OPINI脫N
脕ngeles Sanmiguel
“No te deja el puto patriarcado, no te deja evolucionar, no te deja vivir con normalidad, no te deja tomar las decisiones que consideras que son mejor para tu hija como por ejemplo un viaje internacional de vacaciones para conocer lugares nuevos, sin ning煤n tipo de peligro, sin nada, totalmente l煤dico”. As铆 se sinceraba una joven madre divorciada v铆ctima de violencia de g茅nero. “Estas metida en una espiral en la que no puedes sacar la cabeza del tiesto, nada, nada, no puedes”. Aunque tiene la custodia exclusiva de la ni帽a y “este tipo es un delincuente condenado a c谩rcel”, aun as铆, “prevalece por encima de todo la opini贸n de un progenitor ausente” y maligno. “¡No!”. “La tierra para quien la trabaja”.
“Estoy muy indignada pr谩cticamente con todo el mundo, y evidentemente con este ser” el cual, obviamente, “ejerce violencia vicaria a trav茅s de mi hija”. “¿Que mi hija se queda sin viaje?”. “¡Ya viajar谩!”. “El no piensa en su bienestar, no”. “¿Que fastidia a la ni帽a?”. “Pues que se joda”. “As铆 jodo a la madre”. “Mi hija es un instrumento para joder a la madre”.
“En el convenio regulador (del divorcio) ya especifiqu茅, -porque sab铆a que si el maltratador me pod铆a fastidiar con algo de la ni帽a lo iba a hacer-, que el progenitor facilitar谩 la obtenci贸n del DNI y el pasaporte”. “¡Lo pone expl铆citamente en el convenio!”. Sab铆a que se “iba a encontrar con problemas” si depend铆a del victimario para cualquier tr谩mite. “Pero ¡claro!”. A la hora de la verdad, “¿c贸mo le quitas la opini贸n al progenitor?”. “¿C贸mo osas?”. “¡Ah! pero dar por culo y dejar a la ni帽a sin viaje, eso s铆 que lo puede hacer el progenitor, eso es perfectamente legal y leg铆timo hacerlo”. “Pero vamos a ver, si no tiene padre”. “No est谩, pues no tiene opini贸n”. “¡Ya est谩!”. “Lo que me puede, son las injusticias”.
¿Por qu茅 es imposible “ir de vacaciones de forma normal sin sobresaltos, darle a mi hija una vida normalizada y yo tener unas cuantas certezas que creo que son las normales”. “Pues”. “Ni aun as铆”.
Primera peripecia de la tr谩gica odisea:
Desde el mes de ¡febrero! –ojo al dato de las fechas-, la citada madre, precavidamente, iniciar铆a gestiones a fin de conseguir, -presagiando la violencia vicaria-, el pasaporte de su hija de apenas cuatro a帽os de edad con miras al crucero contratado a mediados de dicho mes –una oferta-. Zarpar铆an a ¡principios del mes de julio! navegando por pa铆ses comunitarios europeos y haciendo escala en Estambul (Turqu铆a). Desde la naviera comunicaron que la ni帽a, con s贸lo el DNI (documento nacional de identidad) no podr铆a desembarcar en pa铆ses extracomunitarios –a saber: Turqu铆a-, precisando del pasaporte para bajar a tierra, pudiendo quedarse a bordo al ser un barco con bandera europea. “¡En febrero! me puse en contacto con el abogado y le dije todo esto”.
Segundo cap铆tulo de la pesadilla. Entra en escena el legisperito.
El abogado ante el requisito de la jurisdicci贸n voluntaria (procedimiento necesario para la protecci贸n de derechos que no implica litigio) “al principio me dijo -excus谩ndose- que no se necesita abogado y procurador, que la pod铆a presentar yo sola”. A lo cual la v铆ctima de violencia de g茅nero pr铆stinamente entendi贸 que el letrado le ven铆a a decir que no sab铆a si el Colegio de Abogados le pagar铆a la minuta como abogado de oficio. “Porque claro, los abogados no ponen un punto ni una coma” sin la pertinente retribuci贸n, “no son una ONG”.
Espa帽a, tras la dictadura franquista, es una granja de abogac铆a, hace unos a帽os se contabilizaban cuatro mil individuos por mill贸n de habitantes, actualmente es el tercer pa铆s europeo con m谩s letrados, activos y en stand by. Curiosamente entre sus miembros, seg煤n recoge Armando Bulla, escritor versado en el circuito de la Justicia, circula una expresi贸n: “Cuantos m谩s abogados hay en un pa铆s, m谩s hacen falta”.
“¡Total!”. La joven madre insistir铆a. “¡T煤 me tienes que llevar todos los procesos civiles y penales que tengan que ver con este se帽or!”. Quiero “asegurarme de que me van a dar el pasaporte, no vaya a ser que yo cometa alg煤n error de forma o alguna movida y me tiren para atr谩s la jurisdicci贸n”. Rauda, la confidente, contact贸 con el Colegio de Abogados donde le confirmaron que “pod铆a presentar una jurisdicci贸n voluntaria con abogado y procurador y que el turno de oficio pagar铆a las costas”.
Tercer episodio de la terror铆fica trasmutaci贸n de un viaje vacacional en desequilibrante angustia.
Louis Corman m茅dico franc茅s dictamin贸 que “el psicoan谩lisis nos ense帽a que la angustia es una se帽al de alarma puesta en funcionamiento cada vez que aparece un peligro grave”.
¿Por qu茅 se permite tratar de cualquier manera la vida y bienestar de v铆ctimas de violencia de g茅nero y vicaria en espacios supuestamente de ayuda y seguridad? “Eso es lo que hay en esta mierda de sociedad y en esta mierda de Justicia, encima arremetes contra los jueces y parece que has matado a Manolete, ¿c贸mo osas meterte contra la judicatura? ¿c贸mo osas?”. “¿C贸mo osas decirle a un abogado que es un incompetente? ¿c贸mo osas?”. ¿Cu谩ntas v铆ctimas de violencia de g茅nero, machista, pueden utilizar conocimientos, medios y temple psicol贸gico para seguir resolviendo a pesar de cortapisas, crueldades y machiruleces que les plantea el sistema? ¿Surrealismo en lo que tendr铆an que ser herramientas contra maltratadores? La periodista y feminista alemana Alice Schwazer sentenciar铆a que a ciencia cierta “los hombres no son tontos y no permiten que se les escape la gallina de los huevos de oro”, por lo que hist贸ricamente se construyen jaulas de todo cariz. Mathilde Vaerting escritora y feminista alemana en mil novecientos veinte daba cuenta de “correcciones, con frecuencia c贸micas, impuestas por el patriarcado agraviado”, tal es el caso de quitarle los pechos a “estatuas de gobernantes matriarcales” en las efigies egipcias agreg谩ndoles “barba a sus rostros”.
¿Qu茅 clase de estramb贸tica prevenci贸n contra la violencia vicaria existe en Espa帽a? ¿Realmente se defiende y ayuda a la infancia, adolescencia, personas dependientes y v铆ctimas de violencia de g茅nero de manera contundente? Procesos desquiciantes dilatados en el tiempo vapulean a las v铆ctimas. Repetitivas declaraciones ante sus victimarios las torturan. ¿Cu谩ntos fallos fatales del sistema deben acontecer para tomar en serio y evitar asesinatos, violencia econ贸mica y psicol贸gica, abusos, palizas, manipulaciones t贸xicas, esclavitud emocional, violaciones y acoso?
Cuarta estaci贸n del calvario.
“Antes de poner abogado, procurador, jurisdicci贸n voluntaria y toda la pesca, mi abogado habla con la abogada de 茅l (el delincuente maltratador) y le dice: -Tu cliente, ¿esto lo va a firmar? ¿Va a firmar la autorizaci贸n para que saque –la ni帽a- el pasaporte?”. El tiempo pasa sin respuesta. “Mi abogado insiste un par de veces” pero el delincuente, regode谩ndose, se alimenta del sufrimiento. ¿Existe diferencia entre maltratador y vampiro?
“-Lo est谩 mirando, lo est谩 estudiando”, responde el abogado del susodicho. Tal “incertidumbre, agranda el da帽o”. “Si no te dice nada”. “Que lo est谩 estudiando, que lo est谩 valorando, pues t煤 sigues en un bucle que duele m谩s que una certeza, aunque sea una certeza mala”.
Quinto lance:
En ¡marzo! el abogado present贸 la jurisdicci贸n voluntaria. “En ¡abril! le pregunto y le vuelvo a preguntar a principios de mayo”. “No s茅 nada, no s茅 nada”, responde.
Sexta laceraci贸n:
“¡Estamos ya a treinta de mayo!”. “¡No llegamos a tiempo!”. “Para el dos de julio no tendr茅 los papeles”. La madre insiste al abogado: “Oye, vu茅lveselo a preguntar, vu茅lvele a preguntar a la otra parte si va a firmar o si no va a firmar”. Para entonces la enfermante violencia machista ha surtido efecto y tal como sintetizar铆a el psiquiatra estadounidense Karl Menninger: “Lo que no decimos con palabras, lo decimos con s铆ntomas”.
A ¡treinta de mayo! nada se sab铆a agravando la indefensi贸n. Metida en una mara帽a de incompetencias, la joven madre va al juzgado y, “cu谩l es mi sorpresa que tienen un requerimiento para la procuradora pidi茅ndole documentaci贸n”. “Ten铆an que haber cerrado el caso” el ¡treinta de abril! “pero se les ha pasado”. “La fiscal tres cuartos de lo mismo” y eso que “la jurisdicci贸n voluntaria est谩 puesta como urgente”.
“Lo que me cabrea mucho es la terrible espiral, en la que te ves que no sales, y la negligencia de los juzgados, de los jueces, de los fiscales, de los abogados de oficio, de los procuradores, la falta de profesionalidad”. “¿Es que no cuenta que est谩n tratando con un menor?”. “¿Tienen tan poca profesionalidad, tan poca sensibilidad, tan pocos estudios en cuanto a violencia de g茅nero y a infancia qu茅 se la pela?”.
Con la desquiciante madeja completamente liada s贸lo resta aplicar lo dicho por el primer ministro island茅s Geil Hilmar Haarde en la crisis financiera de dos mil ocho: “Proteger aquello que es m谩s importante en la vida de cada uno de nosotros”. Para la v铆ctima: ¡su hija!
“¡As铆 estamos! con el requerimiento desde el seis de abril muerto del asco!”. La madre llama al abogado dici茅ndole “que mueva el culo”. “Que hable con la abogada (del maltratador) y que intente por todos los medios conseguir la firma de este tiparraco” que “la primera vez que se le pregunt贸 no aleg贸 nada”: “Lo mirar茅, lo estudiar茅 y ni mir贸, ni estudi贸 nada”. La segunda vez “su excusa era que estaba fuera de provincia de Val猫ncia” aunque “puede firmar en cualquier comisar铆a de Espa帽a, porque la firma se recoge electr贸nicamente y llega a la comisar铆a donde yo tenga que firmar”. “Pues aun as铆, tampoco firma”. “Lo estudiar茅, lo mirar茅”. “¡Total, que estamos a dos d铆as de irnos de vacaciones y la ni帽a se va sin pasaporte!”.
“No me jodas que no puedes hacer una firma, lo estudias, lo lees y firmas y que la ni帽a se saque el puto pasaporte”. “No voy a secuestrar a mi hija de la que tengo la custodia exclusiva”. “Es un crucero, no me voy a quedar en Turqu铆a a vivir”. “¿Est谩s decidiendo que es arbitrario, el bienestar de una menor?”.
Compendio de comentarios:
“Lo que le he dicho a mi abogado hoy es que antes de agosto que cierran los juzgados que vaya preparando una demanda por incumplimiento de convenio”. “Ha incumplido el convenio con los da帽os morales y psicol贸gicos que a m铆 me ha causado todo este periplo ¡desde febrero!”.
“¿Esto es necesario? creo que no, pero claro para eso tendr铆amos que poner el foco en las necesidades del menor no en los putos derechos de una persona que ni est谩 ni se le espera, pero como esa persona que ni est谩 ni se le espera tiene huevos colganderos, pues est谩 por encima de las necesidades del menor “.
Cualquier maltratador, “sobre todo, es mala persona y utiliza la violencia en todo su amplio espectro, es un delincuente y ejerce como tal”. La citada Alice Schwazer refiri茅ndose a las mujeres comentar铆a: “Es asombroso comprobar cuantas dificultades son capaces de superar y c贸mo consiguen sobrevivir”… cuando no son asesinadas junto a sus hijos e hijas por criminales maltratadores.