La IV Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada esta semana en Sevilla, ha concluido con resultados decepcionantes. La cumbre ha sido una oportunidad perdida para impulsar un cambio sistémico real que beneficie a millones de personas, especialmente en el Sur Global, donde la crisis de la deuda sigue agravándose.
A pesar de los discursos sobre solidaridad que hemos escuchado en estos 4 días, los compromisos concretos no llegaron. Los países del Sur Global vuelven a casa sin respuestas ni soluciones frente a una crisis de deuda asfixiante, un sistema financiero global injusto y una falta crónica de financiación para servicios públicos básicos como salud, educación o protección social.
Arthur Larok, secretario general de ActionAid International, fue claro:
«Los países del Sur Global regresan a casa con las manos vacías, obligados a afrontar las devastadoras consecuencias de una crisis de deuda y un sistema financiero global injusto que condena a millones a servicios públicos deficientes. Mientras tanto, los gobiernos del Norte Global regresan a sus países sin asumir responsabilidades.”
Desde ActionAid insistimos: la falta de acción decidida sobre la condonación de la deuda y la reforma de la arquitectura financiera global está hipotecando el futuro de quienes más necesitan un cambio.
Un sistema que perpetúa la desigualdad
La arquitectura financiera internacional actual –centrada en las decisiones del Fondo Monetario Internacional y otras instituciones dominadas por los países del Norte– sigue reproduciendo lógicas coloniales y extractivistas. En lugar de facilitar el desarrollo, ahoga las posibilidades de inversión pública y autonomía económica de los países empobrecidos.
Roos Saalbrink, responsable global de Justicia Económica:
«El coste humano del sistema actual es inaceptable. La falta de medidas contundentes nos aleja de un mundo más justo y sostenible. Seguimos atrapados en unas reglas económicas obsoletas que profundizan las desigualdades.”
Las mujeres, las más afectadas por la crisis de deuda
La crisis de deuda tiene rostro de mujer. Son ellas quienes están absorbiendo los impactos con más trabajo no remunerado, empleos precarios, pérdida de medios de vida y una mayor exposición a la violencia de género.
Wangari Kinoti, responsable global de Derechos de las Mujeres:
«El silencio sobre las crisis de deuda y clima en Sevilla resuena con fuerza en todo el Sur Global. Las mujeres pagan el precio de este sistema injusto que agrava las desigualdades y perpetúa la pobreza.”
La crisis climática y la deuda: un círculo vicioso
El contexto climático tampoco fue abordado con la urgencia necesaria. Las negociaciones se dieron en medio de una ola de calor, mientras los países más afectados por el cambio climático siguen sin los recursos necesarios para responder.
Teresa Anderson, responsable global de Justicia Climática:
«La deuda impide que los países más vulnerables actúen frente a la crisis climática. Muchos se ven obligados a endeudarse aún más y a apostar por modelos destructivos, como la exportación de combustibles fósiles, para pagar sus deudas. Es urgente romper este ciclo.”
Desde ActionAid reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de un nuevo sistema económico global basado en la justicia social, climática y de género. Seguiremos luchando por la cancelación de la deuda, por un sistema financiero justo y por políticas que realmente pongan a las personas en el centro.