OPINI脫N 
Porque la mayor铆a somos humilde gente modesta de bien, porque somos quienes construimos otro futuro, nuestra mirada atraviesa las voces altisonantes para luchar por nuestras vidas. Porque, si hay fuegos descontrolados, es que faltan medidas preventivas.
El fuego no se detiene ante las “fronteras” auton贸micas o provinciales. Al fuego, si no se le pone l铆mites, se expande seg煤n las condiciones que lo alimentan. El fuego en nuestro pa铆s es ib茅rico. Son las condiciones geogr谩ficas y clim谩ticas, pero fundamentalmente las condiciones socioecon贸micas las que est谩n determinando la voracidad que exhiben los actuales fuegos.
La “bronca pol铆tica” a帽ade fuego al fuego
Aquel pol铆tico o sicario, que levante la voz para atacar y no para aportar su hombro, debe ser denunciado y rechazado. No es el momento de la “bronca pol铆tica”. Todas las administraciones han de unir esfuerzos contra los incendios forestales. Necesitamos m谩s recursos, reparaciones a las personas y sus bienes, apoyo a los bomberos forestales y sus reivindicaciones, castigo a los culpables, y prevenci贸n todo el a帽o.
Lo 煤nico que importa son todas las personas que est谩n sufriendo las consecuencias de los incendios que arrasan distintas zonas del pa铆s. Nuestro apoyo fraterno debe extenderse tanto a quienes han perdido sus hogares y medios de vida, como a las personas de los servicios de emergencia y de la Unidad Militar de Emergencias que han resultado heridas en el cumplimiento de su deber.
El despu茅s es lo que m谩s importa, no olvidar
La magnitud de la tragedia pone en evidencia la falta de previsi贸n y de recursos p煤blicos destinados a la prevenci贸n y extinci贸n de incendios. No basta con agradecer el sacrificio de bomberos, brigadistas, voluntarios y militares: es necesario dotarles de medios materiales suficientes, condiciones laborales dignas y presupuestos estables que no dependan de la improvisaci贸n. Los incendios no son “desastres naturales” inevitables, sino la consecuencia directa de una pol铆tica que ha abandonado al mundo rural.
Se necesita m谩s inversi贸n p煤blica en prevenci贸n y extinci贸n de incendios, con plantillas estables y recursos suficientes; una pol铆tica de reforestaci贸n y cuidado de los montes bajo gesti贸n p煤blica; unas medidas urgentes contra la despoblaci贸n rural, que se ha convertido en un caldo de cultivo para tragedias como estas. Los montes y las vidas humanas no se venden, se protegen.
Prevenir todo el a帽o
La clave, para todos los que sufren los fuegos, no est谩 solamente en apagar incendios, sino en prevenirlos durante todo el a帽o con una gesti贸n forestal t茅cnicamente adecuada, con una persistente limpieza de los montes y con un estable personal formado.
Pero desde la d茅cada de los 70 se ha ido desarrollando un abandono del medio forestal por el creciente despoblamiento rural. Y la administraci贸n p煤blica, central, auton贸mico y municipal no ha tomado las medidas necesarias, aunque deber铆a, para enfrentar las consecuencias del abandono progresivo del medio rural.
No ha habido una mejora real en prevenci贸n de incendios, en la profesionalizaci贸n del personal, ni en una apuesta real para que la administraci贸n p煤blica asuma su responsabilidad principal.
Formaci贸n imprescindible
Por supuesto, que haya un m铆nimo de formaci贸n obligatoria, har谩 que la gente se esfuerce por ser profesional. Porque ahora mismo hay gente que no tiene la formaci贸n suficiente para estar. Hace falta estar todo el a帽o y que durante todo ese a帽o estar en formaci贸n y prepararse para atender cualquier tipo de situaci贸n.
Los incendios han sacado a la luz de nuevo las duras condiciones en las que trabajan los bomberos forestales: contratos temporales, falta de estabilidad y sueldos bajos; lo que genera una situaci贸n de inestabilidad e inseguridad jur铆dica porque a cada uno de los trabajadores tiene diferentes convenios y condiciones.
Una pol铆tica de Estado contra el fuego descontrolado
Hace falta una pol铆tica de Estado que ponga en el centro el combate permanente al fuego y unas buenas condiciones laborales para los bomberos forestales. Aunque las competencias respecto a los incendios y la gesti贸n forestal son principalmente de las autonom铆as, hay competencias exclusivas y competencias compartidas.
Eduardo Madro帽al Pedraza
Eduardo Madro帽al Pedraza
Hay gente mentalmente envenenada que en Espa帽a invade los pueblos de las zonas reci茅n quemadas, o todav铆a en medio de los incendios, para hacer fotos. Pero no perdamos el enfoque. Es un turismo macabro a primera vista pero que en realidad se alimenta de los excrementos mentales de Trump, Netanyahu y Putin con los inmigrantes, los palestinos y los ucranianos.
Hay gente mentalmente envenenada que en Espa帽a invade los pueblos de las zonas reci茅n quemadas, o todav铆a en medio de los incendios, para hacer fotos. Pero no perdamos el enfoque. Es un turismo macabro a primera vista pero que en realidad se alimenta de los excrementos mentales de Trump, Netanyahu y Putin con los inmigrantes, los palestinos y los ucranianos.
Porque la mayor铆a somos humilde gente modesta de bien, porque somos quienes construimos otro futuro, nuestra mirada atraviesa las voces altisonantes para luchar por nuestras vidas. Porque, si hay fuegos descontrolados, es que faltan medidas preventivas.
El fuego no se detiene ante las “fronteras” auton贸micas o provinciales. Al fuego, si no se le pone l铆mites, se expande seg煤n las condiciones que lo alimentan. El fuego en nuestro pa铆s es ib茅rico. Son las condiciones geogr谩ficas y clim谩ticas, pero fundamentalmente las condiciones socioecon贸micas las que est谩n determinando la voracidad que exhiben los actuales fuegos.
La “bronca pol铆tica” a帽ade fuego al fuego
Aquel pol铆tico o sicario, que levante la voz para atacar y no para aportar su hombro, debe ser denunciado y rechazado. No es el momento de la “bronca pol铆tica”. Todas las administraciones han de unir esfuerzos contra los incendios forestales. Necesitamos m谩s recursos, reparaciones a las personas y sus bienes, apoyo a los bomberos forestales y sus reivindicaciones, castigo a los culpables, y prevenci贸n todo el a帽o.
Lo 煤nico que importa son todas las personas que est谩n sufriendo las consecuencias de los incendios que arrasan distintas zonas del pa铆s. Nuestro apoyo fraterno debe extenderse tanto a quienes han perdido sus hogares y medios de vida, como a las personas de los servicios de emergencia y de la Unidad Militar de Emergencias que han resultado heridas en el cumplimiento de su deber.
El despu茅s es lo que m谩s importa, no olvidar
La magnitud de la tragedia pone en evidencia la falta de previsi贸n y de recursos p煤blicos destinados a la prevenci贸n y extinci贸n de incendios. No basta con agradecer el sacrificio de bomberos, brigadistas, voluntarios y militares: es necesario dotarles de medios materiales suficientes, condiciones laborales dignas y presupuestos estables que no dependan de la improvisaci贸n. Los incendios no son “desastres naturales” inevitables, sino la consecuencia directa de una pol铆tica que ha abandonado al mundo rural.
Se necesita m谩s inversi贸n p煤blica en prevenci贸n y extinci贸n de incendios, con plantillas estables y recursos suficientes; una pol铆tica de reforestaci贸n y cuidado de los montes bajo gesti贸n p煤blica; unas medidas urgentes contra la despoblaci贸n rural, que se ha convertido en un caldo de cultivo para tragedias como estas. Los montes y las vidas humanas no se venden, se protegen.
Prevenir todo el a帽o
La clave, para todos los que sufren los fuegos, no est谩 solamente en apagar incendios, sino en prevenirlos durante todo el a帽o con una gesti贸n forestal t茅cnicamente adecuada, con una persistente limpieza de los montes y con un estable personal formado.
Pero desde la d茅cada de los 70 se ha ido desarrollando un abandono del medio forestal por el creciente despoblamiento rural. Y la administraci贸n p煤blica, central, auton贸mico y municipal no ha tomado las medidas necesarias, aunque deber铆a, para enfrentar las consecuencias del abandono progresivo del medio rural.
No ha habido una mejora real en prevenci贸n de incendios, en la profesionalizaci贸n del personal, ni en una apuesta real para que la administraci贸n p煤blica asuma su responsabilidad principal.
Formaci贸n imprescindible
Por supuesto, que haya un m铆nimo de formaci贸n obligatoria, har谩 que la gente se esfuerce por ser profesional. Porque ahora mismo hay gente que no tiene la formaci贸n suficiente para estar. Hace falta estar todo el a帽o y que durante todo ese a帽o estar en formaci贸n y prepararse para atender cualquier tipo de situaci贸n.
Los incendios han sacado a la luz de nuevo las duras condiciones en las que trabajan los bomberos forestales: contratos temporales, falta de estabilidad y sueldos bajos; lo que genera una situaci贸n de inestabilidad e inseguridad jur铆dica porque a cada uno de los trabajadores tiene diferentes convenios y condiciones.
Una pol铆tica de Estado contra el fuego descontrolado
Hace falta una pol铆tica de Estado que ponga en el centro el combate permanente al fuego y unas buenas condiciones laborales para los bomberos forestales. Aunque las competencias respecto a los incendios y la gesti贸n forestal son principalmente de las autonom铆as, hay competencias exclusivas y competencias compartidas.
Eduardo Madro帽al Pedraza