra una narrativa deshumanizada de las masas, como Sartre, Arendt pone de relieve la existencia y la libertad mientras que otros, como Ortega y Gasset, define la 茅poca actual como la “茅poca del alma desilusionada” pero dando
se帽ales de esperanza hacia una sociedad m谩s justa y humana.

Arendt desarroll贸 adem谩s el concepto de vita activa (vida activa) en su obra La condici贸n humana (2), publicada en 1958. En ella, analiz贸 c贸mo se han entendido las actividades humanas a lo largo de la historia occidental.

El hipot茅tico debate entre Hannah Arendt y J眉rgen Habermas
Todo lo anterior, sirva de pretexto para entablar un debate hipot茅tico entre Hannah Arendt y J眉rgen Habermas quien naci贸 en 1929 y fue un destacado miembro de la Escuela de Frankfurt quien expuso que la 茅tica del discurso establece que las normas morales v谩lidas deben ser el resultado de un acuerdo racional alcanzado en un proceso comunicativo, donde todos los participantes puedan expresar sus opiniones y argumentar.

Descripci贸n del tema
Ideas principales del Libro La condici贸n humana (autora: Hannah Arendt)

  • Los seres humanos somos seres condicionados.
  • La condici贸n humana no es lo mismo que la naturaleza humana.
  • La vita activa se compone de «trabajo», «labor» y «acci贸n».
  • Arendt defendi贸 los ideales cl谩sicos del trabajo, la ciudadan铆a y la acci贸n pol铆tica.
  • Arendt critic贸 que el debate haya relativizado la vita activa y la vita contemplativa (vida contemplativa).
  • Arendt present贸 una visi贸n principalmente negativa respecto de lo social.
  • Arendt consideraba que el nacimiento empieza la capacidad del hombre de realizar un nuevo comienzo.

La condici贸n humana abarca m谩s que las condiciones bajo las que se ha dado la vida al hombre. Los hombres son seres condicionados, ya que todas las cosas con las que entran en contacto se convierten de inmediato en una condici贸n de su existencia […] la condici贸n humana no es lo mismo que la naturaleza humana, y la suma total de actividades y capacidades que corresponden a la condici贸n humana no constituye nada semejante a la naturaleza humana (Arendt, 2016: p. 23 y 24). En este sentido rompe con los determinismos filos贸ficos e ideol贸gicos de la 茅poca. M谩s cercana al existencialismo y a la posmodernidad cuestiona el t茅rmino naturaleza humana.

Discurso de Afirmaci贸n
La Condici贸n humana no es natural.
Objetivo: Demostrar que la condici贸n humana no es lo mismo que la naturaleza humana, y la suma total de actividades y capacidades que corresponden a la condici贸n humana no constituye nada semejante a la naturaleza humana.
Afirmaci贸n: La Condici贸n humana no es natural.
[Al igual que Hanna Arendt me es insuficiente la definici贸n de la condici贸n humana sin el contexto en el cual se inscribe la existencia humana].

Argumentaci贸n con Evidencias Demostrables
En el Pr贸logo de La condici贸n humana Hannah Arendth dice que: “Desde hace alg煤n tiempo, los esfuerzos de numerosos cient铆ficos se est谩n encaminando a producir vida tambi茅n «artificial», a cortar el 煤ltimo lazo que sit煤a al hombre entre los hijos de la naturaleza. El mismo deseo de escapar de la prisi贸n de la Tierra se manifiesta en el intento de crear vida en el tubo de ensayo, de mezclar «plasma de germen congelado perteneciente a personas de demostrada habilidad con el microscopio a fin de producir seres humanos superiores», y de «alterar [su] tama帽o, aspecto y funci贸n»; y sospecho que dicho deseo de escapar de la condici贸n humana subraya tambi茅n la esperanza de prolongar la vida humana m谩s all谩 del l铆mite de los cien a帽os.” (Arendt 1958 p.16) (3)

La concepci贸n de ser humano en Silo y su paralelismo con Hannah Arendt
Encuentro una coincidente visi贸n sobre la llamada condici贸n humana de Arendt y la concepci贸n humanista de Mario Rodr铆guez Cobos, pensador Argentino (1938) mejor conocido por su seud贸nimo como Silo, quien funda en 1969 una corriente de pensamiento y acci贸n conocido como el Movimiento Humanista o Nuevo Humanismo en Latinoam茅rica y luego se expande a otras latitudes de Europa, 脕frica y Asia, quien define al ser humano no por su sociabilidad, ni por su biolog铆a o naturaleza: “Al mismo tiempo no podr铆amos definir al ser humano por su sociabilidad ya que esto no nos distingue de numerosas especies; tampoco por su fuerza de trabajo, [aunque Arendt hace alusi贸n al trabajo, avizora la desaparici贸n del mismo] ya que si nos comparamos con otras especies animales tambi茅n dan muestras de fuerza de trabajo; ni siquiera el lenguaje define lo humano, porque sabemos de c贸digos y formas de comunicaci贸n entre diversas especies de animales. En cambio, al encontrarnos cada nuevo ser humano con un mundo modificado por otros y ser constituido por ese mundo intencionado, descubrimos su capacidad de acumulaci贸n e incorporaci贸n a lo temporal, el tiempo se externaliza, la consciencia se expande y el ser humano aprende a medir el tiempo, adem谩s sabe que hay un tiempo finito de vida, acumula memoria hist贸rica a diferencia de los animales, descubrimos su dimensi贸n hist贸rico-social, su horizonte temporal y cultural, no simplemente social”. (4)

Evidencias basadas en los hechos
Las evidencias est谩n dadas en los hechos: “verdades de hechos no de opiniones” (Arendt 1964) que refutan la idea de la naturaleza humana y que encuentro como la comprobaci贸n de que la condici贸n humana no es lo mismo que naturaleza humana, y que dichas evidencias brillantemente expuestas, las he encontrado en el libro Cartas a mis amigos de Rodr铆guez Cobos, puntualmente en la Cuarta Carta a mis amigos  en el cap铆tulo apertura social e hist贸rica del ser humano, donde expone lo siguiente: “Si admitimos lo anterior, habremos de aceptar que ese ser [humano] puede transformar intencionalmente su constituci贸n f铆sica. Y as铆 est谩 ocurriendo. Comenz贸 con la utilizaci贸n de instrumentos que puestos adelante de su cuerpo como pr贸tesis” externas le permitieron alargar su mano, perfeccionar sus sentidos y aumentar su fuerza y calidad de trabajo. Naturalmente no estaba dotado para los medios l铆quido y a茅reo y sin embargo
cre贸 condiciones para desplazarse en ellos, hasta comenzar a emigrar de su medio natural, el planeta Tierra. Hoy, adem谩s, est谩 intern谩ndose en su propio cuerpo cambiando sus 贸rganos; interviniendo en su qu铆mica cerebral; fecundando in vitro y manipulando sus genes. Si con la idea de “naturaleza” se ha querido se帽alar lo permanente, tal idea es hoy inadecuada a煤n si se la quiere aplicar a lo m谩s objetal del ser humano es decir, a su cuerpo” (Silo 1991) (5)

A lo largo de La condici贸n humana, Arendt utiliza el concepto de cuerpo asociado a las tres actividades que conforman la noci贸n de vita activa. Estas actividades configuran la complejidad de lo humano s贸lo en parte, puesto que la condici贸n humana tambi茅n se define a partir del ejercicio de la contemplaci贸n. Este ejercicio propiamente humano vinculado a la reflexi贸n, com煤nmente denominado por la tradici贸n occidental como contemplaci贸n o vida contemplativa, implicar铆a seg煤n Arendt el pensamiento, la voluntad y el juicio. “Tradicionalmente, por lo tanto, la expresi贸n vita activa toma su significado de la vita contemplativa; su muy limitada dignidad se le concede debido a que sirve las necesidades y exigencias de la contemplaci贸n en un cuerpo vivo” (Arendt 2014, p. 28). (6) “Con la expresi贸n vita activa me propongo designar tres actividades fundamentales: labor, trabajo y acci贸n. Son fundamentales porque cada una corresponde a una de las condiciones b谩sicas bajo las que se ha dado al hombre la vida en la tierra. Labor es la actividad correspondiente al proceso biol贸gico del cuerpo humano, cuyo espont谩neo crecimiento, metabolismo y decadencia final est谩n ligados a las necesidades vitales producidas y alimentadas por la labor en el proceso de la vida. La condici贸n humana de la labor es la misma vida. Trabajo es la actividad que corresponde a lo no natural de la exigencia del hombre, que no est谩 inmerso en el constantemente-repetido ciclo vital de la especie, ni cuya mortalidad queda compensada por dicho ciclo. El trabajo proporciona un «artificial» mundo de cosas, claramente distintas de todas las circunstancias naturales. Dentro de sus l铆mites se alberga cada una de las vidas individuales, mientras que este mundo sobrevive y trasciende a todas ellas. La condici贸n humana del trabajo es la mundanidad”. (Arendt 1958 p.20) (7)

M谩s adelante avizora el momento en que el ser humano sea liberado del trabajo: “La sociedad de trabajadores que est谩 a punto de ser liberada de las trabas del trabajo, y dicha sociedad desconoce esas otras actividades m谩s elevadas y significativas por cuyas causas merecer铆a ganarse esa libertad”. (8) [Adelantada en su an谩lisis pareciera que lo que expresa su pensamiento suena tan actual a la distancia en pleno siglo XXI]: “Pero pudiera ser que nosotros, criaturas atadas a la Tierra que hemos comenzado a actuar como si fu茅ramos habitantes del universo, seamos incapaces de entender, esto es, de pensar y hablar sobre las cosas que, no obstante, podemos hacer. En este caso, ser铆a como si nuestro cerebro, que constituye la condici贸n f铆sica, material, de nuestros pensamientos, no pudiera seguir lo que realizamos, y en adelante necesit谩ramos m谩quinas artificiales para elaborar nuestro pensamiento y habla. Si sucediera que
conocimiento en el moderno sentido de know-how y pensamiento se separasen definitivamente, nos convertir铆amos en impotentes esclavos no tanto de nuestras m谩quinas como de nuestros know-how, irreflexivas criaturas a merced de cualquier artefacto t茅cnicamente posible, por muy mort铆fero que fuera”. (Arendt 1958 p.16) (9)

M谩s pr贸ximo y quiz谩s igualmente decisivo es otro hecho no menos amenazador: el advenimiento de la automatizaci贸n, que probablemente en pocas d茅cadas vaciar谩 las f谩bricas y liberar谩 a la humanidad de su m谩s antigua y natural carga, la del trabajo y la servidumbre a la necesidad. Tambi茅n aqu铆 est谩 en peligro un aspecto fundamental de la condici贸n humana, pero la rebeli贸n contra ella, el deseo de liberarse de la «fatiga y molestia», no es moderna sino antigua como la historia registrada. La liberaci贸n del trabajo en s铆 no es nueva; en otro tiempo se cont贸 entre los privilegios m谩s firmemente asentados de unos pocos. En este caso, parece como si el progreso cient铆fico y el desarrollo t茅cnico s贸lo hubieran sacado partido para lograr algo que fue un sue帽o de otros tiempos, incapaces de hacerlo realidad. (Arendt 1958 p.17) (10)

En la narrativa de Arendt subyace un cambio radical sobre la actividad humana: “La Edad Moderna trajo consigo la glorificaci贸n te贸rica del trabajo, cuya consecuencia ha sido la transformaci贸n de toda la sociedad en una sociedad de trabajo y que parad贸jicamente se trata de una sociedad de trabajadores que est谩 a punto de ser liberada de las trabas del trabajo, y dicha sociedad desconoce esas otras actividades m谩s elevadas y significativas por cuyas causas merecer铆a ganarse esa libertad. Dentro de esta sociedad, que es igualitaria porque 茅sa es la manera de hacer que los hombres vivan juntos, no quedan clases, ninguna aristocracia de naturaleza pol铆tica o espiritual a partir de la que pudiera iniciarse de nuevo una restauraci贸n de las otras capacidades del hombre”. (Arendt 1958 p.18) (11)

Discurso de refutaci贸n.
Objetivo: Contraponer la postura de Hanna Arendt frente a la postura determinista de Habermas sobre la condici贸n humana y la naturaleza humana.
Las diversas corrientes de pensamiento filos贸fico han permitido la conformaci贸n de movimientos filos贸ficos como el C铆rculo de Viena y la Escuela de Frankfurt a esta Escuela de pensamiento pertenece J眉rgen Habermas quien es uno de muchos cr铆ticos de Hannah Arendt: considera que sus distinciones conceptuales son excesivamente radicales, anacr贸nicas, ut贸picas, etc. 1 (Habermas 1983: 178) (12)

El cuerpo que poseemos nos es dado por la naturaleza, no por otros, no por nosotros mismos. Esta naturaleza interna, al darnos el cuerpo, nos otorga al mismo tiempo nuestra condici贸n humana. El proceso contingente aludido es, para Habermas, un “presupuesto necesario para el poder ser s铆 mismo” (Habermas, 2002, p谩g. 25). (13)
Con un criterio mas cercano al determinismo Habermas afirma que: “Simult谩neamente, con el cuerpo f铆sico se da un cuerpo social, conformado por el mundo cultural. Ser un ser humano nacido es tener estos dos cuerpos mencionados: un cuerpo f铆sico y un cuerpo que heredamos o que nos damos a nosotros mismos, culturalmente hablando. Ser 1 «Hannah Arendt: On the Concepto of Power (1976)», en Habermas, Philosophicalpolitical Profiles, trad. F.G. Lawrence, Cambridge, 1983, pp. 171-187. Op. Cit. humano es aceptar, tal cual, la contingencia de nuestra naturaleza corporal” (Habermas, 2002, p谩g. 25). (14)

Hannah Arendt

  • Considera que la condici贸n humana es ser un ser condicionado, es decir, que todo lo que el ser humano hace o le dan se convierte en una condici贸n de su existencia.
  • Cree que el ser humano es m谩s que su naturaleza biol贸gica, ya que existen otras condiciones que lo constituyen, como el lugar de nacimiento, la lengua, la pertenencia cultural, 茅tnica o
    religiosa.
  • Cree que los derechos humanos no son derechos naturales, sino que son el resultado de la acci贸n humana.
  • Cree que la dignidad humana requiere de una nueva garant铆a.

J眉rgen Habermas

  • Cree que el cuerpo que poseemos nos es dado por la naturaleza, y que esta naturaleza interna nos otorga nuestra condici贸n humana.
  • Cree que la naturaleza interna nos otorga al mismo tiempo nuestra condici贸n humana.
  • Considera que los derechos humanos se orientan a la institucionalizaci贸n y requieren un acto colectivo para formarse.

Habermas defiende la tesis que sostiene que siempre ha existido una conexi贸n interna entre la noci贸n moral de dignidad humana y la concepci贸n jur铆dica de los derechos humanos, aunque 茅sta s贸lo se haya manifestado de manera expl铆cita en el pasado reciente.

Algunos autores como Habermas reclaman a Hannah Arendt es que no posee ninguna referencia al Estado. En el mundo actual, lo pol铆tico de Arendt ser铆a una actividad excepcional, que raras veces se presenta, porque solamente en los m谩rgenes de la democracia representativa podr铆an darse tales condiciones de acci贸n. En este sentido Habermas refuta: «Un estado exonerado del manejo administrativo de los asuntos sociales, una pol铆tica libre de todos los problemas de pol铆tica social, una institucionalizaci贸n de la libertad p煤blica que es independiente de la organizaci贸n del bienestar, y la formaci贸n radicalmente democr谩tica de un consenso que pone un l铆mite a la represi贸n social -ello no es un camino concebible para sociedad moderna alguna” (15)

La preocupaci贸n por lo social, por las guerras, totalitarismo son pruebas de que Arendt se ocupaba con los modos mediante los cuales el hombre se comprende en el mundo y act煤a para transformarlo.
Finalmente Retomo a Rodr铆guez Cobos, [quien me parece un hilo conductor del pensamiento de Hannah Arendt, a pesar de que ni pudo coincidir en tiempo y espacio, pues aunque a ella no le diera tiempo de refutarle a Habermas en su cr铆tica hacia la condici贸n humana puesto que ella falleci贸 en 1975] si refuta a los defensores de la concepci贸n de la naturaleza humana: “Y en lo que hace a una “moral natural”, o a “instituciones naturales” encontramos, opuestamente, que en ese campo todo es hist贸rico-social y nada all铆 existe “por naturaleza”. Contigua a la concepci贸n de la naturaleza humana, ha estado operando otra que nos habl贸 de la pasividad de la conciencia. Esta ideolog铆a consider贸 al hombre como una entidad que obraba en respuesta a los est铆mulos del mundo natural, pero a diferencia de los animales el ser humano es capaz de diferir respuestas y de cambiar sus propios condicionamientos m谩s all谩 de su biol贸gica carga gen茅tica”. (16)

Como Arendt y Silo mi postura en contra el determinismo de Habermas cuya defensa del status quo, como reflejo de un Estado de naturaleza, me parece contrapuesta a la idea de la vita activa, que en esencia interpreto que se refiere a la consciencia activa a un modo en que la existencia humana se ubica en el mundo para transformarlo, raz贸n por lo cual la condici贸n humana no es natural.

 

Notas
(1) En 1961 en Israel, Eichmann acusado de conducir a miles de jud铆os al exterminio durante la segunda guerra mundial y que ante el tribunal declar贸 que solo cumpl铆a con su deber. Hannah
Arendt hab铆a sido enviada como corresponsal de la revista estadounidense The New Yorker. Este hecho fue el motivo para escribir el relato sobre el juicio y la personalidad de Eichman que luego fue condenado a la pena capital y que deriv贸 en un libro: Eichmann en Jerusal茅n, al que puso el subt铆tulo de Sobre la banalidad del mal.
(2) ARENDT Hannah. La condici贸n Humana. 1958 Editorial Paid贸s. Buenos Aires Argentina la-condicion-humana-hannah-arendt.pdf
(3) Ibid Pag. 15

(4) RODR脥GUEZ Cobos Mario Cartas a mis amigos  La apertura social e hist贸rica del ser humano. Plaza y Vald茅s. M茅xico 1991
(5) Ibid
(6 ) ARENDT Hannah. La condici贸n Humana. 1958 Editorial Paid贸s. Buenos Aires Argentina p. 28 ibid
(7) Ibid
(8 ) Ibid
(9) Ibid
(10) Ibid
(11) Ibid
(12) «Hannah Arendt: On the Concepto of Power (1976)», en Habermas, Philosophicalpolitical Profiles, trad. F.G. Lawrence, Cambridge, 1983, pp. 171-187 op. cit.
(13) Op. Cit
(14) Op. Cit
(15) Op. Cit
(16) RODR脥GUEZ Cobos Mario. Silo. Cartas a mis Amigos. Cuarta Carta a mis amigos  La apertura social e hist贸rica del ser humano. Plaza y Vald茅s. M茅xico 1991.

Fuentes de consulta
ARENDT Hannah. La condici贸n Humana. 1958 Editorial Paid贸s. Buenos Aires Argentina la-condicion-humana-hannah-arendt.pdf
ARENDT Hannah Eichmann en Jerusalen: un estudio sobre la banalidad del mal. 1999 Publicado por Editorial Lumen, S. A. Barcelona
Disponible en: https://drive.google.com/file/d/1MaoORl0u8qNjliuzpEC45YAyodP6mF9j/view
HABERMAS, Philosophicalpolitical Profiles, trad. F.G. Lawrence, Cambridge, 1983
RODR脥GUEZ Cobos Mario. Cartas a mis Amigos. Cuarta Carta a mis amigos  La apertura social e hist贸rica del ser humano. Plaza y Vald茅s. M茅xico 1991.

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