Radio Bulgaria.- El 20 de julio (según el nuevo calendario), la Iglesia Ortodoxa Búlgara honra al profeta Elías del Antiguo Testamento. Según la tradición popular, cuando Dios repartía el mundo, a San Elías le fueron concedidos “los truenos y los calores del verano”. Para proteger la cosecha, el santo recorre el cielo en un carro dorado, persiguiendo a la mítica lamia, ya que esta se alimenta del grano. Los relámpagos, según la creencia popular, son las llamas que brotan de las narices o de debajo de los cascos de sus caballos, o bien las flechas con las que intenta herir a la criatura maligna.
San Elías, cuando se enoja o se alegra, puede obrar milagros. Por ello, el pueblo búlgaro lo llama con apodos poderosos y expresivos, todos ellos relacionados con el trueno.
Considerado uno de los profetas más grandes de la Biblia, también es venerado como patrón de diversos oficios: curtidores, peleteros, herradores, tejeros y bomberos. En esta fecha se celebra no solo a quienes ejercen esos oficios, sino también a las personas que llevan su nombre: Elías, Iliyan, Iliyana, Ilinda, Ilka, Ilko, Ilcho, Lina y Linda.
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