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Y la reforma apá?

OPINIÓN 

Samuel Schmidt

Una vez le pregunté a una juez

¿Quién es mejor abogado, el que conoce las leyes o el que conoce al juez?

La juez se retiró muy molesta, aunque mi pregunta era honesta

 

Una vez platicando con un abogado penalista en Austin, el comentaba que la ley estaba al alcance de todos, y le respondí:

Siempre y cuando puedan pagar tus honorarios, los que rondaban alrededor de los 20,000 dólares para empezar.

 

El abogado del chapo se convirtió en abogado de otro mexicano (no estoy en libertad de mencionar su nombre) y entre las maniobras que hizo, eliminó mi análisis del caso del dossier que revisaría el juez y que ayudaba al caso, posteriormente negoció y su cliente recibió 20 años de cárcel, él había decidido sacrificar a su cliente para posicionarse mejor ante los fiscales para algún caso futuro. Cuando un pariente le dijo que quería irse a juicio, le pidió un millón de dólares, con la esperanza de que no pudiera pagar.

 

Una maestra regresaba a El Paso desde Ciudad Juárez después de que le reparan su auto en Juárez, fue detenida y le encontraron droga en el auto, posesión que ella siempre negó. En las cortes de El Paso, Texas, son conocidos los casos en los que algún criminal detenido y hasta sentenciado, negocia para entregar a alguien, por lo general en la línea fronteriza, para recibir una reducción en su condena. En esta negociación participan fiscales, abogados y jueces. ¿Será ese el principio de justicia? ¿Castigar injustamente a una maestra inocente y arruinarle la reputación es justo? Para la DEA, los jueces y fiscales lo es porque así aumentan su estadística de captura de drogas y criminales.

 

Hace unos días en un chat una mujer se lanzó en contra de la nueva suprema corte, los acusó de carecer de experiencia y de haber aprobado la carrera de derecho con menos de 8. Ninguna de las aseveraciones es verdadera. Los candidatos que no superan el 8 son eliminados, aunque según la jurisprudencia, haber cursado posgrados supera el criterio. Entre los nuevos miembros de la corte los hay con diversos grados de experiencia. El tema, sin embargo, no es la experiencia lo que cuenta, sino el conocimiento de derecho constitucional. Pero como en todo lo que implica el servicio público, los ministros normalmente no se sientan a escribir sentencias, eso lo hace su ejército de ayudantes, y posiblemente recurrirán ante expertos para asesorarse.

Nos dicen que con la reforma al poder judicial se limpió por completo a las cortes y un magistrado, al que respeto por su elevada calidad ética e intelectual me decía enfático:

No todos somos así, y tiene razón.

En un país carente de cultura legal, con una cultura política que valora el influyentismo, el abuso, la sumisión, la disciplina acrítica, la corrupción, es prácticamente imposible que todos los jueces sean impolutos y se guíen por la razón y la justicia.

Es claro que hay un problema serio si un ministro de la Suprema Corte se vendió para proteger un delito y otro escondió un expediente para proteger a otro delincuente (¿cuánto recibió o lo hizo como un favor de amigos?), o que se vendieran los exámenes para ingresar al poder judicial, que un abogado pudiera arrancar una hoja de un expediente y comérsela para invalidar el proceso, o que se tuviera que dar propinas en el juzgado desde el portero hasta el secretario de acuerdos y vaya usted a saber cuántas chicanadas se cometían ahí. ¿Será chicanada que los ministros salientes que renunciaron para cobrar una millonada se hayan llevado hasta los clips, equipo que es propiedad de la nación?

Un amigo abogado me relataba que estaba por perder un caso contra un pariente porque este había comprado a peritos y jueces, no sé si tuvo que aumentar el pago, o logró alguna maniobra para revertir el proceso, pero eso hizo que el juicio se alargara.

Los vicios en las cortes parecen ser más que las virtudes. Que mi amigo el magistrado sea uno de los casos de limpieza no generaliza el cuadro. La reforma por sí misma no los reparará, en la elección se coló de todo y todavía no sabemos cuántos jueces (de todos los niveles) pusieron los criminales, pienso que si pueden poner diputados, presidentes municipales, gobernadores y presidentes, seguramente podrán poner magistrados y ministros. No hay nada que me haga más feliz que estar equivocado.

Una medida para impulsar la limpieza sin duda será la vigilancia ciudadana, que exista una instancia de denuncia protegiendo al denunciante, otra medida es, establecer cortes que puedan ser manejadas por “personas de bien” que no necesariamente sean abogados, y depurar las cortes superiores para que tengamos a los mejores.

En otras palabras, así como la política es muy importante para dejarla en manos de los políticos, a la mejor las cortes lo son para que no estén en manos de abogados.

 

Por lo pronto a sonreír.

¿Qué representan 10 abogados en el fondo del mar? Un buen principio





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