El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó este viernes de que el número de niños que reciben tratamiento por desnutrición aguda grave en los cinco estados sudaneses de Darfur aumento un 46% entre enero y mayo de 2025, en comparación con el mismo período en 2024.
Sólo en Darfur del Norte, más de 40.000 niños fueron ingresados para recibir tratamiento por desnutrición aguda grave en los cinco primeros meses del año, el doble que en el mismo periodo del año anterior.
La desnutrición aguda grave, también conocida como emaciación severa, es la forma más letal de malnutrición, ya que los niños que la padecen son extremadamente vulnerables a complicaciones de salud y tienen una alta tasa de mortalidad si reciben una atención inadecuada.
Los niños dependen de que el mundo actúe o mire hacia otro lado
En nueve de las trece localidades de Darfur investigadas, la tasa de desnutrición aguda ha superado los niveles de emergencia establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Los niños de Darfur mueren de hambre a causa del conflicto y se ven privados de la ayuda que podría salvarlos”, declaró el representante de la agencia en el país.
Sheldon Yett afirmó que estas cifras son “peligrosamente elevadas” y es probable que empeoren si no se toman medidas humanitarias rápidas. “Este es el momento de la verdad; las vidas de los niños dependen de si el mundo decide actuar o mirar hacia otro lado", aseveró.
La situación es igualmente alarmante en otras partes del país. Los ingresos por emaciación severa aumentaron en más de un 70% en Kordofán del Norte, en un 174% en el estado de Jartum, y en un asombroso 683% en el estado de Al Jazirah.
El acceso humanitario, casi totalmente cortado
Ahora que Sudán se encuentra en el punto álgido de la temporada de escasez, el riesgo de mortalidad infantil masiva está aumentando rápidamente en zonas que ya se encuentran cerca de los umbrales de hambruna. Los brotes de cólera, los casos de sarampión y el colapso de los servicios de salud están agravando la crisis, poniendo en mayor riesgo a los niños vulnerables, advirtió UNICEF.
La agencia reportó que, desde abril, se ha intensificado el conflicto en el norte de Darfur, especialmente en torno a Al Fasher -la capital del estado-, y al campo de desplazados Zamzam. Barrios enteros han sido asediados, hospitales bombardeados y carreteras bloqueadas. Cientos de miles de personas han sido desplazadas.
Además, los convoyes de ayuda sufren saqueos y ataques y el acceso humanitario está ahora casi totalmente cortado, por lo que UNICEF hizo un llamamiento urgente a todas las partes para que faciliten un acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos a las poblaciones afectadas en Darfur y Kordofán. También pidió a la comunidad internacional que financie la respuesta humanitaria.