Madrid es escenario este domingo, 15 de junio, de la segunda edición de la Marcha Republicana, una movilización estatal que busca situar el debate sobre la forma de Estado en el centro de la agenda política y social. La convocatoria arranca a las 12h desde la plaza de Neptuno y, como en 2024, se plantea con un objetivo explícito: “Felipe de Borbón debe ser el último rey de España”.
La movilización, promovida por una red de grupos republicanos de todo el Estado y coordinada por el grupo motor del Encuentro Estatal por la República, tiene este año un contexto especialmente marcado por el rearme europeo y el aumento del gasto militar. “La monarquía representa el militarismo”, sostienen los convocantes, que vinculan el papel histórico de la institución con una lógica belicista incompatible con la democracia y la paz.
Este enfoque antimilitarista ha cobrado fuerza en los últimos meses. Los organizadores alertan del “incremento demencial de los presupuestos de Defensa” y reivindican el valor republicano de la paz frente a la “propagación de la apología de la guerra”. En sus palabras: “Ni un euro ni una vida para la guerra”.
El acto cuenta con el respaldo de una diversidad de organizaciones sociales, culturales y políticas. Este jueves, tres días antes de la marcha, representantes de Izquierda Unida, Sumar, Podemos, ERC, EH Bildu, BNG y el grupo motor de la manifestación han ofrecido un llamamiento conjunto en el Congreso.
El evento cuenta también conun componente logístico importante: al menos quince autobuses llegados desde distintas comunidades, sumados a los desplazamientos en tren y coche organizados por grupos locales.
Aunque la fecha de la protesta estaba registrada desde hace un mes, este año el Ayuntamiento y la Casa del Rey han contraprogramado con una carrera popular impulsada por la monarquía. Ambas actividades coinciden parcialmente en el recorrido, aunque desde Delegación del Gobierno aseguran que no habrá interferencias, ya que el evento deportivo comienza dos horas antes de la concentración republicana.
La jornada del domingo cierra con un acto político y simbólico. El actor Patxi Freytez y la periodista Laura Arroyo lson los encargados de leer un manifiesto en varias lenguas —incluyendo asturiano y aragonés— que pone sobre la mesa la denuncia de la “corrupción estructural” de la monarquía y el compromiso con un proyecto republicano de amplio calado social: feminista, antirracista, ecologista y defensor de los servicios públicos.
En palabras del manifiesto: “Cada mes de junio, hasta que los Borbones se vayan, saldremos a las calles”. La cita del 15 de junio no es, por tanto, un gesto aislado, sino un intento sostenido de crear una nueva tradición republicana, con su propia fecha de referencia —en torno al 19 de junio, día de la coronación—, que complemente al ya consolidado 14 de abril. La Marcha Republicana se inscribe en una estrategia de largo recorrido. En los últimos años, el movimiento ha celebrado consultas populares, encuentros de cargos públicos y asambleas de coordinación estatal. Todo con un objetivo común: abrir un proceso constituyente que ponga fin a la monarquía parlamentaria y siente las bases de una III República. Como dice el lema de este año: “Hasta que se vayan”.
Con información de MUNDO OBRERO