Eurocopa en Suiza y la lucha por la igualdad
Sergio Ferrari, de Berna, Suiza
Subestimado hasta hace apenas algunos a帽os, el f煤tbol femenino se impone aceleradamente. La Eurocopa que se est谩 disputando en Suiza puede convertirse en la edici贸n de todos los r茅cords. Sin embargo, la igualdad sigue siendo una lucha de largo aliento tambi茅n en este deporte.
Diecis茅is selecciones nacionales del continente se disputan del 2 al 27 de julio la coronaci贸n en la escena europea. Algunas, como la espa帽ola, ya tienen particular prestigio porque gan贸 la 煤ltima Copa Mundial femenina en 2023. Otras, como Inglaterra, luce la corona de la Eurocopa (o EURO) precedente de 2022. Gran animadora tambi茅n, Alemania, casi hegem贸nica a nivel continental con 8 de los 13 t铆tulos de campeona europea desde que en 1984 se inici贸 esta competici贸n a nivel femenino, suma adem谩s dos preseas mundiales en 2003 y 2007. Sin olvidar la misma Noruega, verdadero referente desde tiempo en la especialidad, con dos galardones continentales y uno mundial en su haber. En la clasificaci贸n femenina de la FIFA (Federaci贸n Internacional del F煤tbol Asociaci贸n), Espa帽a es segunda detr谩s de Estados Unidos. Alemania tercera, apenas por delante de Brasil, en tanto Inglaterra ocupa el quinto puesto. Con Suecia sexta y la ascendente Francia d茅cima, el Viejo Mundo se muestra hegem贸nico, por el momento, en el rubro futbol铆stico femenino.
Explotan r茅cords
Suiza puso a disposici贸n de esta nueva Eurocopa sus principales estadios. El de Basilea, con m谩s de 38 mil asientos; el Wankdorf, en Berna, que en los tres partidos que ya hosped贸 logr贸 reunir 30 mil espectadores en cada uno, y los de Ginebra y Z煤rich, apenas m谩s peque帽os que el de la capital. Algo menores, los de San Galo, Lucerna, Sion y Thun.
Seg煤n la Uni贸n de Asociaciones Europeas de F煤tbol (UEFA), aun antes de comenzar esta competici贸n ya se hab铆an vendido unas 600 mil entradas --casi el 90% del total disponible-- para los 31 partidos. Todo un r茅cord en la historia de esta competici贸n, con particular significado dado que Suiza cuenta con menos de 9 millones de habitantes. R茅cord que pulveriza el del EURO anterior, en Inglaterra, con una poblaci贸n seis veces superior a la de la naci贸n alpina, y significa un gran salto de asistencia que parece darle raz贸n a la pol铆tica de precios relativamente “econ贸micos” de las entradas, de entre 26 y 42 euros (30 y 49 d贸lares).
En consonancia con esta tendencia en aumento de espectadores en los estadios y de televidentes por todo el mundo, en esta ocasi贸n la UEFA distribuir谩 41 millones de euros (48 millones de d贸lares), muy por arriba de los 16 millones de euros (casi 19 millones de d贸lares) en 2022. Cantidades notables y, sin embargo, apenas una sombra de los 330 millones de euros (386 millones de d贸lares) que esta misma entidad distribuy贸 el a帽o pasado entre las 24 federaciones que participaron en el 煤ltimo EURO masculino, en Alemania. (https://es.uefa.com/womenseuro/news/029a-1e17ead43748-3e2b92dee4ad-1000--record-de-premios-en-la-euro-femenina-de-la-uefa-2025/).
Tambi茅n significar谩n una plusmarca los 130 millones de euros (152 millones de d贸lares) que la Eurocopa le generar谩 a la UEFA. Seg煤n el cotidiano suizo Neue Z眉rcher Zeitung (NZZ), este monto representa el doble de las ganancias del torneo anterior en Inglaterra y diez veces m谩s que las de la edici贸n de 2017 en los Pa铆ses Bajos.
El entusiasmo que desata la competici贸n continental en el p煤blico es evidente. El domingo 6 de julio, poco antes del partido entre Suiza e Islandia en la ciudad de Berna, la hinchada local protagoniz贸 una caminata por el centro hist贸rico hasta el estadio Wankdorf, con m谩s de 15 mil participantes. Esta marcha tambi茅n marc贸 un r茅cord a nivel nacional para este tipo de convocatorias deportivas con acento femenino. Seg煤n el NZZ, son cifras que comprueban el inter茅s popular por esta competici贸n internacional, algo que no ocurre cuando se trata de las ligas nacionales. “La Super Liga Femenina suiza”, acota el peri贸dico NZZ, “se encuentra en una relativa oscuridad, pr谩cticamente ignorada por la prensa y el p煤blico”. Ejemplo de ello fue la 煤ltima final helv茅tica, el 17 de mayo pasado, entre los equipos de mujeres de Young Boys de Berna y Grasshopper de Z煤rich en ese mismo estadio, con una asistencia de solo 10 mil personas. Apenas siete semanas m谩s tarde, unas 30 mil personas se reunieron en ese lugar para el partido en que la selecci贸n suiza derrot贸 2 a 0 a su par de Islandia en la fase de grupos, elimin谩ndola del torneo.
Otros tiempos
Franziska Schild (47 a帽os) fue empleada en el sector futbol铆stico de la Asociaci贸n Regional Berna-Jura y hoy dirige la secci贸n femenina del capitalino Young Boys, uno de los clubs m谩s importantes del pa铆s. Jug贸 al f煤tbol al m谩s alto nivel en su juventud y varias veces integr贸 la selecci贸n helv茅tica alrededor del 2000. En una reciente entrevista con la periodista Theodora Peter, publicada por la revista Panorama Suizo, Schild recuerda que en aquel entonces el f煤tbol femenino era a煤n muy amateur: “Nos daban [solamente] un billete de tren para el viaje y dos pares de botines al a帽o”. Por otra parte, las futbolistas usaban las camisetas que ya hab铆an utilizado antes sus pares de la selecci贸n masculina, las que luc铆an de forma poco est茅tica alrededor de sus cuerpos, ya que las camisetas espec铆ficas para mujeres deportistas a煤n no exist铆an. En esos a帽os, recuerda Schild, el f煤tbol femenino era a veces objeto de burla, “pero no nos importaba lo que dijera la gente; solo quer铆amos chutar el bal贸n”.
El mismo club Young Boys, cuyo primer equipo de mujeres gan贸 el reciente campeonato nacional, hace apenas diez a帽os hab铆a decidido desprenderse del f煤tbol femenino por considerarlo poco rentable. Los tiempos, concepciones y estrategias han variado aceleradamente, como lo evidencia la decisi贸n del club de destinar 40 millones de francos (50 millones de d贸lares), casi todo el beneficio obtenido en 2024 por su participaci贸n en la Champions League, a la construcci贸n de un predio y centro deportivo esencialmente para las futbolistas y la juventud.
De igual forma que sucedi贸 en Inglaterra con el impacto multiplicador de la Eurocopa en 2022, la Asociaci贸n Suiza de F煤tbol (ASF) considera al actual campeonato continental como un trampol铆n de futuro para promocionar el f煤tbol femenino. Para 2027 se propone duplicar la cantidad de jugadoras en todas las edades, que pasar铆an de 40 mil a 80 mil, y pretende aumentar significativamente la cantidad de clubes, especialmente a nivel de peque帽as localidades y regiones, que incorporen en su actividad un sector especial dedicado al f煤tbol femenino. En la actualidad las mujeres representan solo el 12 % de las aproximadamente 340 mil personas de todas las edades y sexos matriculados en numerosos equipos en el pa铆s. La ASF busca tambi茅n a corto y mediano plazo aumentar la cantidad de organizadoras, 谩rbitros mujeres y entrenadoras en todo el pa铆s.
Igualdad, tarea pendiente
La Eurocopa que se disputa en Suiza re煤ne una gran parte de las jugadoras m谩s c茅lebres y entre las mejores remuneradas del planeta.
Algunos de los equipos m谩s destacados de Europa nutren las selecciones que llegaron a Suiza: el Barcelona aporta 17 jugadoras, el Bayern de M煤nich 16, Juventus y Chelsea 14 miembros de su plantel, en tanto el Arsenal y el Eintracht Frankfurt “prestan” 10 de sus jugadoras.
A pesar de no contar con cifras realmente oficiales y actualizadas, el a帽o pasado el diario deportivo espa帽ol As ya mencionaba a la jugadora del Barcelona Aitana Bonmat铆 a la cabeza de los salarios del continente con cerca de un mill贸n de euros anuales (1.17 millones de d贸lares). Su compatriota y compa帽era de equipo, Alexia Putellas, 700 mil euros; la australiana Sam Kerr, del Chelsea, 538 mil euros; la inglesa Keira Walsh, tambi茅n del Chelsea, 457 mil, y la noruega Ada Hegerberg, del Olympique Lyonnais y capitana de su selecci贸n, 398 mil. Cifras que suenan enormes pero que se relativizan en el gran mundo del f煤tbol-negocio y los sueldos astron贸micos de sus pares masculinos.
Por ejemplo, el ingreso anual de varios barcelonistas, como Robert Lewandowski, cuyo salario ronda los 33 millones de euros, mientras que el de Frenkie De Jong es de 19 millones, y el de la joven estrella Lamin Yamal, 17 millones apenas cumplidos sus dieciocho a帽os. Todav铆a muy por encima, los 55 millones del madridista Vinicius Jr. o los 90 millones de su compa帽ero de equipo Kyliam Mbapp茅.
Aunque es casi imposible hablar de cifras exactas y diferenciar salarios de ingresos adicionales, bonos y contratos publicitarios con grandes empresas, el sitio Statista, que retoma informaci贸n de Forbes, calcula que los ingresos totales de los diez jugadores mejor pagos del mundo en la temporada 2024-2025 giran en torno de 840 millones de euros (unos 983 millones de d贸lares). Primero en la lista, Cristiano Ronaldo, seguido de Messi, Benzema, Mbapp茅, Neymar, Haaland y Vinicius Jr.
Lejos del micromundo salarial de las estrellas femeninas y a煤n m谩s distante del de las celebridades masculinas, la realidad cotidiana de miles de futbolistas mujeres es otra. Como lo se帽ala un informe de marzo de la FIFA, el salario anual promedio de las jugadoras, si se tiene en cuenta todos los pa铆ses, es de unos 9.300 euros (10.900 d贸lares). Sin embargo, esta media no toma en cuenta que tan solo diecis茅is de los clubs m谩s ricos en siete pa铆ses les pagan a sus jugadoras cinco veces m谩s que eso, aproximadamente 42.700 euros (50.000 d贸lares) anuales cada una. En realidad, el salario promedio de la gran mayor铆a de las jugadoras a nivel mundial es 5.125 euros (unos 6.000 d贸lares) anuales, y en muchos casos, todav铆a menos.
Los estadios suizos repletos de un p煤blico entusiasta y motivado no pueden esconder varias contradicciones actuales en el mundo del f煤tbol. La primera, significativa: la enorme distancia entre los ingresos de las estrellas masculinas y los de las celebridades femeninas (30, 40, incluso 50 veces).
La segunda, esencial: los salarios tremendamente bajos de la gran mayor铆a de los 13 millones de futbolistas mujeres en todo el planeta.
La tercera, existencial: la que lleva a la reflexi贸n de fondo sobre el modelo m谩s equitativo y l贸gico que deber铆a guiar el desarrollo acelerado que est谩 viviendo el f煤tbol femenino en Europa y en otras regiones del mundo. Si la br煤jula de este crecimiento consiste, en nombre de la igualdad, en competir con el f煤tbol masculino simplemente para ganar una mayor parte del mercado, solo se acrecentar谩 la tendencia de este deporte como gran negocio en pocas manos. Y en este escenario, la mayor铆a de los 13 millones de mujeres matriculadas en alg煤n equipo seguir谩, como hasta ahora, con salarios de hambre.
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