Ir al contenido principal

La política del al tuntún: improvisación como forma de gobierno A POLÍTICA DEL AL TUNTÚN: IMPROVISACIÓN COMO FORMA DE GOBIERNO


OPINIÓN 
Puño en Alto
 

En tiempos donde la incertidumbre global exige estrategias claras, transparencia y planeación, muchos gobiernos parecen conducirse bajo una lógica que dista mucho de la rigurosidad técnica o la visión de largo plazo. En lugar de programas estructurados y políticas públicas fundamentadas, se recurre cada vez más a lo que popularmente se conoce como “la política del al tuntún”: una forma de gobernar basada en la improvisación, el impulso y la respuesta superficial a los síntomas, no a las causas.

La expresión “al tuntún”, ampliamente usada en el habla popular, describe acciones hechas sin orden, sin método, casi al azar. Aplicada al ámbito político, refiere a decisiones tomadas sin diagnóstico, sin planificación, sin consultar expertos o, peor aún, ignorando sus recomendaciones. Es una política reactiva, no proactiva; mediática, no técnica; cortoplacista, no estratégica.

Por lo tanto, «la política de al tuntún» se refiere a una forma de hacer política sin estrategia clara, sin análisis previo ni planificación a largo plazo. Es actuar por impulso o reacción, sin un programa bien definido ni fundamentos sólidos.

Esta forma de Gobierno tiene múltiples manifestaciones: desde reformas anunciadas por redes sociales sin sustento legal, hasta políticas económicas que cambian semana tras semana según los vaivenes de la opinión pública o del humor del líder en turno.

Gobernar al tuntún genera resultados previsiblemente erráticos. Los programas sociales cambian constantemente de nombre o de objetivo, dificultando su evaluación. Los presupuestos se asignan más por lealtades políticas que por criterios de eficacia. Las reformas estructurales se aplazan por temor al costo político, mientras se opta por medidas simbólicas que dan la apariencia de acción, aunque no solucionen nada de fondo.

Además, esta política improvisada erosiona la institucionalidad. Cuando las decisiones se toman al margen de los mecanismos formales, los organismos técnicos pierden autonomía, los procedimientos se vuelven irrelevantes y se termina dependiendo de la voluntad de unos pocos. Se toman decisiones sin estudios previos ni diagnósticos serios, Predomina la improvisación sobre la planeación, Se aplican soluciones momentáneas o populistas, más por quedar bien que por resolver problemas de fondo, Hay falta de coherencia no solo en los discursos, sino también en las políticas públicas. Se atienden temas según la presión social o mediática de determinados colectivos, no por prioridades reales.

Hay varias razones. En parte, es una respuesta a sistemas políticos lentos, burocráticos o desconectados de la ciudadanía. Algunos líderes apelan al al tuntún como forma de mostrarse cercanos, espontáneos o “auténticos”. En otros casos, simplemente no hay cuadros técnicos preparados o hay desprecio hacia el conocimiento especializado. También es una forma de mantener el control: al no planificar, se evita el escrutinio, se reduce la rendición de cuentas y se concentra el poder, en los mismos de siempre y lejos de a institucionalidad.

Salir de la política del al tuntún requiere fortalecer la cultura democrática, profesionalizar la administración pública y recuperar el valor de la planeación y la evidencia en la toma de decisiones. También implica construir ciudadanía crítica, capaz de exigir no solo acciones inmediatas, sino soluciones estructurales y proyecto de comunidad.

La política no puede ni debe ser un ejercicio de ocurrencias. Las comunidades que avanzan no son las que reaccionan al grito del momento, sino las que diseñan y ejecutan proyectos con visión, compromiso y seriedad bajo el principio irrenunciable del interés general.

Puño en Alto





ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

ElMercurioDigital.es, editado por mercurioPress/El Mercurio de España bajo licencia de Creative Commons. Medio independiente propiedad de Ángel Rojas Penalva
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible